Hackers de Corea del Norte estarían detrás de 61% de los robos de criptomonedas en 2024

En el último año los robos de criptomonedas alcanzaron un total estimado de $2,200 millones de dólares, marcando un incremento significativo en comparación con años anteriores. 

Un informe reciente de Chainalysis revela que alrededor del 61% de estos fondos, es decir, $1,340 millones, fueron sustraídos por hackers vinculados a Corea del Norte. Este porcentaje consolida al país asiático como uno de los principales actores en el cibercrimen relacionado con criptomonedas, una tendencia que, según expertos, se ha acelerado debido a su aislamiento económico y la necesidad de financiar proyectos estratégicos.

Incremento en la frecuencia y el monto de los robos

El análisis de Chainalysis destaca que 2024 experimentó un aumento en los ataques cibernéticos enfocados en criptomonedas, registrando 303 incidentes frente a los 282 reportados en 2023. Este incremento del 21% refleja tanto la evolución de las tácticas empleadas por los atacantes como la creciente vulnerabilidad de ciertas plataformas en el ecosistema cripto.

Entre los robos más destacados se encuentran el ataque a DMM Bitcoin en mayo, donde los hackers sustrajeron más de $305 millones de dólares, y el incidente de julio que comprometió $235 millones en WazirX. Estos eventos subrayan que, aunque las plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi) fueron los objetivos principales en años anteriores, los servicios centralizados se han convertido en un blanco atractivo para los delincuentes en 2024.

Estrategias de los hackers norcoreanos

Corea del Norte ha perfeccionado sus tácticas de hackeo, utilizando avanzadas técnicas de ingeniería social, phishing y exploits de día cero para penetrar sistemas de seguridad. Los grupos más activos, como Lazarus Group, son conocidos por su alta sofisticación y capacidad para eludir medidas defensivas. 

Según el informe, estos grupos no solo se centran en robar fondos, sino también en lavar el dinero a través de intercambios descentralizados y plataformas de bajo control regulatorio.

Una vez lavados, los fondos son utilizados para financiar programas de armas de destrucción masiva y misiles balísticos. Este hecho ha encendido alarmas en la comunidad internacional, ya que el cibercrimen no solo tiene implicaciones económicas, sino también geopolíticas. Corea del Norte ha logrado evadir sanciones internacionales y mantener a flote su economía gracias a estos ingresos ilícitos.

Cambios en los patrones de ataque

Un aspecto interesante del informe de Chainalysis es el cambio en los patrones de ataque observado durante 2024. Si bien la actividad de los hackers norcoreanos alcanzó su punto máximo durante la primera mitad del año, disminuyó significativamente en la segunda mitad. Analistas sugieren que esta reducción podría estar relacionada con un acuerdo estratégico entre Corea del Norte y Rusia, el cual permitió a Pyongyang reducir su dependencia del cibercrimen al acceder a otros recursos financieros y tecnológicos.

Este cambio de comportamiento también podría estar influenciado por un aumento en la cooperación internacional para rastrear y recuperar fondos robados. Países como Estados Unidos y Corea del Sur han intensificado sus esfuerzos para sancionar a entidades asociadas con estos ataques y bloquear las transacciones relacionadas.

El informe de Chainalysis sobre los robos de criptomonedas en 2024 pone de manifiesto la magnitud del desafío que enfrenta la industria. Con Corea del Norte liderando este tipo de ataques, la comunidad cripto debe redoblar sus esfuerzos para mitigar riesgos y proteger tanto los fondos como la confianza de sus usuarios. La lucha contra el cibercrimen no solo es una cuestión económica, sino también una necesidad urgente para preservar la estabilidad y la seguridad global.

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