15 alimentos que jamás debes comprar congelados, han perdido su calidad

Algunos alimentos pierden sabor, textura y valor nutricional al congelarse. Estas son las opciones que conviene evitar en el supermercado

La pizza congelada, por ejemplo, suele contener ingredientes ultraprocesados, altos niveles de sodio y grasas saturadas.

La pizza congelada, por ejemplo, suele contener ingredientes ultraprocesados, altos niveles de sodio y grasas saturadas. Crédito: TY Lim | Shutterstock

No todo lo que viene congelado conserva la calidad que se esperaría. De acuerdo con expertos, algunos productos pierden sabor, textura o incluso valor nutricional en el proceso, mientras otros simplemente están cargados de ingredientes que no aportarían nada a una dieta equilibrada y saludable.

Te compartimos una lista 15 alimentos que es mejor evitar en su versión congelada

  • Los pescados y pollos empanados

Suelen llevar una larga lista de ingredientes que van más allá del filete principal: agentes leudantes, aceites poco saludables, azúcar y sal añadidos, e incluso aditivos identificados con números E. Aunque pueden parecer una solución rápida, muchas veces es mejor comprar la proteína sola y congelarla.

  • Hamburguesas

También tienden a estar muy procesadas. Aunque su preparación casera es sencilla —basta con carne molida, condimentos y, si acaso, un huevo—, las versiones industriales pueden incluir conservantes y altos niveles de sodio.

  • Calamar

Entero suele mantener su calidad, pero las versiones rebozadas o empanadas congeladas están cargadas de saborizantes, colorantes y conservantes. Además, la descongelación incorrecta puede afectar su textura, lo que hace que su preparación requiera más cuidado del que aparenta.

  • Pechugas de pollo

Cuando están congeladas, vienen “rellenas” con agua y aditivos que aumentan su peso y volumen artificialmente. Aunque esto debe declararse en la etiqueta, no todos los consumidores prestan atención a este detalle. Si ves que la pechuga contiene solo un 80% de carne, estás pagando por agua.

  • Postres lácteos

Suelen tener ingredientes ultraprocesados: azúcar en exceso, grasas vegetales poco saludables y aditivos de todo tipo. En contraste, un helado artesanal o de ingredientes simples suele ser más natural y sabroso.

  • Ajo

Su textura cambia y no siempre se comporta igual en platos que requieren un toque fresco. Además, su versión congelada suele venir envuelta en plástico, lo que aumenta la huella ambiental.

  • Comida infantil

Incluso los productos etiquetados como saludables pueden tener ingredientes ocultos o poco deseables. Preparar grandes tandas de comida casera y congelar porciones individuales puede ser una alternativa más nutritiva y económica.

  • Cebollas

También pierden parte de su textura y sabor característicos. Además, suelen venir en envases plásticos, mientras que las frescas muchas veces no requieren empaque adicional. Para ahorrar tiempo sin perder calidad, un procesador de alimentos puede ser tu mejor aliado.

  • Panquecas listas para calentar

También contienen aditivos y azúcar añadida. Prepararlas desde cero toma solo unos minutos y permite controlar mejor lo que se consume, además de ser una buena excusa para involucrar a toda la familia en la cocina.

  • Pasta

Aunque promete rapidez, su textura muchas veces no se compara con la de la pasta seca o fresca. Dado que cocer pasta toma apenas 10 minutos, no hay mucha ganancia real en tiempo, pero sí una pérdida en sabor.

  • Los croissants

Pueden parecer prácticos, pero la mayoría están cargados de aditivos, grasas procesadas y conservantes. Un pan horneado en una panadería de calidad o hecho en casa siempre ofrecerá un resultado más cercano al original.

  • Pizzas

Suelen contener ingredientes ultraprocesados, altos niveles de sodio y grasas saturadas. Hacer una pizza casera con base comprada y toppings naturales es una opción más saludable, sin requerir demasiado esfuerzo.

  • Salchichas

Entran en la categoría de carnes procesadas, que la OMS ha clasificado como potencialmente cancerígenas. Reducir su consumo es una medida preventiva recomendada.

  • Risotto

Si bien puede ser seguro desde el punto de vista sanitario, suele presentar una textura afectada y contiene conservantes. Prepararlo desde cero permite controlar mejor los ingredientes y disfrutar de un sabor auténtico.

  • Waffles

Pensados como solución rápida para el desayuno, suelen estar cargados de azúcar, sal y aditivos. Prepararlos en casa es simple y más nutritivo, además de permitir adaptar la receta a gustos personales.

Con un poco de planificación, muchos de estos alimentos pueden prepararse frescos en casa con mejores resultados y, en algunos casos, incluso a menor costo.

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