Lucid Motors compró activos tras caída de Nikola

Cuando una empresa colapsa, no todo lo que queda atrás son pérdidas. En ocasiones, lo que para una firma representa el final, para otra puede significar un nuevo comienzo. Eso es lo que ha ocurrido recientemente en la industria de los vehículos eléctricos con dos nombres bien conocidos: Nikola y Lucid Motors.

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Nikola Corporation, conocida por sus proyectos de camiones eléctricos y de hidrógeno, entró en bancarrota hace pocas semanas.

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La compañía, que alguna vez prometió revolucionar el transporte pesado sin emisiones, no logró sostener sus operaciones frente a una acumulación de problemas financieros y técnicos.

En paralelo, Lucid Motors —marca que ha recibido constantes elogios por su tecnología y diseño— ha encontrado en esta situación una oportunidad para seguir creciendo. Lejos de quedarse inmóvil, ha dado un paso estratégico con la compra de instalaciones y activos que pertenecían a Nikola.

Una compra estratégica y sin intenciones tecnológicas

Lucid Motors confirmó recientemente que ha adquirido “instalaciones y activos seleccionados” de la empresa en quiebra. No se trata de una fusión ni de una compra total: la operación no incluye propiedad intelectual, tecnología ni proyectos en curso de Nikola.

Lo que Lucid ha asegurado es infraestructura y equipamiento, en una jugada que busca fortalecer sus capacidades industriales.

Tampoco se ha detallado con exactitud qué instalaciones han sido adquiridas, pero se sabe que están ubicadas en Arizona, un estado clave para la industria de movilidad eléctrica en Estados Unidos.

La operación tiene además un componente social importante: “Lucid aspira a absorber a la plantilla de 300 personas de Nikola para que lleven a cabo los trabajos pertinentes sobre las instalaciones de Arizona”, se afirmó desde la empresa.

Beneficio doble: impulso para Lucid, oxígeno para Nikola

La transacción representa una inyección económica relevante para Nikola, que busca liquidez para hacer frente a compromisos pendientes. “Este pago será muy útil para ellos, ya que servirá para pagar los arreglos o desperfectos que deben subsanar a los clientes de Nikola que sí han recibido sus camiones eléctricos o de hidrógeno”, señala una fuente cercana a la negociación.

Para Lucid, se trata de un paso más en su plan de expansión global. Con la incorporación de nuevas instalaciones y personal calificado, la empresa puede aumentar su capacidad de producción local y, eventualmente, reducir su dependencia de componentes importados.

Esto no es un detalle menor. Con el endurecimiento de los aranceles impulsados por la administración de Donald Trump, fabricar más en suelo estadounidense puede representar un ahorro importante y una ventaja competitiva en el mercado.

Lucid Air y Gravity, los pilares de una marca en ascenso

Lucid Motors ha ganado protagonismo con dos modelos completamente eléctricos: el sedán Lucid Air y el SUV Lucid Gravity. El primero ya se vende en mercados como Estados Unidos y Alemania, y ha sido calificado por varios medios especializados como “el mejor coche eléctrico del mundo”.

Con precios que arrancan en torno a los $77,400 dólares para las versiones más básicas, el Lucid Air compite directamente con el Tesla Model S y otros modelos premium del mercado. El Lucid Gravity, por su parte, está pensado para un público que busca espacio, lujo y desempeño en un SUV eléctrico de gran autonomía.

La calidad de acabados, la autonomía y la potencia de los motores eléctricos son parte del atractivo de estos vehículos. Además, Lucid ha apostado fuerte por el diseño y la tecnología de conducción avanzada, lo que ha incrementado su reputación a nivel global.

Rumbo a una presencia más fuerte en Europa

El plan de Lucid no se limita a consolidarse en Estados Unidos. La firma ha declarado su intención de aumentar su presencia en Europa, donde por ahora solo vende el Lucid Air en mercados selectos.

“El proyecto que presenta la firma es lograr estar presentes en todos los países de Europa con sus dos coches eléctricos”, comentaron fuentes cercanas al equipo directivo.

Esa estrategia pasa necesariamente por una mejora en la capacidad productiva y logística, lo que podría estar en el trasfondo de esta reciente compra en Arizona.

Contar con más instalaciones en suelo estadounidense permite atender tanto la demanda local como la internacional con mayor agilidad, reduciendo costos de producción y evitando trabas aduaneras.

Una bancarrota, muchas lecciones

El caso de Nikola también deja lecciones para el sector. La empresa nació con grandes ambiciones, pero no logró superar los desafíos financieros ni las dudas sobre sus capacidades tecnológicas.

Su promesa de camiones impulsados por hidrógeno fue recibida con entusiasmo inicial, pero con el tiempo, surgieron dudas sobre su viabilidad.

Mientras tanto, Lucid ha apostado por el desarrollo sólido, con pasos más medidos y una ingeniería altamente especializada. Aunque también ha enfrentado desafíos en su crecimiento, sus productos han demostrado estar a la altura del mercado más exigente.

Lucid se posiciona ante un mercado en transformación

La industria automotriz vive una transformación radical, y los actores que sepan moverse con inteligencia y rapidez podrán consolidarse. Lucid Motors ha demostrado tener una visión clara del futuro que quiere construir: un ecosistema eléctrico de lujo, alto rendimiento y eficiencia industrial.

La adquisición de activos de Nikola es solo una pieza más de ese rompecabezas. Mientras algunos caen, otros se fortalecen, y lo que para unos fue una crisis terminal, para otros se convierte en una plataforma de impulso.

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