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Detectan virus que causa una enfermedad similar a la polio en el Área de la Bahía

Virus respiratorios como la influenza B y el EV-D68 se propagan en el Área de la Bahía pese al descenso del COVID-19, alertan expertos en salud

polio

En la actualidad parece que el virus está ganando terreno nuevamente en algunos países. Crédito: Babul Hosen | Shutterstock

Aunque los niveles de COVID-19 en el Área de la Bahía se mantienen bajos, el panorama de salud pública sigue siendo motivo de preocupación para los expertos en enfermedades infecciosas.

Un repunte en la circulación de virus respiratorios, detectado a través del monitoreo de aguas residuales, ha encendido las alarmas entre profesionales de la salud que siguen de cerca la evolución de estos patógenos.

De acuerdo con WastewaterScan, un programa impulsado por la Universidad de Stanford que rastrea la presencia de virus en aguas residuales, actualmente existe una notable prevalencia de influenza B en prácticamente toda la región. Este tipo de gripe, aunque menos mutante que la influenza A, ha mantenido su circulación incluso después del invierno, momento habitual de mayor actividad viral.

La Dra. Monica Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas y profesora de medicina en la Universidad de California en San Francisco, considera que este incremento era esperable tras una de las temporadas de gripe más intensas que ha vivido California en décadas.

Solo en febrero, la tasa de contagio en el estado alcanzó el 27,8 %, apenas unos puntos por debajo de la media nacional, lo que se tradujo en un elevado número de hospitalizaciones y muertes.

Aunque los datos del Departamento de Salud Pública muestran una tendencia a la baja desde entonces, Gandhi advierte que aún hay una “alta circulación” viral. A este escenario se suman otros virus respiratorios que, si bien reciben menos atención mediática, representan riesgos reales, especialmente para poblaciones vulnerables como los niños.

El enterovirus D68 (EV-D68), también detectado en los análisis de aguas residuales. Aunque este virus suele provocar síntomas similares al resfriado en adultos, en menores puede tener consecuencias severas, como mielitis flácida aguda, una rara complicación neurológica similar a la polio que puede ocasionar parálisis temporal o permanente. Sus síntomas incluyen debilidad muscular, dificultad para tragar y hablar, y problemas de movilidad.

Prevenir aumento de casos

El EV-D68 no es nuevo; fue identificado por primera vez en California en 1962, pero ganó notoriedad en 2014, cuando provocó más de mil infecciones en 49 estados. Desde entonces, su aparición tiende a seguir un patrón estacional, incrementándose a finales del verano y en otoño.

Sin embargo, como advierte el profesor emérito John Swartzberg, de la Escuela de Salud Pública de UC Berkeley, su comportamiento aún no está completamente comprendido. Las aguas residuales han demostrado ser una herramienta predictiva útil, revelando aumentos virales incluso antes de que los casos clínicos se disparen.

Además del EV-D68 y la influenza B, también se ha detectado una alta concentración de metapneumovirus humano en zonas del norte de la Bahía como Marin, Santa Rosa y Napa. Este virus, aunque menos conocido, puede causar síntomas respiratorios severos, particularmente en niños, adultos mayores y personas inmunocomprometidas.

Swartzberg coincide con Gandhi en que la actual ola de virus respiratorios podría estar relacionada con la llamada “inmunidad vacía” que dejó la pandemia, mientras el enfoque estaba puesto en el COVID-19, gran parte de la población tuvo menos contacto con virus comunes, reduciendo así la inmunidad natural adquirida frente a ellos. Ahora, con menos defensas frente a virus conocidos, los contagios han encontrado una vía más fácil para propagarse.

Ambos expertos recomiendan medidas básicas pero efectivas para prevenir infecciones, quedarse en casa al presentar síntomas, evitar el contacto con personas enfermas, preferir espacios ventilados para las reuniones sociales y vacunarse contra la gripe estacional.

Aunque no existe vacuna contra el EV-D68, mantener buenas prácticas de higiene y estar atento a los síntomas puede ayudar a reducir el riesgo de contagio y complicaciones. Para más detalles sobre medidas preventivas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ofrecen recursos actualizados en su sitio web oficial.

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