Salud del Papa Francisco empeora y se encuentra en estado crítico
El Papa Francisco ha requerido altos flujos de oxígeno para lograr ser estabilizado en medio de una crisis respiratoria asmática
El estado del Papa Francisco entró en una etapa muy delicada Crédito: Alessandra Tarantino | AP
En las últimas horas, el máximo representante de la iglesia católica sufrió una crisis respiratoria asmática que requirió altos flujos de oxígeno, informó El Vaticano.
Una neumonía y una infección pulmonar compleja tienen al Papa Francisco en una situación crítica después de permanecer hospitalizado una semana.
De acuerdo con el Vaticano, después de algunas pruebas, cuyos resultados mostraron bajos recuentos de plaquetas asociados con anemia, el argentino de 88 años recibió transfusiones de sangre, pero sus problemas para respirar obligaron al cuerpo de médicos que lo atienden en el hospital Gemelli de Roma a suministrarle elevados flujos de oxígeno.
Desde Roma, se emitió un escueto comunicado describiendo la compleja situación que enfrenta el Sumo Pontífice.
“El Santo Padre continúa alerta y ha pasado el día en un sillón, aunque con más dolores que ayer. Por el momento el pronóstico es reservado.
El estado del Santo Padre sigue siendo crítico. El Papa no está fuera de peligro“, señala la misiva.
Los médicos advierten que, de ninguna manera el Papa se encuentra fuera de peligro, y su mayor temor es un posible surgimiento de una sepsis, infección grave en la sangre que puede ocurrir como complicación de una neumonía.
Desde marzo de 2013, cuando inició su pontificado pontificado tras la renuncia de Benedicto XVI, Jorge Mario Bergoglio —nombre real del líder religioso— nunca había experimentado una crisis de salud que comprometa su vida.
Sin embargo, padece una enfermedad pulmonar crónica y un ataque de bronquitis es el motivo que obligó a su hospitalización, el 14 de febrero.
El martes de esta semana, un neumólogo le diagnosticó afectaciones en ambos pulmones, con una infección multifacética causada por bacterias, virus y hongos sumada su bronquitis crónica.
A pesar de su estado crítico, el Papa Francisco no deja rezar e incluso ayer se dirigió a la capilla del hospital para orar durante 20 minutos.
Ante las especulaciones que giran sobre la posibilidad de que el Papa pudiera renunciar, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, emitió una declaración al diario Corriere della dando por descartada dicha opción.
“Ahora pensamos en la salud del Santo Padre, en su recuperación y en su regreso al Vaticano. Son las únicas cosas que importan”, enfatizó.
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