Enfermedad de Lyme se propaga por todo Estados Unidos

La enfermedad de Lyme sigue creciendo en EE. UU., con más de 62 000 casos notificados en 2022, aunque la cifra real podría ser mucho mayor debido al subregistro

Enfermedad de Lyme se propaga por todo Estados Unidos

La infección es transmitida por la garrapata de patas negras, muy activa durante los meses de verano.  Crédito: Shutterstock

La enfermedad de Lyme se ha convertido en una de las infecciones transmitidas por insectos más prevalentes en Estados Unidos, superando en número de casos a otras enfermedades transmitidas por mosquitos, pulgas y garrapatas, como el virus del Nilo Occidental.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2022 se reportaron más de 62 000 casos confirmados de Lyme, aunque se cree que la cifra real de personas infectadas podría ser mucho mayor.

Las estimaciones de los CDC indican que debido al subregistro y la falta de notificación adecuada, el número total de infecciones podría ser hasta siete veces superior, situando el número de casos anuales en torno a los 400 mil..

El aumento constante en los casos de Lyme desde que comenzó el seguimiento oficial en 1991 ha despertado preocupaciones entre las autoridades sanitarias. Parte de este incremento puede explicarse por una mayor conciencia pública y mejores sistemas de vigilancia, pero no se puede ignorar el impacto del cambio climático en esta tendencia.

Las temperaturas más cálidas han ampliado el área geográfica en la que las garrapatas de patas negras, o garrapatas de ciervo, pueden prosperar, permitiendo que estas portadoras del patógeno responsable de la enfermedad de Lyme se extiendan a nuevas regiones del país.

La enfermedad se transmite principalmente a través de la picadura de una garrapata infectada, y sus síntomas iniciales incluyen una erupción circular roja que aparece en el lugar de la picadura entre tres y treinta días después del contacto.

A menudo descrita como una erupción en forma de diana, este síntoma es clave para identificar tempranamente la infección y buscar tratamiento. Si la enfermedad es diagnosticada y tratada de forma oportuna, generalmente con antibióticos, los síntomas pueden desaparecer por completo.

No obstante, en casos en que no se recibe tratamiento inmediato, la infección puede avanzar y volverse crónica, dando lugar a complicaciones graves como artritis, fatiga persistente y dolores musculares y articulares. Estos efectos a largo plazo, conocidos como el síndrome de la enfermedad de Lyme crónica, pueden afectar la calidad de vida de los pacientes de forma considerable.

El noreste de Estados Unidos sigue siendo la región más afectada por la enfermedad de Lyme, pero su presencia ha ido expandiéndose a medida que las garrapatas de ciervo han colonizado otras áreas. Un ejemplo claro de este fenómeno es Vermont, que en 2022 tuvo una de las tasas más altas de casos per cápita, con casi 200 infecciones por cada 100 000 personas.

Esta cifra contrasta significativamente con las estadísticas de 1996, cuando el estado reportaba solo un caso por cada 100 000 personas. Este drástico aumento no es exclusivo de Vermont; varios estados del noreste y el medio oeste han experimentado incrementos notables en los casos de Lyme en los últimos años.

Las garrapatas siguen siendo un problema grave para la salud pública en general, ya que, además de la enfermedad de Lyme, pueden transmitir otras infecciones peligrosas. Durante el verano de 2023, el medio oeste de Estados Unidos vio un aumento sin precedentes en las visitas a las salas de urgencias relacionadas con picaduras de garrapatas, lo que subraya la importancia de las precauciones preventivas en áreas donde estos insectos están presentes.

Los CDC han emitido una serie de recomendaciones para ayudar a las personas a protegerse de las picaduras de garrapatas. Entre las sugerencias principales se incluye el uso de ropa protectora, como pantalones largos y camisas de manga larga, cuando se visitan áreas donde las garrapatas son comunes, como bosques y prados con hierba alta.

Además, se aconseja meter los pantalones dentro de los calcetines para crear una barrera física que dificulte el acceso de las garrapatas a la piel. También es fundamental realizar inspecciones corporales exhaustivas después de pasar tiempo al aire libre, prestando especial atención a áreas del cuerpo donde las garrapatas suelen esconderse, como las axilas, detrás de las orejas y en el cuero cabelludo.

Aunque los casos de Lyme son más frecuentes en las estaciones cálidas, como primavera, verano y otoño, las garrapatas pueden estar activas en cualquier momento del año en que las temperaturas superen el punto de congelación. Por ello, las precauciones deben mantenerse vigentes durante todo el año, especialmente en áreas conocidas por ser focos de actividad de garrapatas.

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