Virus de Oropuche se puede transmitir de madre a feto

Confirman la primera transmisión vertical del virus Oropouche en Brasil. Este caso destaca riesgos graves para el embarazo y la expansión del virus

Virus de Oropuche se puede transmitir de madre a feto

Archivo Crédito: KAMONRAT | Shutterstock

Un equipo de 23 investigadores de ocho instituciones en Brasil ha documentado el primer caso confirmado de transmisión vertical del virus Oropouche (OROV), un descubrimiento que genera preocupación sobre los riesgos de este arbovirus en mujeres embarazadas y sus fetos. Este caso fue publicado el 30 de octubre de 2024 en el New England Journal of Medicine, en una carta que detalla la evidencia de transmisión del virus de madre a hijo durante el embarazo. 

El virus Oropouche, identificado por primera vez en 1955 en la sangre de un trabajador de carbón en la isla de Trinidad, ha sido reconocido como un arbovirus zoonótico cuya transmisión se da principalmente a través del mosquito Culicoides paraensis. Aunque los brotes históricos del virus se han limitado al sur del Amazonas, la situación en 2024 muestra un expansión del virus en áreas previamente no endémicas dentro de las cinco regiones de Brasil. Estas infecciones en nuevas regiones sugieren la aparición de variantes genéticas del virus, resultado de procesos de recombinación, lo que podría estar facilitando su propagación. 

El caso documentado ocurrió en Ceará, un estado históricamente libre de OROV. A través de la vigilancia activa de laboratorio, se detectó la presencia del virus, y más tarde se identificaron 171 casos adicionales en esta región, predominantemente en los valles rurales del macizo de Baturité. Estas áreas, con paisajes agrícolas que favorecen la proliferación del mosquito Culicoides paraensis, se han convertido en un nuevo epicentro para la transmisión del OROV. 

El informe destaca el caso de una mujer embarazada de 40 años, que presentó síntomas como fiebre, escalofríos, dolores musculares y cefalea intensa en su trigésima semana de gestación. Aunque su historial clínico incluía diabetes gestacional controlada con metformina y ecografías prenatales normales, una evaluación médica el 27 de julio reveló complicaciones como sangrado vaginal leve y flujo oscuro. La ecografía detectó macrosomía fetal, lo que encendió las alarmas en el equipo médico. 

El 5 de agosto, la persistencia de síntomas y la disminución de los movimientos fetales llevaron a la confirmación de la muerte fetal. Tras análisis moleculares, se confirmó una infección aguda por OROV en la madre, descartando otros virus como dengue, Zika, Chikungunya y Mayaro. Además, muestras de tejidos fetales recolectadas de manera mínimamente invasiva revelaron la presencia de ARN del OROV, confirmando la transmisión vertical. 

El análisis genético posicionó al virus dentro del linaje OROVBR-2019-2024, asociado a las cepas responsables de los brotes recientes. Este hallazgo subraya la relación entre la muerte fetal y la propagación activa del virus, exponiendo los riesgos que representa durante el embarazo. 

La confirmación de la transmisión vertical del OROV no solo refuerza la necesidad de incluir este virus en el radar de las autoridades sanitarias, sino que también alerta a los proveedores de atención médica para considerar infecciones por OROV en mujeres embarazadas con fiebre y síntomas relacionados, particularmente en áreas donde el virus es endémico o emergente. 

El descubrimiento tiene implicaciones significativas para la salud pública, especialmente en el contexto de las expansiones geográficas del virus. Los brotes en regiones previamente no afectadas, como Ceará, apuntan a la necesidad de intensificar las estrategias de vigilancia y control vectorial. La capacidad del Culicoides paraensis para adaptarse a distintos entornos agrícolas pone en evidencia los desafíos para contener la transmisión del virus. 

Este caso emblemático también pone en relieve el impacto potencial del OROV en la salud reproductiva. Los hallazgos enfatizan que, aunque el virus se asocia comúnmente con fiebre y malestar general, las infecciones durante el embarazo pueden tener consecuencias graves, incluidas complicaciones fetales fatales. 

La expansión del OROV y su capacidad de transmisión vertical resaltan la urgencia de desarrollar intervenciones preventivas efectivas. Esto incluye campañas de sensibilización dirigidas a poblaciones vulnerables, como mujeres embarazadas, y el fortalecimiento de la infraestructura de salud para responder a brotes en áreas no endémicas. 

En un contexto de rápida urbanización y cambio climático, factores que facilitan la expansión de vectores como el Culicoides paraensis, las autoridades brasileñas enfrentan el desafío de prevenir que el OROV se convierta en una amenaza más grande para la salud pública. 

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