Modesto Morales, orgullo mexicano en el Puerto de Long Beach
El estibador mexicano es reconocido por el Consulado de México en LA
Modesto Morales tenía solo 18 años cuando se fue de su rancho en el estado de Guanajuato con la meta de trabajar solo por un año en Estados Unidos después de recibir una invitación de su hermano.
En ese entonces, Morales ya tenía dos años trabajando como administrador en un taller de llantas, pero quiso tomar la oportunidad de conocer otro país.
“En un año aquí te espero”, le dijo su patrón. “Con más salario y con el mismo trabajo”.
“El patrón me está esperando hace 44 años”, dice Morales. “Todavía no se llega ese año en que regrese para allá”.
Hace unos días, Morales fue reconocido con el galardón del Orgullo Mexicano del Mes del Consulado General de México en Los Ángeles.
“Nos da muchísimo gusto el estar hoy aquí en el puerto de Long Beach para reconocerlo a él [Morales] como una persona emblemática que representa a tantos otros mexicanos que vienen aquí a trabajar muy duro y al hacerlo de una manera tan sencilla, tan consistente, tan simple, pero a la vez tan poderosa”, dijo Carlos González Gutiérrez el Cónsul General de México en Los Ángeles.
De acuerdo con el Consulado, el galardón tiene como objetivo destacar a mexicanas y mexicanos que, con su dedicación y esfuerzo, han contribuido significativamente al bienestar de la comunidad en Los Ángeles, muchas veces de manera discreta y con un espíritu de perseverancia ejemplar.
Hoy en día, a los 62 años, Morales tiene más de 20 años como estibador en el Puerto de Long Beach que es uno de los principales puntos de comercio entre Estados Unidos y Asia.
Pero antes de su trabajo actual el mexicano se consideraba “mil usos” con los diferentes trabajos que tenía en varios estados como Pensilvania, Texas, Florida y ahora California.
Cada día, opera una maquinaria especializada para el manejo de cientos de contenedores, desempeñando un rol crucial en el flujo de bienes para la región.
“Es intimidante, te intimidas al ver que estás haciendo un trabajo y viene un contenedor que pesa 75,000 libras y ver que viene hacia ti”, dijo Morales de su trabajo. “Te dan ganas de correr”.
Aporte comunitario
Pero ahora, ayuda a otras personas a no tener miedo al trabajo como mentor voluntario en el programa “Child of the Deceased” enfocado en brindar capacitación y apoyo a los hijos de trabajadores portuarios fallecidos, contribuyendo a la reducción de accidentes y promoviendo la seguridad en el trabajo.
Antes de trabajar en el Puerto de Long Beach Morales pescaba en el área y se fascinaba cuando veía los contenedores y máquinas grandes.
Un día en 2003, una compañera de trabajo le regaló dos tarjetas postales. Una para Morales y la otra para algún conocido, para que ambos pudieran meter su nombre en la lotería para ser seleccionados para un trabajo en el Puerto.
Morales dudaba de que él fuera el elegido, pero dice que su nombre fue uno de los primeros en ser seleccionados.
En su primer día de trabajo, Morales se sentía perdido. Por suerte, un americano le echó la mano y le enseñó cómo hacer el trabajo, lo que él dice fue realmente una bendición.
“Desde octubre del 2004, ese americano ya no lo he vuelto a ver”, dice Morales antes de apuntar al cielo en un video del consulado. “[Dios] si me mando alguien que me ayudara a desempeñar mi trabajo”.
Durante el reconocimiento de Morales, el presidente del sindicato Internacional de Estibadores y Almacenistas (ILWU), Bobby Olvera Jr., compartió su agradecimiento por el trabajo que el mexicano ha hecho.
“Tu como hombre has demostrado tanta dedicación a tu familia, tu familia del ILWU, donde eres voluntario y jamás has dicho una cosa negativa”, dijo Olvera. “Tú eres el ejemplo
de lo que representa el ILWU”.
Morales también es padre de 8 hijos con una mayoría que se encuentran en la universidad o la preparatoria y su hija mayor recientemente ganó una elección Kent donde será la comisionada del condado.
“Me siento orgulloso porque mi papá es una persona tan altruista… donde quiera que esté siempre está feliz y tratando de motivar y apoyar a las demás personas”, explicó Efraín Morales uno de los hijos de Modesto. “Sé que él no lo hace para ser reconocido sino lo hace porque es y así es como fue criado”.
Efraín empezó a trabajar como estibador y actualmente es estibador de clase B con dos años y medio más para ser clase A como su padre.
“Viene uno de ilegal, pero si te propones a venir, puedes llegar a tener el sueño americano que es tener un trabajo de collar azul… pero para eso se requiere trabajar, trabajar y trabajar y ser honesto”, dijo Morales.