La semilla de sésamo es una aliada en el fortalecimiento de los huesos
Se puede comer en diferentes alimentos, desde pan hasta batidos o acompañar frutas y ensaladas

Las semillas ofrecen múltiples beneficios al organismo Crédito: Pixabay | Pixabay
Generalmente para mantener la salud ósea se recomienda el consumo de lácteos, al contar con un gran suministro de calcio para el organismo, pero también existen otras opciones que son fuente de este mineral y que sirven de complemente para la fortificación de los huesos.
Tal es el caso de una diminuta semilla que los especialistas en nutrición describen como una fuente de calcio y una gran aliada para la salud de los huesos, esta suele usarse en gran medida en las dietas veganas por su gran aporte de calcio, 100 g de semillas de sésamo aporta 1000 mg de calcio, mientras que 100 ml de leche de vaca, 125 mg.
La semilla de sésamo, también conocida como ajonjolí, es una fuente de nutrientes que contribuyen significativamente a la salud ósea al poseer un alto contenido en oxalatos, un antinutriente que secuestra al calcio y a otros minerales inhibiendo la absorción en el intestino.

Como sabemos, este mineral esencial es fundamental para la formación, fortalecimiento y mantenimiento de huesos y dientes, también previene enfermedades como la osteoporosis y una porción de ajonjolí puede aportar una mayor cantidad de calcio, por encima de los lácteos, posicionándola como un excelente aliado para quienes no consumen productos de origen animal.
Pero, además de calcio, el ajonjolí también aporta otros minerales que complementan la acción del calcio, tal como fósforo, magnesio y zinc, minerales clave para la densidad ósea y el proceso de reconstrucción de los huesos.
Dónde se encuentra el calcio en las semillas de sésamo
La mayor parte del calcio y de oxalatos se encuentra en la cáscara de las semillas de sésamo y el contenido del calcio dependerá de si se consume la semilla entera o descascarillada. Pero antes de consumir las semillas, hay que activarlas para eliminar los inhibidores enzimáticos y así aprovechar mejor sus nutrientes.

En gran medida, las semillas de sésamo están compuestas de grasa, principalmente la insaturada el ácido oleico (C 18:1 ω9) y el ácido linoleico (C 18:2 ω6) constituyen más del 80% de los ácidos grasos totales, las cuales actúan regulando los niveles de colesterol en la sangra, previniendo enfermedades inflamatorias y ayudando en el óptimo funcionamiento del organismo.
El ajonjolí también es una fuente de antioxidantes como la sesamina y el tocopherol, que ayudan a reducir el estrés oxidativo en las células óseas, retrasando su degeneración natural. Asimismo, aporta fitoestrógenos, compuestos que imitan los efectos del estrógeno en el cuerpo, beneficiando especialmente a personas en edad avanzada o menopáusica en el mantenimiento de la densidad ósea.
También son beneficiosas para controlar la diabetes, al poseer un alto porcentaje de magnesio, 350 mg por cada 100 gramos, el cual es un mineral con efectos positivos contra los síntomas de la diabetes.

Opciones para comer semillas de sésamo
Las semillas de sésamo se pueden añadir al pan casero, bizcochos, dulces o magdalenas e incluso se puede agregar como decoración a estos alimentos antes de introducirlos al horno para darles un toque decorativo y una apariencia provocativa.
También se pueden espolvorear las semillas de ajonjolí tostadas sobre ensaladas, sopas, arroces o verduras salteadas para agregar un toque crujiente y nutritivo.
En batidos es otra de las opciones para comer estas semillas, se le puede agregar una cucharada de ajonjolí crudo o tostado a batidos de frutas o vegetales. También se pueden moler las semillas previamente para facilitar su consumo y absorción.
Otra de las opciones es añadir las semillas de sésamo al yogur natural o frutas frescas, como plátano o manzana, para aumentar el contenido de nutrientes y fibra.