Cerebros de adolescentes “envejecieron” durante los confinamientos por Covid
Investigadores hallaron que confinamientos por Covid aceleraron el envejecimiento cerebral en adolescentes, lo que podría afectar su salud mental a largo plazo
Los cerebros de los adolescentes se vieron afectados de manera anormalmente acelerada por el estrés prolongado y el aislamiento. Crédito: Sergey Nivens | Shutterstock
Un reciente estudio de la Universidad de Washington ha revelado que los confinamientos durante la pandemia de Covid-19 causaron un envejecimiento acelerado en los cerebros de los adolescentes, según investigaciones realizadas con resonancias magnéticas.
El equipo de científicos, perteneciente al Instituto de Aprendizaje y Ciencias del Cerebro (I-LABS), inició sus análisis en 2018 con 160 adolescentes de entre 9 y 19 años, antes de la pandemia, y encontró cambios estructurales significativos en el cerebro de estos jóvenes tras los periodos de encierro.
El estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, ha encendido alarmas sobre los efectos a largo plazo de las restricciones en la salud mental y el desarrollo cerebral de los adolescentes.
Entre las principales consecuencias observadas, destacan problemas de comportamiento, el incremento de trastornos alimentarios, y una mayor prevalencia de ansiedad y depresión. La investigación ha planteado inquietudes sobre cómo estos cambios podrían perdurar en la vida de los jóvenes, quienes afrontaron las restricciones de la pandemia en un momento clave para su desarrollo emocional.
El equipo, dirigido por Patricia Kuhl, codirectora de I-LABS, explicó que las interrupciones de las exploraciones cerebrales debido al confinamiento de 2020 los llevaron a redirigir su enfoque para estudiar los impactos de las restricciones por Covid en la estructura cerebral.
Al analizar el grosor de la corteza cerebral, la parte del cerebro responsable del razonamiento y la toma de decisiones, encontraron que tanto en niños como en niñas se había producido un adelgazamiento significativo. Los cerebros masculinos envejecieron prematuramente 1,4 años, mientras que en las adolescentes el envejecimiento fue aún más severo, alcanzando los 4,2 años.
Adelgazamiento de corteza
El adelgazamiento de la corteza cerebral es un proceso natural que ocurre con el paso del tiempo, y suele estar asociado con un declive en la velocidad de procesamiento y flexibilidad cognitiva. Sin embargo, el estudio de Kuhl mostró que los cerebros de los adolescentes se vieron afectados de manera anormalmente acelerada por el estrés prolongado y el aislamiento derivados de las medidas sanitarias.
En particular, las adolescentes fueron más afectadas, experimentando adelgazamientos en 30 áreas diferentes del cerebro, en comparación con solo dos regiones en los cerebros masculinos. Este hallazgo sugiere que el impacto del confinamiento varía según el sexo, y podría estar relacionado con las diferencias en la forma en que niños y niñas afrontan el estrés y la falta de interacción social.
Para las adolescentes, la falta de interacción social parece haber jugado un papel crucial en este envejecimiento acelerado, según Kuhl.
La socialización, que suele ser fundamental para su apoyo emocional, se vio interrumpida, mientras que los niños, aunque también afectados, parecen haber encontrado más alivio en actividades físicas como los deportes, lo que podría haber mitigado parcialmente los efectos del aislamiento.
La pandemia, descrita como un evento traumático por Kuhl, no solo afectó el desarrollo cerebral, sino que agravó los trastornos de salud mental que ya estaban en aumento antes de la llegada del Covid-19. Si bien este estudio no puede afirmar con certeza que los confinamientos sean la causa única de estos cambios, los resultados sugieren que el estrés y las alteraciones en la rutina diaria contribuyeron significativamente al deterioro en la salud emocional y conductual de los jóvenes.
En un estudio paralelo de la Universidad de Stanford, se observaron efectos similares en la estructura cerebral de adolescentes, lo que refuerza la idea de que el confinamiento y el aislamiento social podrían haber actuado como eventos traumáticos comparables a experiencias de violencia o disfunción familiar.
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