window._taboola = window._taboola || []; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/mycodeimpremedia-laopinion/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

Narcicismo comunitario: qué es y cómo nos puede afectar

El narcisismo comunitario se oculta tras la bondad, aparentes filántropos que en realidad buscan reconocimiento, control y validación social

Cómo identificar si tu nueva pareja tiene personalidad narcisista

Los narcisistas comunitarios suelen involucrarse en causas sociales porque estas les brindan una plataforma para proyectar esa imagen deseada. Crédito: RealPeopleStudio | Shutterstock

Aunque el término “narcisismo” suele evocar imágenes de personas arrogantes, egocéntricas y vanidosas, existe una forma menos evidente pero igualmente dañina de esta condición, el narcisismo comunitario.

Esta variante, más sutil y engañosa, se presenta en individuos que aparentemente dedican su vida al bienestar de los demás, pero cuyas acciones están motivadas principalmente por el deseo de atención, poder y validación.

A primera vista, los narcisistas comunitarios parecen modelos de virtud. Son los primeros en organizar colectas, liderar iniciativas solidarias, participar activamente en organizaciones sin fines de lucro y presentarse como pilares fundamentales de sus comunidades.

Pero detrás de esa imagen altruista se esconde una motivación egoísta, el deseo constante de ser admirados y reconocidos como personas excepcionales. Como lo explica la terapeuta Hannah Alderete, estas personas no están genuinamente interesadas en ayudar; su involucramiento responde más a la necesidad de alimentar su autoestima.

El concepto fue desarrollado por el investigador Jochen Gebauer y se basa en la idea de que el narcisismo puede camuflarse bajo comportamientos prosociales. En lugar de presumir su belleza o inteligencia, el narcisista comunitario exalta su moral, “Soy la persona más generosa”, “Nadie ayuda tanto como yo”.

Esta autoimagen de bondad superior, según el psicólogo W. Keith Campbell, puede parecer menos tóxica a nivel social, pero sigue alimentando una forma de superioridad disfrazada de virtud.

Plataformas para proyectar la imaen deseada

Los narcisistas comunitarios suelen involucrarse en causas sociales porque estas les brindan una plataforma para proyectar esa imagen deseada. No es raro verlos compartiendo en redes sociales sus logros “solidarios”, publicando fotos de eventos benéficos o haciendo públicas sus contribuciones económicas.

La validación externa es fundamental, necesitan una audiencia que aplauda constantemente su compromiso. Para quienes los rodean, este comportamiento puede parecer admirable, pero quienes conviven con ellos en la intimidad conocen otra cara.

En el entorno privado, especialmente con sus familias, estos individuos pueden ser fríos, exigentes, negligentes o incluso abusivos. La terapeuta Wendy Behary advierte que esta dualidad puede llevar a las personas cercanas a dudar de sus propias experiencias, ¿cómo es posible que alguien tan admirado en la comunidad sea tan hiriente en privado? Esta contradicción puede resultar especialmente confusa y dolorosa.

El narcisismo comunitario también se manifiesta en contextos laborales y legales. En disputas familiares o judiciales, estos individuos recurren a su reputación para reforzar su imagen pública, manipulando narrativas y desacreditando a otros.

Tina Swithin, experta en dinámicas familiares con narcisistas, señala que suelen presentarse como padres ejemplares o ciudadanos modelo, mientras sabotean relaciones y distorsionan la realidad en privado.

Por su habilidad para manipular y mantener intacta su fachada, los expertos recomiendan tomar precauciones al tratar con ellos. Documentar conversaciones, limitar el contacto personal, establecer límites firmes y evitar compartir información sensible son estrategias esenciales.

Muchos líderes de grupos o movimientos que parecen profundamente espirituales o humanitarios también encajan en este patrón. Prometen transformación, crecimiento y bienestar, pero lo que realmente buscan es poder y devoción absoluta.

Sin embargo, no todos los narcisistas comunitarios llegan a estos extremos; muchos están entre nosotros en situaciones cotidianas, ejerciendo influencia en pequeños círculos donde controlan las narrativas y manipulan desde las sombras.

Identificar a estas personas puede ser complicado, pero una señal clara es la disparidad entre su comportamiento público y privado. Es vital observar cómo tratan a quienes no pueden beneficiarlos directamente y estar atentos a inconsistencias entre lo que dicen y lo que hacen.

Sigue leyendo:

En esta nota

Narciso salud emocional Salud Mental trastorno
Contenido Patrocinado