Trump afirma que “China se equivocó y entró en pánico” al responderle con 34% de aranceles

El presidente Donald Trump criticó la posición asumida por el gobierno del “Gigante Asiático” al imponerle 34% de arancel a todas las importaciones de productos y materias primas importadas desde Estados Unidos.

Esta semana, el republicano de 78 años anunció la imposición de aranceles recíprocos dirigido a las naciones con las que regularmente comercia, pues lo considera necesario para equilibrar sus ganancias, esto en virtud de que afirma no le están aportando buenos dividendos a Estados Unidos.

En este sentido, uno de los países más perjudicados por las nuevas reglas de Trump fue China, país al que ya había castigado previamente con otros gravámenes al iniciar su segunda etapa al frente de la Casa Blanca.

En respuesta, el gobierno de Beijing no sólo les aplicó un arancel similar a todas las importaciones procedentes de Estados Unidos, sino que además el Ministerio de Finanzas de China integró a 11 empresas estadounidenses a su “lista de entidades no confiables” e impuso controles de exportación a otras 16 compañías.

Y por si esto fuera poco estableció controles a las exportaciones estadounidenses de siete minerales extraídos de tierras raras e incluso dejó de comprarle aves y productos derivados a dos de sus compañías más importantes.

Lejos de amedrentarse, la posición de China frente a Estados Unidos continúa siendo la de un adversario dispuesto a pagarle con la misma moneda, lo cual desconcertó al propio Donald Trump, quien recurrió a la plataforma Truth Social para advertirle a Beijing que se está equivocando al pretender enfrentarlo.

“China se equivocó y entró en pánico, ¡Algo que no se puede permitir!”, escribió.

Sin embargo, el hecho de que Beijing sea el tercer mayor mercado al que Estados Unidos le exporta productos y materias primas ha puesto en alerta a los mercados financieros, pues diversos analistas sostienen que el presidente republicano no midió adecuadamente las consecuencias negativas que podría significar la puesta en marcha de una política arancelaria con el riesgo de desacelerar la economía e impactar de lleno en el bolsillo del consumidor final.

Con respecto a China, al ser el segundo mayor proveedor de importaciones de Estados Unidos podría verse impactada temporalmente, pero al comerciar de manera abierta con más naciones quizá podrá recuperarse en menor tiempo.

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