62% de los compradores potenciales eligen autos eléctricos
Un estudio reciente revela que más de la mitad de los posibles compradores de automóviles están considerando seriamente pasarse a los vehículos eléctricos
Crédito: Tesla. Crédito: Cortesía
La adopción de vehículos eléctricos ha pasado de ser una tendencia emergente a convertirse en un fenómeno masivo en los últimos años.
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Hoy, más personas que nunca se plantean dejar atrás los motores de combustión en favor de alternativas eléctricas, y esto se refleja en las últimas investigaciones.
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Un nuevo informe ha puesto en evidencia que el 62% de los compradores potenciales en 2024 considera seriamente adquirir un coche eléctrico en su próxima compra.
Esta cifra ha crecido de manera constante, marcando un cambio en las preferencias de los consumidores que podría transformar por completo la industria automotriz.
Pero ¿qué es lo que está impulsando este cambio masivo? Según el estudio de Assurant, titulado “2024 US EV Consumer Study”, el interés por los vehículos eléctricos no se debe únicamente a la conciencia ambiental, aunque esta juega un papel importante.
Los principales motivos por los que los conductores están inclinándose hacia los coches eléctricos son, en su mayoría, prácticos y financieros: el ahorro en combustible, el bajo costo de mantenimiento y la posibilidad de cargar el vehículo en casa son los incentivos que más destacan entre los encuestados.
Este informe, destinado a ayudar a concesionarios a manejar su inventario eléctrico, es también una ventana para entender cómo los consumidores están percibiendo esta tecnología en evolución, no solo en Estados Unidos, sino también en Europa y otros mercados internacionales.
Aunque existen matices entre regiones, las conclusiones del estudio ofrecen valiosa información para prever cómo puede desarrollarse la demanda en otros países, como España.
El ahorro de combustible como principal motivador
La principal razón que impulsa a los posibles compradores a considerar un coche eléctrico es el ahorro de combustible. El 85% de los encuestados señala este factor como clave para su decisión.
Con el precio del combustible fluctuando constantemente y una creciente preocupación por las emisiones de carbono, muchos conductores buscan alternativas más sostenibles y económicas.
El bajo costo de mantenimiento también se perfila como un gran atractivo, ya que los vehículos eléctricos tienen menos partes móviles que los motores de combustión, lo que reduce significativamente la necesidad de reparaciones y reemplazos.
Además, la posibilidad de cargar el coche en casa ofrece una conveniencia difícil de igualar para los propietarios.
Esto no solo elimina las visitas regulares a la gasolinera, sino que también permite planificar los desplazamientos con mayor flexibilidad.
Para el 81% de los encuestados, esta capacidad es un factor determinante a la hora de optar por un coche eléctrico.

Cambios en la percepción de la autonomía
Una de las preocupaciones más comunes que frenan a los compradores potenciales es la llamada “ansiedad por la autonomía”, es decir, el miedo a quedarse sin batería durante un trayecto.
Sin embargo, los datos del estudio muestran que esta preocupación tiende a disminuir con el tiempo. Antes de adquirir su primer coche eléctrico, el 57% de los usuarios manifestaba ansiedad por la autonomía.
Sin embargo, después de utilizar el vehículo durante tres meses, esa cifra baja al 40%, y sigue descendiendo a medida que los conductores se familiarizan con las capacidades reales del coche.
Sorprendentemente, aunque muchos encuestados creen que necesitan una autonomía de hasta 644 km (400 millas), la realidad es que la mayoría de los conductores no recorren más de 120 km (75 millas) en un día.
Esto revela una discrepancia entre las expectativas y el uso real del vehículo, que poco a poco se va ajustando a medida que los usuarios ganan confianza.
Barreras persistentes: precio e infraestructura
Aunque el interés por los coches eléctricos va en aumento, el precio sigue siendo una de las mayores barreras para su adopción masiva. Para muchos compradores, el costo inicial de un vehículo eléctrico es considerablemente más alto que el de un coche convencional, a pesar de los ahorros a largo plazo en combustible y mantenimiento.
Esto ha llevado a que el precio sea señalado como el principal obstáculo para el 62% de los encuestados.
Otro reto importante es la infraestructura de carga. Aunque cargar el coche en casa es una ventaja, la disponibilidad de estaciones de carga públicas sigue siendo un problema para quienes realizan trayectos más largos o no tienen acceso a puntos de carga en su vivienda.
El acceso limitado a estas instalaciones hace que muchos compradores se muestren reticentes a hacer el cambio, especialmente en áreas rurales o menos desarrolladas tecnológicamente.
Incentivos fiscales y conciencia medioambiental
A pesar de estos desafíos, los incentivos fiscales y las subvenciones gubernamentales han sido un importante estímulo para los compradores de vehículos eléctricos.
En Europa, por ejemplo, la eliminación de estos estímulos en países como Francia y Alemania ha tenido un impacto negativo en las ventas, demostrando la importancia de estas políticas para el crecimiento del mercado.
Por otro lado, la conciencia medioambiental sigue siendo un motivador clave para el 80% de los encuestados. La menor dependencia de combustibles fósiles y el deseo de reducir la huella de carbono personal están ganando peso en la decisión de compra, especialmente entre los consumidores más jóvenes y comprometidos con la sostenibilidad.
La adopción de nuevas tecnologías
Finalmente, el estudio señala un grupo creciente de consumidores, conocidos como “early adopters”, que están especialmente interesados en las nuevas tecnologías asociadas a los coches eléctricos.
Para el 55% de los encuestados, la innovación tecnológica y el acceso a funciones avanzadas son razones suficientes para considerar un coche eléctrico, independientemente del precio o la infraestructura.