Miles de personas se congregan en Washington para protestar por retorno de Trump

Previo al arribo de Donald Trump a Washington para iniciar con los festejos alrededor de su investidura presidencial, miles de personas —muchas de ellas integrantes de organizaciones defensoras de derechos de civiles, de los inmigrantes y hasta de la comunidad LGBTIQ+— se congregaron para marchar en protesta por el regreso del magnate neoyorquino a la Casa Blanca.

Desde muy temprano en varios puntos de la capital del país y acompañados de una ligera lluvia, resultó notoria la presencia de grupos de personas de todas las edades en espera de sumarse a la denominada “Marcha del Pueblo” cuyo punto final será el Monumento a Lincoln.

Las manifestaciones son una continuación al descontento proyectado hacia el republicano de 78 años y sus políticas impuestas durante su etapa al frente del gobierno cuatro años atrás.

El objetivo de los participantes en el evento es mostrar su rechazo al cambio de visión que adoptará el gobierno federal a partir del martes, día en que oficialmente Donald Trump comenzará a poner en marcha una agenda encaminada, entre otros puntos, a la deportación masiva de inmigrantes, a la restructuración de varias agencias federales y a la desaparición de varios programas sociales, los cuales le resultan innecesarios y costosos para el presupuesto del gobierno.

“La Marcha del Pueblo” trae de inmediato a la memoria de un amplio sector de la sociedad otro evento multitudinario celebrado hace ocho años en defensa de los derechos de las mujeres, en el cual millones de ciudadanos levantaron la voz ante la posición de Donald Trump frente al tema de los derechos reproductivos.

Esta vez, entonando cánticos y pese a un viento frío que predomina por algunos momentos, algunos de los manifestantes portan carteles con diversas consignas pidiendo salvar al país o bien dejar que las mujeres decidan sobre su cuerpo, y hasta evocan cómo Estados Unidos se fundó gracias a los inmigrantes.

Mientras tanto, con el propósito de evitar que surjan desmanes, resulta notoria la presencia de la policía de la ciudad y especula que hasta algunos miembros del FBI monitorean el evento.

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