Tengo la tarjeta de crédito hasta el tope: 5 consejos para salir de la deuda
Existen métodos para pagar todas las deudas de tu tarjeta de crédito, e incluso los bancos pueden negociar los intereses contigo, si eres un cliente confiable
La deuda e intereses de una tarjeta de crédito pueden impactarte, especialmente si te descuidas, pero no es el fin de la vida. Crédito: TetianaKtv | Shutterstock
¿Asustado? Una tarjeta de crédito repleta de cuotas e intereses puede generar un gran temor, sobre todo si tus ingresos económicos no son suficientes para cubrir esa deuda. Sin embargo, debes saber dos cosas fundamentales. La primera: ¡cálmate! Y la segunda: si te organizas adecuadamente, a partir de ahora, podrás reducir esos números en menos tiempo del que imaginas.
Ya no te lamentes, la deuda existe y te toca asumirla. Afortunadamente, hay expertos en finanzas que se dedican a ofrecer consejos para salir de este tipo de situaciones, e incluso, las propias entidades bancarias están dispuestas a negociar los intereses si eres un cliente confiable.
5 consejos para pagar tu copada tarjeta de crédito
Lo principal es que dejes de utilizarla. No recurras al crédito por el hecho de haber pagado una o dos cuotas, no, es importante que te abstengas de cualquier compra. Tómalo como una sana enseñanza financiera. Cumplido ese requisito, aplica lo siguiente:
1. Mantente al pendiente de tus pagos
- Evita pagar solo el mínimo en tu tarjeta de crédito
Los emisores de tarjetas permiten hacer un pago mínimo mensual, generalmente cerca del 2% del saldo, pero hacerlo de forma regular puede salir muy caro. Cada vez que difieres un pago, el banco gana más por intereses. Por eso, mientras más te demores, más cara será tu deuda.
Revisa en tu estado de cuenta la sección que muestra cuánto tiempo te tomaría saldarla si solo haces el pago mínimo, y cuánto terminarías pagando en intereses.
- Aplica el método “bola de nieve” o de la “avalancha” para pagar deudas
El primer método prioriza las deudas más pequeñas. Haz una lista desde la menor a la mayor, paga el mínimo en todas excepto en la más baja, a la que destinarás el resto de tu presupuesto disponible. Una vez saldada, ese dinero pasa a la siguiente, y así sucesivamente.
En la segunda estrategia, en lugar de comenzar por la deuda más pequeña, este método se enfoca en eliminar primero la que tiene la tasa de interés más alta. A largo plazo, puede ser más rentable, aunque toma más tiempo ver resultados visibles.
- Automatiza tus pagos para no atrasarte
Programar los pagos de tus tarjetas es una forma sencilla de mantenerte al día y evitar recargos por retraso. Esto es especialmente útil si tiendes a olvidar fechas importantes. Y asegúrate de contar con suficiente saldo para evitar sobregiros.
2. Comunícate con los emisores de tus tarjetas
Hablar con tus acreedores puede abrir puertas. Si estás pasando por un momento difícil, llama y explica tu situación. Muchas veces los emisores están dispuestos a ofrecerte mejores condiciones o incluirte en un plan de asistencia si tienes buen historial como cliente.
Los programas por dificultades financieras ayudan en casos de desempleo, enfermedad o simplemente por el aumento del costo de vida. Puedes negociar tasas más bajas o evitar cargos adicionales. Y si no aceptan, al menos lo intentaste. Pedir ayuda nunca cuesta.
3. Evalúa consolidar tus deudas
Si varias deudas te abruman, considera consolidarlas en una sola cuenta con una tasa más baja. Tendrás un solo pago mensual, más fácil de manejar. Si tu crédito es bueno, podrías calificar para un préstamo o tarjeta con condiciones favorables.
Asimismo, y aunque suene contradictorio, abrir una nueva tarjeta puede ayudarte a salir de deudas si ofrece un periodo sin intereses. Busca opciones con al menos 15 a 18 meses de tasa cero para transferencias de saldo. Solo asegúrate de pagar todo antes de que termine el período promocional.
Otra opción es solicitar un préstamo personal para pagar todas tus tarjetas. Las tasas de estos préstamos suelen ser más bajas que las de las tarjetas de crédito. Así puedes ahorrar a largo plazo, siempre que mantengas tu disciplina financiera.
4. Considera opciones de alivio de deuda
Con la ayuda de una agencia de asesoría crediticia, puedes consolidar tus deudas bajo un plan con pagos mensuales fijos. Los asesores negocian con tus acreedores y podrías beneficiarte con tasas reducidas. A cambio, es posible que no puedas usar tus tarjetas mientras dure el plan.
Declararte en bancarrota elimina muchas deudas no garantizadas y te permite pagarlas en un plazo de tres a cinco años. Aunque esta decisión afecta tu historial crediticio por hasta una década, podría darte el respiro necesario para empezar de nuevo.
Otra opción es contratar a una empresa especializada para negociar una reducción del monto total de tus deudas. Sin embargo, suele implicar tarifas altas y no siempre funciona, por lo que hay que analizar bien los riesgos.
5. Reduce gastos y acelera tu plan de pago
Mientras trabajas en eliminar tus deudas, bajar tus gastos básicos puede ayudarte a liberar dinero. Aquí algunas ideas:
- Negocia tus servicios: llama a tu proveedor de internet, telefonía o seguro y pregunta por descuentos o promociones.
- Busca opciones de bajo costo: prioriza actividades gratuitas o con tarifas mínimas.
- Haz un presupuesto realista: establecer límites claros en tus gastos mensuales te permite tomar el control y avanzar más rápido hacia tu meta.
