Athletics se despide de Oakland con más de 46,000 fans en último juego en el Coliseum
Athletics estuvo por 58 años y ganó 4 Series Mundiales en Oakland Coliseum
Los Atléticos de Oakland jugaro su último encuentro en el Coliseum. Crédito: Godofredo Vásquez | AP
El equipo de Athletics jugó por última vez en el Coliseum de Oakland antes de su mudanza a Las Vegas. Oakland fue sede de un equipo de Grandes Ligas y este jueves se despidió tras 56 años y cuatro Series Mundiales.
Los Oakland Athletics cerraron con victoria 3-2, más de 45,000 aficionados y leyendas que hicieron varios homenajes durante el encuentro. El primero de ellos fue Barry Zito, ex-lanzador del equipo, quien entonó el himno nacional de Estados Unidos.
La bola inicial la lanzaron Rickey Henderson y Dave Stewart, parte importante de la franquicia. Incluso este estadio tenía el nombre de Rickey Henderson Field en homenaje al jugador con más bases robadas en la historia de Las Mayores.
De acuerdo a múltiples reportes, fanáticos hicieron filas para ingresar desde las 7:00 am, previo al último juego ante los Texas Rangers. A pesar de que el equipo no tuvo mucho éxito en los últimos años, 46,889 fanáticos acudieron al último juego de la temporada.
Los A’s vencieron a los Rangers de Texas 3-2 y el manager Mark Kotsay tomó el micrófono después para dar las gracias de corazón a los más de 46,000 espectadores antes de encabezar un último cántico de “¡Vamos Oakland!”.
El tercera base Max Schuemann agarró una enorme bandera de los A’s y la hizo correr por el campo, deteniéndose para ondearla frente a diferentes secciones.
“Nunca he estado en una Serie Mundial antes”, dijo Kotsay. “Pero siento que hoy es uno de esos días en los que puedes experimentar la emoción de eso, la magnitud de eso. Conducir por las puertas hoy y ver la llenura de un estacionamiento, sentir la energía y la emoción es algo que atesoraré por el resto de mi vida”.
“Es un día que llegará y se irá muy rápido”, dijo, “y uno no quiere perder ninguna oportunidad de expresar su gratitud hacia los fanáticos, hacia las personas que significan todo, los trabajadores del estadio. Compartir momentos con ellos hoy fue difícil. Hay mucha gente aquí que ha invertido su vida y su alma en esta organización, en este estadio y en el juego del béisbol. El amor por el juego del béisbol, pero más aún el amor por la gente y las relaciones que se han construido a lo largo de 57 años en este estadio”.
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