Árbitro de la final de Copa del Rey rompe en llanto por campaña de Real Madrid TV
Real Madrid TV ha realizado piezas audioviuales en contra de varios arbitrajes durante la temporada
Ricardo de Burgos Bengoetxea lloró en rueda de prensa tras críticas y campaña contra su trabajo. Crédito: David Arjona | EFE
Ricardo De Burgos Bengoechea, árbitro designado para dirigir la final de la Copa del Rey 2024 entre Barcelona y Real Madrid, no pudo contener las lágrimas en la rueda de prensa previa al Clásico.
El colegiado vasco, de 39 años, denunció el impacto emocional que han tenido los vídeos críticos publicados por Real Madrid TV, asegurando que el acoso mediático ha traspasado los límites profesionales y afectado a las familias de los árbitros.
“Cuando un niño llega al colegio y le dicen que su padre es un ladrón, es muy jodido”, confesó con la voz entrecortada. “He tenido que explicarle a mi hijo que su padre se puede equivocar, pero es una persona honrada”.
De Burgos visiblemente emocionado en el Estadio de La Cartuja, sede de la esperada final, pidió una reflexión colectiva sobre los ataques a su estamento.
Aseguró que muchos colegiados viven una presión insostenible, y denunció que el foco mediático constante, alimentado por el canal oficial del Real Madrid, está afectando especialmente al entorno familiar de los árbitros.
Un Clásico con polémica garantizada
De Burgos admitió que encara el compromiso “con la preocupación de hacerlo bien y no defraudar a quienes confiaron en él para dirigir el partido más importante del año”. También fue realista sobre el contexto del duelo:
“Habrá polémicas y jugadas interpretables. Son dos equipos que juegan a gran velocidad, con futbolistas muy técnicos, lo que hace más difícil juzgar ciertas acciones, especialmente en el área”.
Apoyo al estamento arbitral
El árbitro bilbaíno quiso también agradecer el respaldo del presidente del Comité Técnico de Árbitros, Luis Medina Cantalejo, a quien describió como su “padre arbitral”. “Voy a muerte con él, igual que toda la plantilla”, aseguró, defendiendo la unidad del colectivo frente a los constantes cuestionamientos.
La Cartuja, escenario de emociones cruzadas
“Es un privilegio estar en Sevilla, una ciudad que respira fútbol y tiene dos aficiones increíbles”, dijo De Burgos, que buscará mantener el equilibrio en una final que promete máxima tensión, dentro y fuera del campo.
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