Productos de bebé para la piel y cabello podrían alterar las hormonas
Los ftalatos en productos de cuidado personal afectan más a niños de distintas etnias, destacando su riesgo en el desarrollo hormonal y cerebral
El uso de productos de cuidado personal en niños pequeños podría tener presencia de ftalatos, sustancias químicas que pueden alterar el sistema endocrino. Los ftalatos, ampliamente usados en plásticos para mejorar su flexibilidad y durabilidad, también son ingredientes comunes en lociones, ungüentos y acondicionadores para el cabello.
El problema radica en que estas sustancias, conocidas por interferir con las hormonas, tienen el potencial de causar problemas de salud en etapas críticas del desarrollo infantil.
La investigación ha vinculado la exposición a ftalatos durante el embarazo y la infancia con diversas complicaciones, como retrasos en el desarrollo cerebral y problemas de comportamiento. Además, se teme que la exposición acumulativa pueda estar relacionada con una maduración precoz en las niñas.
Aunque los ftalatos no permanecen por mucho tiempo en el cuerpo, su exposición repetida es motivo de inquietud, especialmente en niños de entre 4 y 8 años, etapa crucial para el desarrollo neurológico.
El estudio, realizado por un equipo liderado por Michael Bloom, profesor de la Universidad George Mason, se centró en 630 niños de diferentes orígenes raciales y étnicos. Se recolectaron muestras de orina de los participantes para analizar los niveles de ftalatos y se compararon con los productos de cuidado personal que habían utilizado en las últimas 24 horas.
Los resultados mostraron que aquellos niños que recientemente habían usado lociones, aceites para el cabello y otros productos de cuidado personal presentaban concentraciones más altas de ftalatos en la orina.
Una de las conclusiones del estudio fue la variación de la exposición a los ftalatos según el grupo racial y étnico de los niños. Se encontró, por ejemplo, que los niños hispanos, asiáticos y de las islas del Pacífico presentaban mayores niveles de ftalatos después de usar aceites para el cabello.
En contraste, los niños blancos experimentaban mayor exposición a través del uso de lociones corporales, mientras que los niños negros presentaban los niveles más altos de ftalatos en general.
Estas diferencias sugieren que los productos de cuidado personal, en función del mercado al que se dirigen, pueden contener diferentes tipos y cantidades de ftalatos.
Disruptores endocrinos en bebés
Según Bloom, estos hallazgos resaltan la necesidad de investigar cómo los productos que se comercializan para distintas comunidades pueden estar exponiendo a los niños a estos disruptores endocrinos de manera desproporcionada.
La Dra. Lynn Goldman, pediatra y epidemióloga, señala que las preocupaciones sobre los ftalatos se han centrado históricamente en la alimentación, dado que estos químicos pueden filtrarse en los alimentos desde los envases plásticos.
Sin embargo, este estudio subraya que la exposición a través de productos de cuidado personal no debe ser subestimada, y sugiere que es hora de prestar más atención a la regulación de estos productos. Actualmente, la normativa que controla la inclusión de sustancias químicas en productos cosméticos y de cuidado personal es limitada, lo que deja espacio para que los ftalatos se utilicen ampliamente.
Otro aspecto destacado por el estudio es cómo la exposición a estas sustancias químicas puede tener efectos más significativos en poblaciones vulnerables, como los niños de diferentes orígenes raciales. Este conocimiento, según la Dra. Shruthi Mahalingaiah, profesora de salud ambiental en Harvard, puede ayudar a los investigadores a identificar estrategias para reducir los riesgos.
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