Jessie Hoffman, el primer reo ejecutado con gas nitrógeno en Louisiana
Jessie Hoffman fue condenado a pena de muerte en 1998 por la brutal violación y asesinato de una mujer de 28 años

Hoffman estuvo 27 años en el corredor de la muerte. Crédito: Federal Public Defender's Office For the Middle and Western Districts of Louisiana | AP
Louisiana ejecutó al reo condenado a muerte Jessie Hoffman con gas nitrógeno a pesar de los últimos esfuerzos de su equipo legal, que alegaba que el método violaba su libertad religiosa.
Hoffman, condenado por la brutal violación y asesinato de una mujer de 28 años en 1996, fue ejecutado en la Penitenciaría Estatal de Louisiana a las 18:50 hora local, según anunció el secretario del Departamento de Seguridad Pública y Correccionales, Gary Westcott, durante una conferencia de prensa el martes por la noche.
“Fue impecable”, declaró Westcott. “Salió tan bien como podíamos esperar”.
Hoffman, de 46 años, pasó el día visitando a familiares, abogados y a su consejero espiritual. Rechazó una última comida alrededor de las 18:12, según informó The Independent.
Poco después fue escoltado a la cámara de ejecución, donde se negó a prestar declaración final a las 18:20 y fue colocado en una camilla. Los funcionarios le colocaron una máscara en el rostro y administraron gas nitrógeno, que fluyó durante 19 minutos.
Esta fue la primera ejecución con gas nitrógeno en Louisiana y la primera del estado en 15 años. Otros tres estados —Alabama, Misisipi y Oklahoma— permiten las ejecuciones con gas nitrógeno, pero solo Alabama había utilizado este método anteriormente.
La ejecución de Hoffman había sido suspendida por el juez del Tribunal del Distrito Judicial 19, Richard Moore, hasta las 9:00 a. m. del martes, en espera de una audiencia. Un juez de Baton Rouge revocó la orden de restricción temporal a primera hora de la tarde.
Quería evitar ese método de ejecución
Los abogados solicitaron al tribunal que considerara si el uso de hipoxia de nitrógeno violaba la religión de Hoffman según la Ley de Preservación de la Libertad Religiosa, una ley estatal que establece que el gobierno no debe imponer una carga sustancial a la libertad religiosa de una persona a menos que el acto sea en interés del gobierno.
El recluso alegó que la hipoxia de nitrógeno interferiría con su derecho religioso a practicar la respiración meditativa durante su ejecución. Hoffman era budista.
“La respiración meditativa en el momento de la muerte tiene un profundo significado espiritual y el estado de terror creado por la inhalación forzada de nitrógeno hace imposible dicha práctica”, declararon los abogados de Hoffman al tribunal.
La fiscalía general de Louisiana respondió afirmando que el estado no dispone actualmente de otro método, ya que no se pueden conseguir fármacos para la inyección letal y no existe una silla eléctrica en funcionamiento. Louisiana permite legalmente las ejecuciones mediante gas nitrógeno, inyección letal y electrocución.
El gobernador republicano Jeff Landry autorizó las ejecuciones por hipoxia de nitrógeno el año pasado.
Además, Hoffman nunca argumentó que “exista una diferencia legalmente apreciable entre su respiración al perder el conocimiento por hipoxia de nitrógeno y la que tendría al perder el conocimiento tras ser fusilado”, argumentaron los abogados estatales.
Hoffman pasó ocho meses luchando contra el método del gas nitrógeno.
“Jessie Hoffman sufrió porque el estado decidió usar el final de su vida como un experimento”, declaró su abogada, Samantha Pourciau, en una declaración escrita tras su ejecución.
“Fue espantoso y prolongado, y precisamente aquello que nuestra constitución, como estadounidenses, debía protegernos de sufrir; precisamente aquello que los redactores de nuestro país pensaron que nos diferenciaría de la nación que queríamos abandonar”, añadió.
El crimen
Un tribunal condenó a Hoffman a muerte por inyección letal en 1998, aproximadamente dos años después de asesinar a Mary “Molly” Elliott en la parroquia de St. Tammany.
Elliott se preparaba para una cita con su esposo la víspera de Acción de Gracias cuando ocurrió el crimen. Salió de su oficina en el Barrio Francés y se dirigió a su coche. Fue entonces cuando Hoffman, un empleado de estacionamiento, la secuestró y violó.
Recibió un disparo mortal en la cabeza. Un cazador de patos encontró su cuerpo desnudo en el río East Pearl, en la frontera entre Louisiana y Misisipi, el Día de Acción de Gracias.
Hoffman tenía 18 años al momento del asesinato y estuvo 27 años en el corredor de la muerte.
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