Porsche pone fin al 718: adiós al Boxster y al Cayman
Porsche se despide de dos íconos de su gama: en octubre de 2025 dejará de producir los 718 Boxster y Cayman. El futuro ya no tiene pistones

El muy atractivo Porsche Boxster. Crédito: Porsche. Crédito: Cortesía
En la historia de la automoción hay vehículos que no solo definen un segmento, sino que salvan a sus marcas del colapso. Uno de esos casos es el Porsche Boxster, un roadster que, junto a su derivado coupé, el Cayman, no solo revitalizó la gama de Stuttgart, sino que también consolidó un tipo de conducción purista que hoy parece tener fecha de caducidad.
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Porsche confirmó que ambos modelos dejarán de producirse en octubre de este año. Con ello, el fabricante alemán pone fin a una etapa de más de dos décadas que marcó una era dorada para los deportivos con motor central.
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La transición será hacia una propuesta totalmente eléctrica que aún no está lista para salir al mercado, por lo que el relevo llegará recién en 2026.
El anuncio fue hecho por Frank Wiesmann, jefe de comunicación de Producto de Porsche Cars North America, en declaraciones a medios de prensa estadounidenses. Su confirmación selló oficialmente lo que desde hacía meses era un secreto a voces en la industria.
Aunque el configurador europeo ya había retirado a los 718 de sus opciones desde hace meses, la razón principal no fue una cuestión de demanda —que, de hecho, seguía siendo sólida—, sino el endurecimiento de las normas de seguridad en la Unión Europea.
La nueva legislación exige una mayor protección a peatones, ciberseguridad en vehículos y la inclusión de múltiples asistentes a la conducción, lo que habría requerido una inversión elevada para un modelo al final de su ciclo.
Europa dio la señal de despedida
En Europa, las únicas versiones que seguían disponibles hasta hace poco eran las más extremas y limitadas: el 718 Cayman GT4 RS y el 718 Spyder RS.
Estas ediciones radicales representan lo más puro del ADN Porsche: cuentan con un motor bóxer de seis cilindros y 4.0 litros atmosférico que entrega 500 caballos de fuerza, tomado directamente del 911 GT3, y se acopla a una caja de doble embrague PDK de 7 marchas.
Ambos modelos también incorporan un kit aerodinámico, mejoras en el sistema de frenos, ajustes específicos en la dirección y una suspensión orientada al alto rendimiento.
Se trata de ediciones que ya son objeto de culto y que, con la inminente desaparición de la gama 718, ganarán aún más valor entre coleccionistas.
El precio base de un 718 Cayman GT4 RS en Estados Unidos ronda los $160,700 dólares, mientras que el 718 Spyder RS comienza en $162,350 dólares. Por supuesto, los valores pueden elevarse considerablemente con opciones personalizadas, lo que es habitual entre los compradores de Porsche.

Una historia que comenzó con una crisis
Para entender la relevancia del Boxster dentro de la historia de Porsche, hay que remontarse a los años 90. La compañía atravesaba serias dificultades financieras y necesitaba un producto más accesible que ampliara su base de clientes sin sacrificar el espíritu deportivo.
El resultado fue el Boxster, lanzado en 1996. El nombre era una fusión entre “boxer” (por su motor plano) y “roadster”. Su diseño evocaba al mítico 550 Spyder y, aunque compartía algunos componentes con el 911 para ahorrar costos, se posicionó como un modelo distinto, ágil y con una experiencia de manejo pura.
En 2005 llegó el Cayman, su variante coupé, que ofrecía un chasis aún más rígido y un enfoque más enfocado en el rendimiento. Juntos, se convirtieron en el punto de entrada a la gama Porsche, atrayendo tanto a jóvenes entusiastas como a puristas de corazón.
Desde su debut, el Boxster ha vendido más de 350,000 unidades en todo el mundo, mientras que el Cayman superó las 200,000. Estas cifras lo colocan entre los modelos más exitosos de la marca.

¿Qué viene después?
Porsche ya trabaja en el sucesor eléctrico del 718, un modelo que utilizará una nueva plataforma desarrollada en conjunto con Audi y que ha sido adaptada específicamente para autos deportivos de motor central.
Se espera que conserve la distribución de peso equilibrada que caracterizaba al Cayman y al Boxster, aunque con una mecánica completamente diferente.
A pesar de que la fecha de presentación aún no ha sido confirmada, fuentes internas señalan que podría revelarse hacia finales de 2025, pero su llegada a los concesionarios se concretará en 2026. Este vacío de varios meses en la línea de producción refleja los desafíos de la transición energética, incluso para marcas tan avanzadas como Porsche.
Más allá de la nostalgia que genera el adiós del 718, la marca alemana mantiene su enfoque estratégico en la electrificación. El Taycan fue el primer paso, y ahora la ambición se traslada al resto de su catálogo.
Se espera que el futuro 718 eléctrico no solo reemplace en esencia a sus antecesores, sino que también inaugure una nueva visión de lo que significa ser un deportivo en tiempos de cero emisiones.
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