Harris está de acuerdo con la evaluación de que Trump es un fascista

La vicepresidenta Kamala Harris dijo el miércoles que cree que el expresidente Donald Trump es un fascista, coincidiendo con la evaluación de varios exasesores principales de Trump, mientras aumentan sus advertencias sobre el carácter del candidato republicano y su idoneidad para el cargo, a menos de dos semanas del día de las elecciones.

Harris sostuvo el miércoles en CNN un encuentro televisado con votantes indecisos de Pensilvania y cuando se le preguntó directamente durante el foro si cree que Trump es un fascista, Harris dijo: “Sí, lo creo. Sí, lo creo”.

Los comentarios de Harris ocurrieron un día después de una declaración del exjefe de gabinete de Trump en la Casa Blanca, John F. Kelly, de que Trump cumple con la definición de fascista, intensificando un debate sobre si Trump tiene tendencias autoritarias y abusaría del poder gubernamental en un segundo mandato.

Muchos exempleados del gabinete de Trump “lo han llamado no apto y peligroso. Han dicho, en concreto, que tiene desprecio por la Constitución de Estados Unidos. Han dicho que nunca más debería servir como presidente de Estados Unidos. Sabemos que es por eso que Mike Pence no se presentó nuevamente con él (como vicepresidente)”, dijo Harris.

Definir a su oponente como un autoritario está siendo une estrategia recurrente para la recta final de la campaña de Harris. El miércoles en Telemundo, durante su única entrevista a un medio en español, clasificó a Trump de “fascista hasta la médula”.

En su entrevista con los votantes en la CNN también se le preguntó si creía que Trump era antisemita, a lo que Harris contestó: “Creo que Donald Trump es un peligro para el bienestar y la seguridad de Estados Unidos”.

“Creo que Donald Trump es peligroso. Cuando tienes un presidente de Estados Unidos que le ha dicho, supongo que muchas veces en la Oficina Oval, a sus generales, en esencia, ¿por qué no pueden ser más como los generales de Hitler?”, añadió.

Además, destacó que Trump “admira” a los dictadores y criticó su relación con líderes como el norcoreano Kim Jong-un o el ruso Vladimir Putin. 

En el foro con votantes indecisos, Harris también contestó a preguntas relacionadas con la economía, y dijo que implementaría un plan para prohibir la especulación con los precios. También argumentó que su propuesta de créditos fiscales aliviará el costo de vida de las familias de clase media y se comprometió a “no aumentar los impuestos a nadie que gane menos de $400,000 al año”. Harris también ha propuesto más deducciones fiscales para nuevas pequeñas empresas y créditos fiscales por hijos.

En cuanto al aborto, sugirió que apoyaría la eliminación del obstruccionismo para codificar los derechos al aborto. La vicepresidenta culpó a Trump por el retroceso de los derechos al aborto, diciendo que seleccionó a los jueces de la Corte Suprema con la intención de que anularan Roe vs Wade.

Harris promocionó su historial como fiscal en un argumento de que es una mejor candidata para manejar la seguridad fronteriza.

Sobre la inmigración, dijo que quiere que se incluya una “vía integral para la ciudadanía” en un esfuerzo por solucionar “este problema de larga data”, así como más agentes y personal fronterizo.

La audiencia estaba compuesta por demócratas, republicanos e independientes registrados. Harris insistió en que sería una “presidenta para todos los estadounidenses” y que el país necesita un presidente “que se base en el sentido común”.

Harris se comprometió a trabajar a través de las líneas partidarias para aprobar objetivos políticos como la vivienda, los derechos reproductivos y la frontera, señalando como ejemplo el acuerdo bipartidista sobre infraestructura logrado en el Congreso.

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