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Graban a director de policía en Michoacán disparando un “cuerno de chivo” en plena calle
Pedro Salvador Arias, director de Seguridad Pública en el municipio de Erongarícuaro, Michoacán, está en medio de la polémica a un mes de asumir el cargo
La reacción a estas imágenes no se hizo esperar, y varios usuarios criticaron el actuar del jefe policiaco. Crédito: X/@RED_Michoacan | Cortesía
El pasado 24 de septiembre, Pedro Salvador Arias Alvarado fue nombrado director de Seguridad Pública en el municipio de Erongarícuaro, Michoacán, y a poco mas de un mes ya se encuentra en medio de la polémica.
Esto se debe a que fue captado en video mientras disparaba un fusil AK-47, mejor conocido como “cuerno de chivo”, un arma de uso exclusivo del Ejército mexicano que está prohibida para civiles y fuerzas policiales en México, según la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Asimismo, este tipo de armamento es utilizado frecuentemente por los cárteles de la droga, tal como se comprueba con los decomisos que se realizan durante los operativos militares.
En el video de pocos segundos y que fue difundido en redes sociales, se ve a Arias Alvarado vestido de civil en la vía pública disparando dicho fusil hacia un terreno que parece abandonado, mientras la persona que graba lo anima.
La reacción a estas imágenes no se hizo esperar, y varios usuarios criticaron el actuar del jefe policiaco, en una entidad donde se han descubierto vínculos entre autoridades y miembros del crimen organizado.
Al respecto, la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán informó que ya abrió una investigación en contra de este sujeto, y que la Fiscalía General de la República también se encuentra investigando.
“Con relación al video donde presuntamente un elemento comisionado a la Dirección de Seguridad Pública de Erongarícuaro hace uso indebido de un arma de fuego, informamos que se inició una investigación en Asuntos Internos de la institución. Asimismo, colaboraremos con las diligencias de la FGR para esclarecer el hecho”, indicó la dependencia.
Por tratarse de un arma prohibida para el uso policiaco local, esto implicaría que el elemento en cuestión cometió un delito federal. Las sanciones por este delito incluyen penas de prisión de hasta 30 años, decomiso del arma y, en algunos casos, multas adicionales.
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