Jornaleros y voluntarios dan la mano a damnificados de incendios de Los Ángeles

Lo que más se necesita ahora es agua embotellada, pañales para bebé y adultos, mascarillas y herramientas para limpiar

Gloria Contreras y Patricia Guerrero llegan con pañales y andaderas para donar en el Centro para Jornaleros de Pasadena.

Gloria Contreras y Patricia Guerrero llegan con pañales y andaderas para donar en el Centro para Jornaleros de Pasadena. Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia

Desde North Hollywood, Gloria Contreras, una inmigrante chilena, llegó al Centro para Jornaleros de Pasadena (Pasadena Community Job Center) a donar pañales para los adultos mayores afectados por los brutales incendios de Los Ángeles.

En estos momentos la desgracia ajena es la desgracia propia. Perder todo, te puede pasar a ti o algún familiar”, dice Gloria, quien en los últimos días, se ha desplazado en transporte público a distintos lugares de Los Ángeles, para ser voluntaria durante los siniestros.

Hasta el 18 de enero, el fuego había dejado 27 personas fallecidas y 12,845 propiedades destruidas. Eso sin contar las que han sido dañadas o cuya destrucción total está por confirmar.

El Incendio Eaton ha sido contenido en un 76%, dejando hasta el momento la destrucción de 14,117 acres mientras que el temido Incendio Palisades, ha sido controlado en un 43% con un saldo de 23,713 acres consumidos por las llamas.

Filas de personas que esperan ser voluntarios para ayudar a damnificados por incendios.(Araceli Martínez/La Opinión)

Gloria comparte que son muchas cosas las que los damnificados necesitan porque se han quedado absolutamente sin nada.

Patricia Guerrero, quien acompañó a Gloria, también llevó a donar pañales, andaderas, toallitas húmedas de limpieza y otros productos de cuidado personal.

“Estos son donativos hechos por latinos que asisten al Centro para Adultos Mayores de Van Nuys. Ellos no se han quedado atrás y han querido apoyar, sabiendo que los pañales son caros. Por eso es tan valioso este donativo”, dice Guerrero, directora de actividades de un centro para ancianos.

Los damnificados de los incendios llegan en autos y caminando a recibir ayuda. (Araceli Martínez/La Opinión)

Centro de Acopio

El Centro para Jornaleros de Pasadena se ha convertido en un centro de recepción y entrega de donativos para los afectados por los brutales incendios que estallaron en la región el pasado 7 de enero.

“Los jornaleros se organizaron junto con organizaciones comunitarias y voluntarios para hacer de nuestro lugar un centro de acopio, cuando comenzamos a ver los daños de los incendios y que mucha gente perdió sus casas y su trabajo”, afirma José Madera, director del Centro para Jornaleros de Pasadena.

Dice que en los últimos siete días, la gente impactada por los incendios o los vientos, pueden acudir por agua, comida, pañales y diferentes artículos que necesiten al Centro para Jornaleros de Pasadena.

“Por un tiempo, tuvimos muchas familias que no tenían gas, luz, y la gente podía venir por comida caliente”, dice .

El Centro para Jornaleros de Los Ángeles se convierte en un centro de acopio para apoyar a víctimas de incendios. (Araceli Martínez/La Opinión)

Agrega que además los jornaleros han organizado brigadas para ir a limpiar las calles y parques de Altadena y Pasadena, ya que los vientos tiraron árboles y ramas.

“En muchas calles no se podía pasar. Los jornaleros junto con cientos de voluntarios acuden todos los días a limpiar las calles, y más ahora que las familias están regresando a sus casas”, dice.

Precisa que la comunidad ha respondido al llamado de ayuda, y cada día reciben toneladas de agua, leche y pañales. 

“La gente que ha perdido sus casas, sus negocios, o su trabajo pueden venir aquí”, observa.

Y destaca que quien necesite ayuda pueden ir al 502 N Lake Avenue donde se encuentra el Centro para los Jornaleros de Pasadena entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde.

“También necesitamos muchos voluntarios. Ellos pueden venir a registrarse para ayudar entre la 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde”.

José Madera, director del Centro para Jornaleros de Pasadena. (Araceli Martínez/La Opinión)

Lo que más se necesita

Subraya que ahora lo que más necesitan son mascarillas para respirar bien y proteger a los voluntarios del aire contaminado así como herramientas de trabajo para las brigadas de limpieza como palas, escobas y otros.

“Todavía hay mucho trabajo. No sabemos cuándo vamos a parar. Hay bastante basura. Nuestros equipos necesitan mascarillas para protegerse del humo que levantó el incendio y lentes de trabajo para los jornaleros”.

Agrega que necesitan mucha agua porque hay áreas donde todavía no se puede tomar, y también pañales para bebés y adultos mayores.

Efervescencia por ayudar

Los autos cargados con donaciones no paran de llegar con donaciones al Centro para Jornaleros de Pasadena, pero además se aprecia una larga fila de personas que en sus vehículos o a pie, llegan a pedir ayuda.

Hay otra larga fila de individuos que buscan inscribirse para ser voluntarios en la entrega y recepción de donativos.

Algunas camionetas loncheras han llegado para brindar comida caliente gratuita a los voluntarios y a las familias afectadas por los temidos siniestros.

Dentro y fuera del Centro para Jornaleros de Pasadena es efervescencia y revuelo. Es un remolino de gente moviéndose tratando de ayudar a las víctimas.

Víctor Martínez y su hija Victoria de 10 años sirven como voluntarios. (Araceli Martínez/La Opinión)

Voluntarios por primera vez

Mario Martínez y su hijo Victoria de diez años acudieron por primera vez para apoyar como voluntarios en el Centro para Jornaleros de Pasadena.

“Hicimos casi cuatro horas en la limpieza de calles cerca de donde ocurrieron los incendios”, dice Mario de oficio carpintero.

Revela que se animó a ir como voluntario, al ver la necesidad de tanta gente que ha perdido sus casas.

“Recogimos basura y la pusimos en bolsas para que nada más lleguen a llevársela los del Departamento de Limpieza de la Ciudad”, dice Mario, quien espera regresar el otro fin de semana para seguir asistiendo.

Antes de irse a su casa, hace un llamado a los angelinos para que se animen a ser voluntarios.

“La satisfacción que uno siente al ayudar en medio de esta catastrófe es muy grande. ¡Vénganse! ¡Hay mucho trabajo por hacer!”.

Madre, abuela y nietos acuden a recibir ayuda al Centro de Jornaleros de Pasadena. (Araceli Martínez/La Opinión)

En busca de ayuda

Gabriela Badillo y su madre Martha Ávalos, residentes de Pasadena acudieron en busca de ayuda al Centro para Jornaleros de Pasadena. 

Ellas fueron desplazadas de su hogar durante dos noches, debido al fuerte humo que arrojó el Incendio Eaton de Altadena sobre su barrio.

“Si tuvimos miedo porque pensamos que el incendio podía llegar a nuestras casas. Ahora estamos más tranquilas, pero a mucha gente como mi hermana les han reducido las horas de trabajo por el incendio”, dice Gabriela.

Madre e hija recibieron papel de baño, pañales y leche.

“Qué gusto me da ver gente que piensa en apoyar con donativos a los damnificados y a quienes los incendios no nos dañaron tanto. Es una tristeza ver amigos que se quedaron sin casa, sin sus departamentos, sin vivienda y hasta sin sus herramientas de trabajo”, platica Martha.

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