Las implicaciones de que DOGE de Musk acceda a los datos del IRS
Para senadores demócratas, que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, acceda a los datos fiscales, se vulnera su seguridad
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk, busca eliminar fraudes fiscales, a costa de los datos de los contribuyentes. Crédito: Shutterstock
Recientemente, la presencia del equipo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) liderado por Elon Musk, en el Servicio de Impuestos Internos (IRS) ha generado una creciente preocupación entre los legisladores demócratas. La principal inquietud gira en torno a la seguridad de la información fiscal de los contribuyentes y los posibles retrasos en la emisión de los reembolsos.
El acceso solicitado por DOGE al Sistema de Recuperación de Datos Integrados del IRS (IDRS) podría permitirles obtener información confidencial sobre las finanzas de individuos y empresas, lo que ha encendido alarmas sobre posibles abusos y violaciones a la privacidad. La solicitud provino de un empleado del IRS vinculado a DOGE, que está presionando para obtener acceso a una vasta base de datos que incluye información tributaria privada. Esta noticia fue reportada en primera ocasión por The Washington Post.
Este hecho ha preocupado a figuras clave como los senadores demócratas Ron Wyden y Elizabeth Warren, quienes en una carta al IRS expresaron su alarma sobre la firma de un memorando de entendimiento (MOU) que podría permitir a los ingenieros de software de DOGE acceder a estos sistemas.
Los senadores advirtieron que, según las leyes de privacidad del código tributario, el acceso no autorizado a esta información podría tener graves consecuencias legales.
Según Harrison Fields, portavoz de la Casa Blanca, DOGE tiene como misión identificar el despilfarro y el fraude dentro del sistema gubernamental.
“El despilfarro, el fraude y el abuso han estado profundamente arraigados en nuestro sistema quebrado durante demasiado tiempo”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Harrison Fields. “DOGE seguirá arrojando luz sobre el fraude que descubra, ya que el pueblo estadounidense merece saber en qué ha estado gastando su gobierno el dinero de sus impuestos, ganado con tanto esfuerzo”.
Por otro lado, defensores de DOGE aseguran que sus esfuerzos buscan reducir el gasto federal excesivo, que ha llevado la deuda nacional a niveles récord de $36 billones de dólares.
A pesar de estas intenciones, el acceso de DOGE a sistemas sensibles como los del Departamento del Tesoro, que almacenan datos personales de millones de estadounidenses, ya ha generado varias demandas y protestas.
La ley de privacidad de los contribuyentes establece fuertes protecciones para los datos fiscales, prohibiendo su divulgación sin el consentimiento expreso del contribuyente o sin una orden judicial.
Esta es una de las razones por las que Wyden y Warren argumentan que el acceso solicitado por DOGE podría ser ilegal, ya que las regulaciones limitan de manera estricta cuándo y cómo empleados fuera del Departamento del Tesoro pueden consultar dicha información.
La preocupación también abarca los efectos que podría tener en la temporada de impuestos. DOGE está operando en medio del período de presentación de declaraciones fiscales, lo que podría generar demoras en los reembolsos de impuestos, que son vitales para millones de familias estadounidenses.
“Cualquier retraso en los reembolsos podría ser financieramente devastador para millones de estadounidenses que planifican sus presupuestos en función de los reembolsos oportunos cada primavera”, señala la carta de los senadores del 17 de febrero.
Además, en un contexto de recortes laborales en el IRS, la situación se complica aún más. Según fuentes cercanas, miles de empleados temporales del IRS están siendo despedidos en plena temporada fiscal, lo que podría generar aún más dificultades para procesar las declaraciones y los reembolsos de manera oportuna. No está claro cuántos trabajadores del IRS podrían verse afectados.
La temporada de impuestos no lleva ni un mes y se prevén fuertes desafíos que los contribuyentes deben considerar para planificar la presentación de su declaración. La temporada fiscal de este año termina el 15 de abril.
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