La ansiedad puede relacionarse con una predisposición genética
Un estudio de Yale revela más de 100 genes asociados a la ansiedad, destacando su relación genética con otros trastornos mentales y físicos
Un equipo de investigadores del Departamento de Psiquiatría de Yale ha dado un paso importante en la comprensión de los trastornos de ansiedad, mediante el análisis de perfiles genéticos de más de un millón de participantes de diversas cohortes a nivel mundial.
Este estudio ha permitido identificar más de 100 genes que se relacionan con la predisposición a sufrir ansiedad, lo cual podría abrir nuevas vías para el desarrollo de tratamientos más efectivos para quienes padecen este problema.
Los trastornos de ansiedad afectan a una gran cantidad de personas en todo el mundo y pueden tener efectos devastadores sobre la calidad de vida de quienes los padecen. Estos trastornos se manifiestan de diversas formas, desde el trastorno de ansiedad generalizada hasta fobias específicas o el trastorno de pánico.
En muchos casos, las personas afectadas ven su capacidad para llevar una vida plena y funcional significativamente reducida. Por ello, la investigación genética resulta fundamental para entender mejor las bases biológicas de esta patología.
El Dr. Renato Polimanti, profesor asociado de psiquiatría en Yale y autor principal del estudio, resaltó el valor de los estudios genéticos de gran escala para desentrañar las complejidades detrás de la ansiedad.
Polimanti subrayó cómo diferentes genes, que influyen en funciones específicas del cerebro, pueden contribuir al riesgo individual de desarrollar trastornos de ansiedad. Esto refuerza la idea de que los factores genéticos juegan un papel clave en la susceptibilidad a estas enfermedades mentales, lo cual, hasta ahora, no se había explorado con la misma profundidad.
Uno de los aspectos más reveladores del estudio fue la integración de datos genéticos con otras características moleculares, lo que permitió a los científicos explorar cómo los genes interactúan con diferentes estructuras del cerebro.
Esta integración reveló que algunos de los genes identificados también están asociados con otras condiciones psiquiátricas, como la depresión, la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Este hallazgo resalta la relación entre la ansiedad y otras patologías mentales, lo que sugiere una base genética compartida que podría ser clave para entender la comorbilidad entre estos trastornos.
Afecciones físicas no psiquiátricas
Además, el estudio fue más allá de las enfermedades mentales y reveló que la predisposición genética a la ansiedad está correlacionada con afecciones físicas no psiquiátricas. Una de las correlaciones más fuertes se encontró con los trastornos gastrointestinales y el dolor crónico.
Esto refuerza la noción de que la salud mental y física están profundamente interconectadas, y que los factores genéticos pueden desempeñar un papel en esa relación. El hecho de que los trastornos de ansiedad puedan estar vinculados con problemas físicos tan variados como los gastrointestinales abre nuevas oportunidades para explorar tratamientos multidisciplinarios.
La Dra. Eleni Friligkou, residente de psiquiatría y coautora principal de la investigación, destacó otro aspecto clave de este trabajo: la diversidad de las muestras analizadas. A diferencia de estudios previos, que se han centrado principalmente en poblaciones de ascendencia europea, este análisis incluyó datos de cinco diferentes grupos ancestrales.
Esto permitió descubrir variantes genéticas relacionadas con la ansiedad que son específicas de ciertos grupos, proporcionando una visión más global y precisa de la genética de la ansiedad. Friligkou enfatizó la importancia de esta diversidad en los estudios genéticos, ya que permite un entendimiento más completo de cómo la genética influye en el desarrollo de los trastornos mentales en diferentes poblaciones.
El estudio es un avance significativo en la comprensión de los trastornos de ansiedad y su relación con otros problemas de salud mental y física. Al identificar una base genética compartida entre la ansiedad y otras enfermedades, los investigadores han allanado el camino para la creación de tratamientos más personalizados, que tengan en cuenta las particularidades genéticas de cada individuo.
Si bien aún queda mucho por investigar, estos hallazgos podrían transformar la forma en que se aborda la ansiedad, proporcionando nuevas herramientas para mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.
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