Una bandada de aves domésticas se infectó con gripe aviar en Hawái
El primer caso de gripe aviar en aves domésticas en Hawái fue confirmado. Autoridades aseguran bajo riesgo para humanos, pero intensifican medidas de contención
Minnesota ha perdido un total de más de 5.5 millones de aves desde que comenzó el brote. Crédito: KHON SUPAN | Shutterstock
El brote de gripe aviar que ha afectado a múltiples regiones de Estados Unidos desde 2022 alcanzó un nuevo hito esta semana, con la confirmación del primer caso en aves domésticas en Hawái.
Este descubrimiento marca un hecho significativo, ya que es la primera vez que se registra la presencia del virus en una bandada local del estado insular desde el inicio de la epidemia. El caso fue confirmado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) el lunes, tras una serie de análisis en laboratorios especializados.
Las muestras iniciales fueron procesadas en la División de Laboratorios del Estado de Hawái, que forma parte de la Red Nacional de Laboratorios de Salud Animal. Posteriormente, los Laboratorios de Servicios Veterinarios Nacionales del USDA, ubicados en Ames, Iowa, ratificaron los resultados, corroborando que la cepa detectada coincide con la variante que ha infectado a miles de aves de corral y ganado lechero en el territorio continental estadounidense.
Desde que este brote comenzó a propagarse hace dos años, la gripe aviar ha tenido un impacto devastador. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reportan que más de 100 millones de aves de corral han sido afectadas, además de más de 10.000 aves silvestres y más de 500 hatos lecheros en distintas partes del país. Pese a estas cifras, las autoridades de salud recalcan que el riesgo para los humanos sigue siendo bajo.
El Departamento de Salud de Hawái, que detectó inicialmente el caso el viernes pasado, enfatizó en su comunicado la importancia de evitar el contacto con aves o animales enfermos o muertos, como medida preventiva adicional para los residentes.
Aunque la cepa identificada en el estado coincide con la que ha causado estragos en el continente, los expertos aseguran que las posibilidades de transmisión a humanos son limitadas, gracias a las barreras naturales que tiene este tipo de virus.
El USDA y los organismos locales están trabajando en medidas de contención para evitar que la gripe aviar se propague a otras bandadas en la región. El objetivo inmediato es proteger tanto a las aves de corral como a las poblaciones silvestres de Hawái, que podrían estar en riesgo de contagio.
Aunque el estado ha estado relativamente aislado del brote hasta ahora, las autoridades están reforzando las estrategias de bioseguridad en granjas y promoviendo la vigilancia activa entre la población avícola y ganadera.
Gripe aviar y la industria avícola
En el ámbito nacional, este brote de gripe aviar ha tenido repercusiones significativas para la industria avícola. La pérdida masiva de aves ha generado aumentos en los precios del pollo y los huevos, además de alterar el suministro de productos avícolas en diversos mercados.
Si bien Hawái tiene una dependencia moderada de las importaciones de alimentos, un brote descontrolado en el estado podría impactar la economía local y las comunidades agrícolas de manera importante.
Los CDC han subrayado que la gripe aviar tiene un historial limitado de transmisión a los humanos, pero la vigilancia continúa siendo clave para mitigar cualquier posible riesgo. Los residentes de Hawái han sido instados a informar cualquier avistamiento de aves enfermas o muertas a las autoridades locales, como parte de un esfuerzo conjunto para frenar la expansión del virus.
Mientras tanto, expertos en salud animal advierten que el brote actual, que se ha extendido por varios estados continentales, sigue siendo un recordatorio de la importancia de mantener altos estándares de bioseguridad y monitoreo constante en la avicultura.
Aunque la situación en Hawái parece contenida por el momento, la detección del virus en aves domésticas subraya la necesidad de redoblar los esfuerzos para evitar que el brote afecte a más animales y, potencialmente, a los humanos.
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