La píldora de harmina promete “curar” la diabetes

Investigadores han identificado cómo ciertos fármacos pueden regenerar células beta humanas, lo que abre nuevas posibilidades para tratar la diabetes

Pronosticar la prediabetes en jóvenes es posible: investigadores

Un metabolito relacionado con la dieta, y el ácido caprílico, un tipo de ácido graso, eran los que pronosticaban con mayor precisión la prediabetes. Crédito: Dulin | Shutterstock

Un equipo de investigadores y bioinformáticos de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí ha dado un paso importante en la lucha contra la diabetes, al descubrir nuevos mecanismos involucrados en la regeneración de células beta humanas, una de las principales células implicadas en la producción de insulina.

Esta investigación, que fue recientemente publicada en la revista Cell Reports Medicine, ofrece un avance significativo para las más de 500 millones de personas en todo el mundo que padecen esta enfermedad crónica.

A pesar de los avances en tratamientos, aún no se ha encontrado una solución terapéutica ampliamente disponible que pueda atender de forma efectiva la crisis mundial de la diabetes.

La diabetes es una enfermedad que se produce cuando las células beta en el páncreas pierden su capacidad para producir insulina, la hormona que regula los niveles de azúcar en la sangre. A pesar de los tratamientos actuales, no existen soluciones eficaces y escalables que puedan abordar de manera integral la epidemia global de diabetes.

En este contexto, el trabajo de los investigadores del Monte Sinaí, que ha estado en marcha durante más de 15 años, representa una fuente de renovada esperanza para millones de personas afectadas por esta enfermedad.

En 2015, los científicos del Monte Sinaí descubrieron un fármaco innovador, llamado harmina, que estimula la regeneración de células beta humanas. La harmina pertenece a una clase de compuestos conocidos como inhibidores de DYRK1A.

Esta sustancia mostró su capacidad para inducir la regeneración de células beta en estudios iniciales, lo que marcó un hito en la investigación sobre diabetes. Sin embargo, los avances no se detuvieron allí.

En 2019 y 2020, los investigadores demostraron que los inhibidores de DYRK1A podían interactuar positivamente con la señalización de TGF-beta y con los fármacos agonistas del receptor GLP-1 (GLP-1RA), como la semaglutida (Ozempic) y la exenatida (Byetta). Esta combinación potencializó la regeneración de las células beta humanas, resultando en un aumento más robusto en su número.

En julio de 2024, un nuevo estudio reveló que la harmina, cuando se administra por sí sola, puede aumentar la masa de células beta humanas en un 300%. Sin embargo, los resultados más impresionantes se alcanzaron cuando la harmina se combinó con un GLP-1RA, lo que provocó un aumento del 700% en la masa de células beta.

Efectiva para el tratamiento de la diabetes

Este hallazgo sugiere que la combinación de ambos compuestos podría ser una estrategia efectiva para el tratamiento de la diabetes, especialmente considerando que la harmina podría ser una forma accesible de terapia oral.

Una de las preguntas clave que los científicos se habían planteado durante su investigación era cómo la harmina lograba inducir la regeneración de células beta.

Los resultados más recientes han identificado una fuente inesperada para la regeneración: las células alfa del páncreas, que también se encuentran en abundancia en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. Estas células alfa, que originalmente tienen una función diferente, podrían transformarse en células beta mediante la acción de la harmina.

Este descubrimiento abre nuevas posibilidades, ya que podría significar que las personas con cualquier tipo de diabetes tienen un “reservorio” latente de células beta que solo necesitan ser activadas por fármacos como la harmina.

Este avance es el resultado de años de trabajo colaborativo entre diversos grupos de investigación. Andrew F. Stewart, MD, profesor de Medicina y director del Instituto de Diabetes, Obesidad y Metabolismo en el Monte Sinaí, destacó el impacto de estos descubrimientos, que comenzaron con el análisis inicial de fármacos de alto rendimiento que condujo al hallazgo de la harmina.

Stewart también señaló que la combinación de una pastilla de harmina con un GLP1RA, como la semaglutida, podría ser una solución asequible y escalable para millones de personas que padecen diabetes. La simplicidad y accesibilidad de esta terapia podrían hacerla una opción viable para abordar la creciente epidemia de diabetes a nivel mundial.

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