Algunos suplementos vitamínicos pueden retrasar la progresión del glaucoma
Vitaminas podrían frenar el avance del glaucoma sin bajar la presión ocular, según un nuevo estudio del Instituto Karolinska, ya en fase de ensayo clínico

En ratones con una forma leve de glaucoma, el suplemento logró detener completamente el daño al nervio óptico. Crédito: PeopleImages.com - Yuri A | Shutterstock
Una combinación de vitaminas podría representar un cambio significativo en el tratamiento del glaucoma, una enfermedad crónica que daña progresivamente el nervio óptico y puede causar ceguera.
Así lo revela un estudio reciente realizado por científicos del Instituto Karolinska, en Suecia, cuyos resultados han sido publicados en la revista Cell Reports Medicine. Basándose en estos hallazgos, los investigadores ya han comenzado un ensayo clínico en humanos para explorar los efectos terapéuticos de un suplemento vitamínico específico.

Durante años, la comunidad científica ha debatido el papel de la homocisteína un aminoácido presente de manera natural en el cuerpo en la progresión del glaucoma. Aunque se sospechaba que niveles elevados de esta sustancia podían ser un factor desencadenante de la enfermedad, los investigadores del Karolinska han arrojado nueva luz sobre esta teoría.
A través de experimentos realizados en modelos animales, observaron que al aumentar artificialmente los niveles de homocisteína en ratas con glaucoma, la condición no se agravaba. Esto llevó al equipo a reconsiderar su rol en la enfermedad.
El estudio también analizó datos genéticos y niveles sanguíneos de homocisteína en humanos. Los resultados fueron consistentes, no había relación significativa entre altos niveles de homocisteína y la progresión del glaucoma.
Además, las personas con una predisposición genética a acumular más homocisteína no mostraban una incidencia mayor de la enfermedad. Estas observaciones apoyaron la hipótesis de que la homocisteína no actúa como causa, sino como un efecto colateral de los cambios metabólicos que ocurren en el ojo durante el desarrollo del glaucoma.
Las vitaminas son clave
Motivados por estos hallazgos, los investigadores decidieron investigar las rutas metabólicas asociadas a la homocisteína. En ese proceso, identificaron alteraciones específicas en la forma en que la retina el tejido ocular que convierte la luz en señales para el cerebro— metaboliza ciertas vitaminas.

Descubrieron una ralentización del metabolismo retiniano, especialmente relacionado con el uso de vitaminas como la B6, B9 (ácido fólico), B12 y colina. Estos cambios, más que la homocisteína en sí, parecían tener un impacto más directo sobre la salud del nervio óptico.
A partir de esta observación, el equipo decidió probar si suplementar estas vitaminas podría ofrecer un efecto protector. En ratones con una forma leve de glaucoma, el suplemento logró detener completamente el daño al nervio óptico.
En ratas con una variante más agresiva de la enfermedad, la progresión se redujo significativamente. Lo más notable es que estos resultados se lograron sin necesidad de reducir la presión intraocular, el objetivo habitual de los tratamientos convencionales.
Esto sugiere que la estrategia basada en vitaminas actúa mediante un mecanismo diferente al de las gotas, láser o cirugía, que buscan disminuir esa presión.
James Tribble, investigador y profesor adjunto en el Departamento de Neurociencia Clínica del Instituto Karolinska, destaca que los resultados representan una esperanza real para quienes padecen glaucoma, especialmente aquellos cuya enfermedad progresa a pesar de los tratamientos tradicionales.
Según Tribble, “los suplementos parecen restaurar el metabolismo local de la retina, permitiendo que las células mantengan su función y se protejan del deterioro”.
Aunque aún es pronto para hablar de una cura, los investigadores confían en que este suplemento vitamínico pueda convertirse en un complemento eficaz que, junto con los tratamientos actuales, ofrezca una mejor calidad de vida a los pacientes.
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