Así es el método japonés para ahorrar todos los meses
La técnica de ahorro fue creada por la japonesa Motoko Hani en el siglo XX para ayudar a las amas de casa ahorrar más
Este método se puede adaptar a cualquier situación económica. Crédito: Shutterstock
Debido a la elevada inflación, el poder adquisitivo de los últimos años ha disminuido y por ende tanto la capacidad de ahorro como la holgura para gastos discrecionales ha mermado. Aunque existen muchos métodos efectivos para aumentar los ahorros aquí te compartimos un plan japonés denominado Kakebo que ayudará a administrar mejor sus finanzas personales.
Muchos ya conocen la regla de los 50/30/20 que se ha vuelto muy popular y que nos ayuda a llevar un mejor control del porcentaje de los ingresos, gastos y ahorros. En este caso, la técnica de Kakebo funciona como un “libro de cuentas” en el que se lleva un registro perfecto de los desembolsos a fin de lograrlos recortar para hacer crecer los ahorros.
Este método de ahorro nace a principios del siglo XX por parte de Motoko Hani una japonesa que desarrolló la herramienta para ayudar a otras mujeres amas de casa a administrar mejor las finanzas del hogar.
Es un sistema tan sencillo que lo único que se empleará es lápiz y papel, para llevar a cabo los registros mensuales de los ingresos. Una vez se conozca cuánto es el monto base se anotan los gastos fijos tanto los que se tienen mes a mes como, por ejemplo; servicios básicos, alquiler, alimentos, entre otros. Una vez, se tenga el total de los gastos mensuales y se resten del ingreso se debe destinar una cantidad para los ahorros.
Ahora bien, el método se amplía ya que para conocer cuánto se gasta mensualmente y hacer un presupuesto se debe primero saber los egresos diarios, ya sea en comida, transporte, servicios, ocio y esparcimiento, entre otros, así como también de los gastos mensuales incluyendo las emergencias o imprevistos (para esto último lo mejor es tener un fondo de emergencia).
Ya conociendo sus gastos diarios se puede proceder hacer un balance semanal y uno mensual. La ventaja de este método es que es muy sencillo ya que solo se tienen que sumar y restar y se puede adaptar a cualquier situación económica, tanto para familias numerosas como para personas que viven solas, además que permite hacer un seguimiento de ciertos gastos como los llamados “hormiga” que suele causar al final del mes grandes desbalances.
La desventaja quizás para algunos es que se debe tener constancia de los registros de gastos para poder hacer los balances a fin de mes; sin embargo, son sistemas que con el tiempo pueden dar grandes resultados si se tienen objetivos a largo plazo.
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