Deportación de madre y sus hijos estadounidenses desata alertas sobre acciones de ICE

La deportación de Christina Salazar, y sus cuatro hijos, incluidos gemelos recién nacidos en Estados Unidos, ha desatado alertas de las acciones de la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

“La deportación de Christina Salazar y sus cuatro hijos pequeños, incluidos gemelos recién nacidos en suelo estadounidense, no solo es desgarradora para su familia, sino también una dura advertencia de lo que vendrá bajo la agenda extrema de deportación masiva de [Donald] Trump que busca detener, deportar y separar a las familias a una escala sin precedentes”, señaló Beatriz López, codirectora ejecutiva de Immigration Hub.

La postura de la organización no destaca que la actual administración es liderada por el presidente Joe Biden ni que ICE tiene guías de detención de inmigrantes.

Salazar y sus hijos fueron detenidos cuando acudieron a un encuentro con autoridades migratorias, luego de perder una cita el 9 de octubre pasado, la cual supuestamente sería reagendada, pero en lugar de ofrecerle una nueva cita, la madre fue deportada junto con sus hijos.

“Este caso ejemplifica una agenda más amplia que busca socavar los derechos fundamentales. La deportación de los niños nacidos en Estados Unidos es un fracaso moral y político que debería causar miedo e indignación en nuestra conciencia nacional”, agregó López. “Nos preocupa profundamente que la administración entrante de Trump busque agresivamente oportunidades similares al caso de los Arellano, para forzar la cuestión del derecho de nacimiento a los tribunales lo antes posible”.

Federico Arellano Jr., un ciudadano estadounidense y padre de los niños, enfrenta una batalla legal en Texas para recuperar a su familia, reveló al canal KHOU 11 en Texas, donde la familia residía.

Para López, el caso de los Arellano podría servir para acciones adicionales contra la ciudadanía por nacimiento y justificar las deportaciones de familias completas.

“El objetivo final, apenas velado, es socavar la ciudadanía por derecho de nacimiento en sí. Los informes de prensa ya han especulado que tales esfuerzos podrían incluir ordenar al Departamento de Estado y a la Administración del Seguro Social que retengan los números de pasaporte y de seguro social de los niños nacidos en Estados Unidos que no puedan demostrar que uno o ambos padres son ciudadanos estadounidenses o tienen estatus permanente en Estados Unidos en el momento del nacimiento”, dijo la activista.

Para López el caso de los Arellano podría ser el inicio de acciones mayores que afectarían a millones de familias mixtas, es decir, donde uno de los padres es indocumentado, como en el caso de Christina y su esposo Federico.

Tom Homan, el “zar de la frontera”, y el presidente electo Trump confirmaron que podrían deportar a familias completas, incluidos niños estadounidenses, para evitar la separación de familias.

“Seamos claros: no se trata solo de una familia. Se trata de desafiar una ley que es fundamental para quienes somos como estadounidenses y, al mismo tiempo, poner en peligro las vidas de decenas de millones de familias estadounidenses de estatus mixto en todo el país que ahora viven con el temor de la separación familiar, la detención y la deportación”, insistió López.

El caso de los Arellano, desde la perspectiva de Immigration Hub, permitiría avanzar con la agenda de deportación de familias completas y con el plan de retirar la ciudadanía por nacimiento, una promesa de campaña de Trump.

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