CDC actualizan pautas de atención del dolor

Los CDC actualizan su guía para el manejo del dolor, ofreciendo recomendaciones que equilibran seguridad y efectividad, priorizando decisiones personalizadas

CDC: más de 220 mil niños estadounidenses son diagnosticados con artritis

La artritis es una afección caracterizada por el dolor y la rigidez en las articulaciones debido a la inflamación. Crédito: Oporty786 | Shutterstock

El dolor crónico y agudo afecta la vida diaria de millones de estadounidenses, convirtiéndose en un desafío constante para el sistema de salud pública.

En respuesta a esta realidad, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han presentado una guía clínica actualizada con el propósito de optimizar la atención médica y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Este documento, que reemplaza la versión de 2016, se centra en promover prácticas seguras y efectivas para el manejo del dolor, fortaleciendo la colaboración entre médicos y pacientes.

La nueva Guía de práctica clínica de 2022 aborda aspectos clave para la prescripción de opioides en pacientes ambulatorios adultos. Entre las áreas prioritarias destacan: la evaluación inicial para determinar si los opioides son necesarios, la selección del fármaco y la dosificación adecuada, la duración y seguimiento del tratamiento, y la identificación de riesgos asociados al uso prolongado de estas sustancias.

Estas directrices voluntarias ofrecen flexibilidad a los profesionales de la salud, permitiéndoles adaptar las recomendaciones a las necesidades particulares de cada paciente y evitar tratamientos estándar que ignoren las circunstancias individuales.

Christopher M. Jones, director interino del Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones de los CDC, destacó que la prioridad es garantizar una atención “compasiva, segura y efectiva” para quienes padecen dolor. Jones subrayó la importancia de ofrecer a médicos y pacientes la información necesaria para evaluar los beneficios y riesgos de los diferentes enfoques terapéuticos, con el objetivo de reducir el sufrimiento y mejorar la calidad de vida.

El desarrollo de esta guía involucró un riguroso proceso científico basado en evidencia y en consultas amplias con expertos, pacientes, cuidadores y médicos. Además, un comité asesor independiente, revisores académicos y el público en general participaron en su revisión, asegurando un enfoque inclusivo y transparente.

Debbie Dowell, directora de investigación clínica de la División de Prevención de Sobredosis de los CDC, resaltó cómo los avances científicos de los últimos años y el aprendizaje obtenido de las experiencias vividas por pacientes han enriquecido el contenido de la guía.

A través de esta herramienta, los CDC pretenden empoderar tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes, fomentando una comunicación abierta que permita decisiones compartidas e informadas sobre tratamientos seguros.

Las recomendaciones también buscan prevenir los daños asociados a los opioides, uno de los pilares de la Estrategia de Prevención de Sobredosis del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Esto incluye promover alternativas basadas en evidencia que sean eficaces para el manejo del dolor sin depender exclusivamente de fármacos con alto potencial adictivo.

Mejorar el manejo del dolor

Uno de los objetivos centrales de la guía es garantizar un acceso equitativo a tratamientos efectivos, tomando en cuenta las barreras que enfrentan muchas personas para obtener atención médica de calidad.

Además, se enfatiza que las recomendaciones no deben interpretarse como mandatos legales ni sustituir el juicio clínico. En cambio, sirven como una referencia para promover enfoques individualizados que prioricen el bienestar y la seguridad del paciente.

Con esta actualización, los CDC buscan no solo mejorar el manejo del dolor, sino también abordar los desafíos que representa la crisis de los opioides en Estados Unidos. A medida que avanza la ciencia, el organismo continuará trabajando para equipar a los profesionales y pacientes con datos, herramientas y recursos que permitan tomar decisiones fundamentadas.

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