Luisiana exige que medicamentos para abortar se guarden bajo llave

Luisiana clasifica la mifepristona y misoprostol como sustancias controladas, lo que podría complicar el acceso a tratamientos de aborto espontáneo

Luisiana exige que medicamentos para abortar se guarden bajo llave

El misoprostol debe almacenarse en cajas cerradas con llave, lo que, según los médicos, podría causar retrasos significativos en situaciones de emergencia.  Crédito: New Africa | Shutterstock

Luisiana ha implementado una nueva ley que clasifica a los medicamentos abortivos mifepristona y misoprostol como “sustancias peligrosas controladas”, generando preocupación entre profesionales de la salud sobre las implicaciones que podría tener en la atención médica de las mujeres.

Esta normativa, que entró en vigor el martes, no solo afecta los servicios de aborto, ya restringidos en el estado, sino que también amenaza con complicar el uso de estos medicamentos en otros contextos médicos esenciales, como el tratamiento de abortos espontáneos y la atención de emergencias posparto.

El misoprostol, además de utilizarse junto con la mifepristona en procedimientos abortivos, es un medicamento clave en situaciones críticas, como detener hemorragias graves después del parto. Sin embargo, bajo la nueva ley, el misoprostol debe almacenarse en cajas cerradas con llave, lo que, según los médicos, podría causar retrasos significativos en situaciones de emergencia.

La Dra. Jennifer Avegno, directora del Departamento de Salud de Nueva Orleans, explicó que su equipo ha realizado simulacros para medir cuánto tiempo adicional tomaría acceder a este medicamento en situaciones de parto. Estos ejercicios indicaron que el proceso se alarga varios minutos, lo que en circunstancias críticas, como una hemorragia posparto, podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, defendió la ley, argumentando que su objetivo es proteger a las mujeres del estado. No obstante, la normativa introduce sanciones severas para aquellos que posean los medicamentos sin una receta válida, incluyendo penas de hasta cinco años de prisión y multas de hasta 5.000 dólares. A pesar de esto, la ley exime a las mujeres embarazadas que posean estos medicamentos para su propio consumo.

Medicamentos para aborto y ansiedad

Uno de los aspectos más controvertidos de la ley es que sitúa a la mifepristona y el misoprostol en la misma categoría de control que medicamentos como las benzodiazepinas, a menudo utilizadas para tratar la ansiedad.

El impacto de la ley va más allá de los procedimientos abortivos. La mifepristona y el misoprostol se utilizan habitualmente en situaciones de abortos espontáneos y en la atención ambulatoria de pacientes con complicaciones.

Para muchas personas que experimentan abortos espontáneos, estos medicamentos ofrecen una solución más rápida que esperar días o incluso semanas a que el proceso ocurra de forma natural.

El Departamento de Salud de Luisiana intentó calmar las inquietudes emitiendo una guía en septiembre que aclaraba que los medicamentos aún podían ser utilizados para tratar emergencias como las hemorragias posparto. Sin embargo, esta guía también reafirma que deben almacenarse bajo llave, lo que podría generar demoras críticas.

A partir del 1 de octubre, los proveedores de atención médica en el estado deberán seguir un estricto proceso de documentación para acceder a los medicamentos, incluyendo una justificación detallada para cada prescripción.

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