Inmigrantes están determinados a hacerse ciudadanos de los EEUU
Con la llegada de Trump, residentes que por años no se habían naturalizado, ahora llenan las clases de ciudadanía
Teresa Hernández, inmigrante salvadoreña, viajó desde Fontana hasta Pomona para poder recibir ayuda en su trámite de la ciudadanía después de 15 años de residente en los Estados Unidos.
“Hace como tres años intenté hacer el examen en inglés, pero no lo pasé”, dijo Hernández.
No obstante, ahora que las amenazas de deportación del presidente Trump se han empezado a hacer realidad, la inmigrante inició de nuevo su preparación para naturalizarse cuanto antes.
Explica que la ciudadanía significa seguridad para ella y a pesar de sufrir de ansiedad, está determinada a ser una ciudadana de los Estados Unidos.
Más de 35 inmigrantes asistieron al primer taller de ciudadanía de este año, dirigido por el Centro de Oportunidades Económicas de Pomona (PEOC, por sus siglas en inglés) en la Iglesia Episcopal de San Pablo.
El taller fue creado y liderado en asociación con el Centro del Inmigrante, Hadley Bajramovic Immigration Law, la Iglesia Episcopal de San Pablo y la Iglesia de los Hermanos de Pomona.
Laura Moreno, directora de los derechos de los inmigrantes en el centro PEOC, explicó que se evalúan los casos de forma gratuita antes de hacer el trámite, ya que mucha gente puede calificar para recibir fondos estatales para cubrir el costo de su trabajo.
En su mayoría, el taller es para las personas que han sido residentes durante al menos tres años, si están casados con un ciudadano estadounidense, de acuerdo con la directora de derechos de los inmigrantes.
Ella subrayó que no van a llenar toda la solicitud el mismo día. El objetivo es darles tiempo a las personas que reciben una cita de seguimiento para que cuenten con todos los documentos necesarios.
“Hacemos una evaluación rápida con voluntarios para hacerles ciertas preguntas sobre la solicitud”, dijo Moreno. “Al final de la cita determinamos si van a calificar para un seguimiento de un caso simple o si están lidiando con algo más complejo”.
Antes de ser una de las voluntarias que ayuda con las evaluaciones, Mónica Solorio recibió asistencia con el trámite de ciudadanía de su hermano y de ella.
“Ellos me ayudaron a mí, pero yo soy de las personas que trato de corresponder al apoyo que recibo de la gente”, explicó Solorio. “Pienso que, si puedo ayudar a los demás, lo hago. Ahora vivo pidiéndole a la gente que se haga ciudadana”.
La voluntaria subraya que, si las personas fallan el examen la primera vez, pueden seguir intentándolo hasta que lo pasen. Agrega que mientras más rápido se haga el examen de ciudadanía es mejor.
Durante su tiempo como voluntaria le gusta ver que personas se animan a hacer el proceso, pero subraya que le gustaría ver más apoyo para las personas que quieran ser ciudadanos.
Moreno habló sobre la importancia de la ciudadanía y mantiene que la residencia, aunque se llame residencia permanente, realmente no lo es.
“Si alguien termina teniendo que salir del país… y no le informa a inmigración y luego termina estando fuera del país durante dos años, puede perder su residencia”, explica. “Si alguien no paga impuestos, puede perder su residencia. Si no paga la manutención de los hijos, puede perder su residencia”.
De acuerdo con un volante del centro PEOC, se ofrecerán dos talleres de ciudadanía: el 22 de febrero en San Bernardino y el 22 de marzo en Riverside. De acuerdo con la directora de la organización, también ofrecen talleres para la renovación de DACA e informativos sobre los derechos de los inmigrantes donde cualquier persona puede preguntar y aclarar sus dudas.
Para las personas que temen las interacciones con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) o la Patrulla Fronteriza, Moreno sugiere tener un plan en caso de que algo ocurra, aunque hasta la fecha no se ha visto a inmigración en el área del Inland Empire donde se ubica la organización.
No obstante, al encontrarse con un agente migratorio la directora recomienda decir: ‘No estoy de acuerdo con eso’, ‘¿No tienes una orden judicial? y ‘No quiero que revise mi carro’, aunque los agentes lo harán de todas formas, pero no estás dando tu consentimiento de que lo hagan”, agrega. “Vas a pedir un abogado y no vas a firmar nada si te detienen”.
Moreno explicó que la mayoría de personas que fueron deportados en el condado Kern hace unas semanas, firmaron su salida voluntaria y por su cuenta debido a la presión, mientras que la mayoría de las personas que no firmaron, que fueron solo pocos, fueron liberados con un monitor de tobillo.
“Todas las personas que estaban bajo presión, se auto deportaron, una vez que alguien firma ese papel, no hay nada que podamos hacer en ese momento”, explica Moreno.