Chery y Maserati: la posible compra que sacude el mercado

En el turbulento entorno de la industria automotriz global, el nombre Maserati, sinónimo de elegancia y lujo italianos, podría estar a punto de pasar a manos chinas.

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El grupo Stellantis, conglomerado que alberga marcas emblemáticas como Peugeot, Jeep y Alfa Romeo, ha estado en el centro de la controversia debido a su complicada situación financiera y la posibilidad de deshacerse de activos clave.

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Entre las posibles soluciones, ha cobrado fuerza el rumor de que Maserati podría ser vendida a Chery Auto, uno de los principales fabricantes de automóviles en China.

El año 2024 ha sido especialmente duro para Maserati, una marca que, a pesar de su legado, lucha por mantenerse relevante en un mercado cada vez más competitivo.

La situación es tan grave que la posibilidad de que Stellantis, en su afán de asegurar la viabilidad del grupo, considere la venta de Maserati ya no parece una mera especulación.

Los rumores sobre una venta a Chery Auto, aunque no confirmados oficialmente, han sacudido los cimientos de la industria automotriz, planteando preguntas sobre el futuro de una de las marcas más icónicas del mundo.

De la gloria a la incertidumbre

Maserati ha experimentado altibajos en los últimos años. En 2023, la marca logró vender alrededor de 26,600 vehículos, una cifra respetable, pero lejos de su máximo histórico de 51,500 unidades en 2017.

Sin embargo, el 2024 ha sido desastroso para la marca, con un desplome del 50% en las ventas durante el primer semestre, alcanzando solo 6,500 unidades.

Estas cifras son alarmantes para cualquier fabricante de lujo y han encendido todas las alarmas dentro del grupo Stellantis, que desde su creación ha buscado consolidarse como uno de los actores más poderosos en la industria global.

La situación de Maserati se agrava con pérdidas operativas ajustadas de 82 millones de euros en lo que va del año.

En comparación con competidores como Ferrari y Lamborghini, que siguen cosechando éxitos y aumentando sus márgenes de beneficio, Maserati parece estar rezagada y luchando por encontrar su lugar en un mercado de lujo que no tolera debilidades.

Esta situación precaria fue aún más evidente cuando Maserati fue la única marca ausente en el Día del Inversor de Stellantis en 2024, un gesto que no pasó desapercibido y alimentó las especulaciones sobre su incierto futuro.

Stellantis, reestructuración y decisiones difíciles

El grupo Stellantis, bajo el liderazgo de Carlos Tavares, ha estado inmerso en una profunda reestructuración desde su formación en 2021. Con la fusión de PSA y FCA, Stellantis emergió como un titán automotriz con 14 marcas bajo su paraguas.

Sin embargo, mantener tantas marcas es un reto, especialmente en un mercado global volátil. En los últimos meses, Stellantis ha enfrentado huelgas, problemas en su cadena de suministro y un debilitamiento de su presencia en mercados clave como Europa y América del Norte.

En este contexto, no resulta sorprendente que la venta de Maserati haya ganado terreno como una opción viable.

Aunque Tavares ha insistido en que el futuro de la marca está asegurado, las declaraciones de la directora financiera de Stellantis, Natalie Knight, sugieren que la decisión final podría depender de la capacidad de encontrar un comprador adecuado que garantice la continuidad de Maserati. “Podría llegar un momento en el que nos preguntemos cuál es la mejor casa para Maserati”, comentó Knight en un reciente evento.

Chery Auto: un posible salvador desde el Este

Mientras tanto, los ojos están puestos en Chery Auto, el quinto mayor fabricante de automóviles de China, que ha experimentado un crecimiento meteórico en los últimos años.

En 2023, Chery fabricó más de 1.8 millones de vehículos, casi el doble de lo que había producido en 2021. La compañía china no es nueva en adquisiciones internacionales. Recientemente, se hizo con la antigua fábrica de Nissan en Barcelona, un movimiento que reforzó su presencia en Europa.

A pesar de esto, el proceso de producción se ha retrasado, lo que añade incertidumbre sobre la capacidad de Chery para manejar una adquisición de la magnitud de Maserati.

Aunque Chery ha negado oficialmente tener “información relevante” sobre una posible compra de Maserati, su respuesta ha sido interpretada por algunos como un indicio de que las negociaciones están en curso.

En lugar de emitir un desmentido rotundo, la ambigua declaración ha dejado la puerta abierta a la posibilidad de que Maserati termine bajo control chino, lo que podría significar un cambio radical en su estrategia y enfoque de mercado.

La incógnita del futuro de Maserati

Si bien la venta de Maserati a Chery Auto podría ser la tabla de salvación que la marca necesita para revitalizarse, también plantea varias incógnitas. ¿Cómo encajaría Maserati en el portafolio de Chery? ¿Mantendría la marca su identidad italiana y su enfoque en vehículos de lujo, o veríamos un cambio hacia la producción en masa al estilo de los gigantes automotrices chinos?

Estas son preguntas que, por el momento, no tienen respuesta, pero que preocupan tanto a los fanáticos de la marca como a los observadores de la industria.

Además, está el papel del gobierno italiano en esta posible transacción. Aunque el gobierno ha aprobado la venta de otras empresas italianas a manos extranjeras en el pasado, Maserati es un símbolo del patrimonio automotriz del país, y cualquier intento de venderla a una empresa extranjera seguramente provocará reacciones tanto a nivel político como social.

Maserati se encuentra en un punto de inflexión. El declive de sus ventas, la presión financiera dentro del grupo Stellantis y la posible compra por parte de Chery Auto podrían transformar radicalmente el futuro de la marca.

Mientras los rumores continúan, una cosa está clara: el destino de Maserati, una de las joyas del lujo automovilístico italiano, pende de un hilo. Solo el tiempo dirá si la marca encuentra un nuevo hogar en China o si logra recuperar su gloria bajo el paraguas de Stellantis.