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Mercedes-Benz cesará la producción de las Citan y Clase T

La decisión responde a una estrategia de la compañía para centrarse en segmentos más rentables

Mercedes-Benz Citan

Mercedes-Benz Citan. Crédito: Mercedes-Benz. Crédito: Cortesía

Varios cambios se vienen gestando en Mercedes-Benz desde hace un tiempo. En esta ocasión, la marca alemana ha decidido que sus modelos más pequeños del segmento de vans, la Citan y la Clase T, dejarán de producirse en 2026.

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Se trata de una decisión que no toma por sorpresa a quienes han seguido los últimos movimientos estratégicos de la firma, orientados a simplificar su portafolio y centrarse en vehículos de mayor margen y proyección futura.

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Ambos modelos —la Citan como versión enfocada en carga y la Clase T como variante de pasajeros— fueron fruto de la colaboración con Renault y compartían plataforma con la Renault Kangoo.

Fabricadas en Maubeuge, al norte de Francia, estas vans representaban la apuesta de Mercedes-Benz por tener una presencia en el segmento compacto de vehículos comerciales y familiares.

A pesar del esfuerzo por ofrecer una alternativa “premium” dentro de su categoría, los números nunca acompañaron como se esperaba. Las ventas anuales no superaban las 40,000 unidades, cifra muy por debajo de lo necesario para garantizar su continuidad.

Incluso en sus versiones eléctricas, no lograron el impulso de modelos más consolidados como la Kangoo E-Tech.

“Las versiones actuales de Clase T y Citan, tanto de combustión como eléctricas, cumplirán su ciclo de vida y se retirarán de la producción en 2026”, confirmó un portavoz de Mercedes-Benz a medios alemanes.

Los planes para una nueva generación totalmente eléctrica basada en una plataforma futura aún son inciertos. Desde la marca aseguran que “no hay nada confirmado” respecto a una posible continuación, aunque admiten que una plataforma modular para vehículos comerciales medianos y grandes está en desarrollo.

Los cambios en Mercedes-Benz

La Clase T, lanzada en 2022, buscó posicionarse como una opción familiar y versátil, con mayor refinamiento que una van tradicional. Equipada con motores turbo a gasolina de 1.3 litros y diésel de 1.5 litros, también se ofrecía con transmisión manual, una rareza creciente en la gama Mercedes-Benz.

De hecho, su salida también marca el adiós a uno de los últimos modelos de la marca con tres pedales, a excepción de algunas variantes de la Sprinter.

Mercedes-Benz Clase T
Mercedes-Benz Clase T. Crédito: Mercedes-Benz.
Crédito: Cortesía

Por su parte, la Citan tenía una vocación puramente comercial. Su formato compacto era ideal para distribución urbana, aunque su alto precio frente a rivales más asequibles siempre fue un freno para una expansión más significativa.

En versiones básicas, arrancaba cerca de los $28,000 dólares, mientras que las versiones eléctricas superaban fácilmente los $34,000 dólares.

El anuncio también confirma el cierre de una etapa en la relación industrial entre Mercedes-Benz y Renault. Este binomio ya había dado señales de agotamiento con la descontinuación de modelos como el Clase X, la pickup basada en la Nissan Navara, y el Smart ForFour, compartido con el Twingo.

En cuanto al futuro inmediato, Mercedes-Benz ha dejado claro que su estrategia estará centrada en vehículos comerciales de mayor tamaño como la Vito y la Sprinter, donde sus márgenes de ganancia son mucho más sólidos.

Estas vans más grandes también serán protagonistas del plan de electrificación total de la marca en el segmento de transporte.

Renault, por su parte, continuará con la producción y evolución de la Kangoo, así como su versión para Nissan, la Townstar, ambas mejor posicionadas en términos de costo, eficiencia y volumen de ventas.

El adiós a la Citan y a la Clase T no es solo una consecuencia de números, sino también una muestra del cambio de paradigma dentro de Mercedes-Benz.

De apostar por una presencia amplia en todos los segmentos, la marca ahora prioriza el valor por encima del volumen, buscando consolidar una imagen más exclusiva, electrificada y centrada en la rentabilidad.

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