Investigación revela vida útil extendida en baterías EV

Un estudio reciente del SLAC-Stanford Battery Center desafía las estimaciones tradicionales sobre la vida útil de las baterías en los vehículos eléctricos

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V4 Supercharger de Tesla. Crédito: Tesla. Crédito: Cortesía

Las baterías de los vehículos eléctricos (EV) han sido objeto de un intenso escrutinio desde que esta tecnología comenzó a ganar terreno en la industria automotriz.

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Durante años, las preocupaciones sobre su longevidad, degradación y costos de reemplazo han sido factores clave en la percepción de los consumidores. Sin embargo, un estudio reciente liderado por el SLAC-Stanford Battery Center sugiere que estas inquietudes podrían ser exageradas.

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De acuerdo con los investigadores, las baterías podrían durar mucho más de lo que tradicionalmente se ha estimado, especialmente cuando se analizan en condiciones reales de uso.

Este hallazgo podría marcar un antes y un después en la transición hacia la movilidad eléctrica, dado que uno de los mayores retos para la adopción masiva de EV ha sido precisamente la incertidumbre sobre la durabilidad de sus componentes más costosos.

El estudio no solo aporta evidencia concreta, sino también desafía los paradigmas utilizados para medir la vida útil de las baterías.

Cambiando la perspectiva tradicional

Uno de los problemas fundamentales radica en la forma en que se calculan actualmente los ciclos de vida de las baterías. Las pruebas de laboratorio generalmente emplean un modelo de descarga y recarga constante que, aunque replicable en entornos controlados, está lejos de representar las condiciones reales de conducción.

En la vida cotidiana, los vehículos eléctricos enfrentan un rango mucho más amplio de escenarios: trayectos urbanos cortos, viajes prolongados por autopista, paradas frecuentes en el tráfico e incluso largos periodos de inactividad.

Para abordar esta discrepancia, los científicos desarrollaron cuatro perfiles de descarga basados en datos reales de conducción. A lo largo de dos años, evaluaron 92 baterías comerciales de iones de litio, empleadas en una variedad de condiciones que simulan el uso cotidiano de los EV.

Los resultados fueron reveladores: en muchos casos, las baterías mostraron una longevidad significativamente mayor a la proyectada por los modelos tradicionales.

Descubrimientos clave

Entre los hallazgos más sorprendentes, el estudio reveló que aceleraciones bruscas y breves pueden, en ciertas condiciones, ralentizar la degradación de las baterías.

Este resultado contradice la creencia de que todo uso intensivo acelera el deterioro. Además, se destacó el impacto positivo de prácticas como el frenado regenerativo y los periodos de reposo para extender la vida útil de las celdas.

Otro aspecto interesante fue la diferenciación entre el impacto del tiempo y los ciclos de uso. Mientras que los ciclos de carga-descarga son críticos para aplicaciones intensivas como taxis, autobuses o flotas de reparto, el tiempo es un factor más relevante para los usuarios promedio.

Esto significa que, para quienes utilizan sus EV con moderación, la degradación podría ser mucho menos severa de lo que se pensaba.

Tesla soluciona un problema clave en sus supercargadores
Supercargadores de Tesla. Crédito: Tesla.
Crédito: Cortesía

Hacia una gestión inteligente

Los investigadores también enfatizan la necesidad de que los fabricantes actualicen los sistemas de gestión de baterías (BMS, por sus siglas en inglés) para reflejar estos nuevos hallazgos. Ajustar el software que controla las baterías podría no solo optimizar su rendimiento, sino también aumentar significativamente su longevidad.

Por ejemplo, un BMS que incorpore algoritmos para gestionar las aceleraciones o el uso de frenado regenerativo podría maximizar el potencial de cada ciclo de carga.

Implicaciones para la industria

Estos descubrimientos llegan en un momento crítico para la industria automotriz, que está inmersa en un proceso de transición hacia la electrificación total.

Con los gobiernos estableciendo metas más estrictas para reducir las emisiones de carbono y con una creciente demanda de vehículos eléctricos, mejorar la confianza del consumidor en la tecnología es más importante que nunca.

Al demostrar que las baterías pueden durar mucho más de lo esperado, este estudio podría ayudar a disipar uno de los principales temores que frenan la adopción de los EV.

Asimismo, el estudio refuerza el argumento económico a favor de los EV. Aunque los costos iniciales de compra suelen ser más altos que los de los vehículos con motor de combustión interna, una vida útil extendida de las baterías podría traducirse en menores costos totales de propiedad.

Esto podría ser particularmente atractivo para compradores de flotas y consumidores conscientes del presupuesto.

El futuro de la movilidad eléctrica

A medida que las baterías continúan evolucionando, tanto en tecnología como en eficiencia, los estudios como el realizado por el SLAC-Stanford Battery Center son esenciales para comprender sus capacidades reales.

No solo ayudan a mejorar el diseño y la fabricación de estos componentes, sino que también contribuyen a generar confianza en una tecnología que será central para alcanzar los objetivos globales de sostenibilidad.

En resumen, se puede decir que este nuevo enfoque para evaluar la vida útil de las baterías podría cambiar la narrativa en torno a los vehículos eléctricos. Al ofrecer una perspectiva más realista y optimista, allana el camino para una adopción más amplia y segura de esta tecnología revolucionaria.

La movilidad sostenible parece más alcanzable que nunca, y los conductores podrían tener la tranquilidad de que sus EV no solo son buenos para el planeta, sino también una inversión a largo plazo.

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