Jóvenes enfrentan riesgos crecientes de acoso y explotación en el metaverso: estudio

Un estudio revela la vulnerabilidad de los jóvenes en el metaverso a discurso de odio, acoso y explotación sexual, especialmente entre las adolescentes

Los nacidos en los 90 tienen peor salud mental que cualquier otra generación: nueva investigación

El declive en la salud mental en la actualidad es más pronunciado en aquellos nacidos en la década de 1990. Crédito: Troyan | Shutterstock

Un estudio reciente revela que los jóvenes, en particular las niñas, son especialmente vulnerables a diversas formas de acoso y explotación en el metaverso. Este espacio inmersivo, donde se difuminan las fronteras entre la realidad física y digital, ha captado la atención de las nuevas generaciones, pero también ha dejado al descubierto graves riesgos de victimización.

La investigación, llevada a cabo por la Florida Atlantic University y la University of Wisconsin-Eau Claire, destaca la urgencia de establecer medidas de protección más efectivas para garantizar la seguridad de los adolescentes que frecuentan estos entornos virtuales.

Utilizando una muestra de 5.005 jóvenes estadounidenses de entre 13 y 17 años, los investigadores analizaron sus experiencias en el metaverso, un entorno digital en expansión que ha ganado popularidad entre los adolescentes.

De acuerdo con los hallazgos del estudio, un 44% de los participantes informó haber sido víctima de discurso de odio y más del 35% experimentó acoso. Estos incidentes incluyeron desde trolling hasta comportamientos depredadores, como el acoso sexual, con un 19% de los jóvenes reportando haber sufrido este tipo de agresiones.

Los resultados también ponen de manifiesto una clara disparidad de género: las niñas enfrentan un riesgo significativamente mayor de ser víctimas de acoso sexual y comportamientos abusivos en comparación con los niños.

Además, aunque las funciones de seguridad en las plataformas del metaverso, como la “Burbuja espacial” o el “Límite personal”, están diseñadas para proteger a los usuarios, muchos jóvenes no las emplean, lo que los deja expuestos a situaciones de vulnerabilidad. Curiosamente, las niñas son más propensas que los niños a utilizar estas herramientas de protección, además de seleccionar avatares que minimicen los riesgos de acoso.

El uso del metaverso entre los adolescentes ha crecido de manera exponencial. Un tercio de los jóvenes posee un dispositivo de realidad virtual y el 13% lo utiliza semanalmente. Este auge plantea preocupaciones, ya que la naturaleza inmersiva del metaverso puede intensificar las emociones y experiencias, lo que puede agravar los daños sufridos en casos de acoso o abuso.

La investigación revela que más del 18% de los jóvenes han sido víctimas de doxing, la exposición pública de información personal sin su consentimiento, y cerca del 30% han sido acosados por factores como su apariencia física, orientación sexual o creencias políticas.

Investigación sobre el ciberacoso

El Dr. Sameer Hinduja, profesor de la Escuela de Criminología y Justicia Penal de la Florida Atlantic University y codirector del Centro de Investigación sobre el Ciberacoso, advierte que algunos adolescentes son más susceptibles a estos tipos de victimización, especialmente aquellos que ya lidian con problemas de salud mental o con dificultades familiares.

Hinduja subraya que, aunque la realidad virtual tiene un gran potencial, también plantea desafíos únicos. La intensidad de las interacciones en el metaverso puede exacerbar los sentimientos de vulnerabilidad y angustia emocional, lo que demanda soluciones personalizadas para salvaguardar el bienestar de los jóvenes.

El estudio también sugiere que es esencial fomentar una mayor educación sobre el uso seguro del metaverso. Los adolescentes deben ser conscientes de las herramientas de seguridad a su disposición, como la posibilidad de bloquear o denunciar a otros usuarios, y las plataformas deben facilitar estos mecanismos para que los jóvenes puedan protegerse de manera efectiva.

Además, se recomienda que los padres jueguen un papel más activo en la supervisión de las actividades de sus hijos en estos entornos virtuales. Familiarizarse con las funciones de control parental, entablar diálogos abiertos sobre las experiencias en el metaverso y establecer límites claros son medidas clave para mitigar los riesgos.

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