Hurtos menores a tiendas disminuyen, pero no lo suficiente

Cada vez más establecimientos comerciales, ponen bajo llave sus productos para evitar que sean robados

Cada vez más productos se encuentran en vitrinas bajo llave en las tiendas de Los Ángeles.

Cada vez más productos se encuentran en vitrinas bajo llave en las tiendas de Los Ángeles. Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia

Tras la epidemia de robos hormiga (shoplifting en inglés) en las tiendas que llegó a niveles alarmantes el año pasado, el Departamento de Policía de Los Ángeles reporta que los números han bajado levemente en un 9.4% con respecto al año anterior.

Sin embargo, cada vez se vuelve más común que las tiendas, supermercados y farmacias, tengan ciertos productos en vitrinas con candado, a fin de evitar que sean robados. 

Lo más común es ver perfumes,vitaminas, leche en polvo para bebés y artículos de belleza como cremas que están bajo llave. Los clientes que deseen comprarlos deben esperar a que llegue un empleado para abrir la vitrina y poder adquirirlos.

“El aumento de este tipo de robos se debe a que no hay consecuencias para las personas que los cometen. Si los detienen, salen libres porque no tienen que pagar fianza, ya que pueden robar hasta casi $1,000 y no sufren ningún castigo”, dice Antonio Vallejo, propietario de los supermercados Guanajuato Meat Market, ubicados en Wilmington, Harbor City y San Pedro.

Revela que por fortuna, sus negocios no han sido víctimas frecuentes de los hurtos, pero si ha tenido problemas en el que venden cerveza, por ahí sufrían robos constantes.

“Es positivo que haya perdido la reelección el fiscal George Gascón porque creo que sus políticas de mano suave contra la delincuencia, ayudaron a incrementarla. Esperamos que con un nuevo procurador, las cosas mejoren’”.

Mientras tanto, dice que es una lata, ir a una tienda y tener que esperar a que abran una vitrina para comprar un producto.

“La otra cosa es que mucho de estos robos no son denunciados por los comerciantes, porque al hacerlo, se incrementa el costo de los seguros; y luego ya nadie te quiere asegurar”.

Al final, considera que el costo de los robos a las tiendas, termina por caer en el consumidor. “El comerciante le pasa sus pérdidas al comprador”.

Las tiendas se están llenando de vitrinas con productos bajo candado. (Araceli Martínez/La Opinión)

El año pasado, el Departamento de Policía reportó más de 1,000 robos hormiga a las tiendas cada mes, el doble de los que se denunciaban antes de la pandemia. Eso llevó a que en agosto de 2023, la alcaldesa Karen Bass haya hecho equipo con las agencias policiacas de la región para formar el Grupo de Delitos Organizados contra el Comercio Minorista.

Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre, se presentaron 8,161 reportes de hurtos a tiendas, un descenso de 9.4%. Una baja de 77.4% con relación al mismo periodo en el 2022 y a los años anteriores a la pandemia de covid.

El hurto hormiga a las tiendas es un tipo de robo diferente a los que han sido perpetrados por turbas que llegan a las tiendas de manera sorpresiva rompiendo cristales y arrasando con lo que podían. Ejemplo de ello fueron los robos a las tiendas 7-Eleven o a la Americana Plaza en Glendale.

Los robos hormiga o el shoplifting son muy variados, puede ir desde alimentos como carne, queso, café, chocolates hasta baterías, cigarros, rasuradoras, y ropa y bolsas de diseñadores así como joyería, lociones y cremas; y no se diga licor.

Muchos hurtos hormiga nunca se reportan a las autoridades, por lo que es difícil medir la magnitud del problema. El hurto en comercios  se distingue del robo tradicional y se centra en bienes valorados por debajo de los $950. Por lo tanto, se imputa como un delito menor. 

Si el valor está entre 50 y 950 dólares y es su primer delito, lo más probable es que se enfrente a un cargo de delito menor de hurto.

El pasado 5 de noviembre, los electores en California aprobaron con 70.5% de los votos, la Proposición 36 que aumenta las penas y la duración de las condenas por determinados delitos, como el hurto y el robo de bienes cuyo valor no supere los 950 dólares y determinados delitos de posesión de drogas.

Joshua Montalvo, propietario de Melody Rose La Casita de los Ositos Gigantes y Joshua Montalvo Instrumentos, en el sur-centro de Los Ángeles quien fue asaltado y enviado al hospital en 2017, al tratar de evitar un robo en su negocio de guitarras, dice que los hurtos a negocios están creciendo mucho.

“Los delincuentes son estratégicos. Su modo de operar me deja sorprendido. Apenas aquí en la esquina, miré como saqueaban una gasolinera. CInco personas bajaron de un carro, y corrieron a agarrar la mercancía que pudieron, mientras el conductor los esperaba en el auto”.

Recuerda que aún sufre las secuelas en su salud del golpe que le dieron cuando intentó defender su negocio de los delincuentes. “Te duele que te quiten lo que con mucho esfuerzo te ha costado levantar”.

De acuerdo a Montalvo, debe haber cero tolerancia hacia los delincuentes de hurtos menores y robo a los negocios, pero también más iluminación en las calles, más policías en los lugares donde hay registros de asaltos, y que se involucren más con la comunidad.

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