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Ronda Política: La confianza en el LAPD se va a la basura

La comunidad no quiere que el LAPD siga colaborando con los agentes del ICE

A police officer prepares to fire rubber bullets during a protest over the death of George Floyd Friday, May 29, 2020, in Los Angeles. Floyd died in police custody Monday in Minneapolis. (AP Photo/Ringo H.W. Chiu)

Un grupo antidisturbio del LAPD intervino para retirar a la multitud en el centro de la ciudad. Crédito: Ringo H.W. Chiu | AP

Durante lo más álgido de las redadas de migración en sitios de trabajo, surgió una campaña de la comunidad que pedía llamar por teléfono a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass para exigirle que el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) deje de colaborar con el Servicio de Migración y Aduanas (ICE).

Cuando en una entrevista que la alcaldesa dio a La Opinión, una de las primeras preguntas que saltó a la mesa fue en torno a la colaboración LAPD-ICE. Bass respondió que es obligación de las fuerzas armadas apoyarse cuando le piden ayuda. Es como decir “vamos a ayudar a un oficial caído, nadie hace preguntas, y todos corren a ayudar”.

De acuerdo, pero entonces para qué molestarse pasando una ley municipal que establece que Los Ángeles es una Ciudad Santuario, lo que quiere decir que queda prohibida la cooperación del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) y el ICE para operativos de migración.

La propia ley estatal Santuario restringe la colaboración de las fuerzas armadas locales y estatales con el ICE y otras agencias federales encargadas de hacer cumplir las leyes migratorias; salvo cuando se trate de un peligroso delincuente.

Hasta el lunes 9 de junio, de los más de 120 arrestados entre el viernes 6 de junio y el sábado 7 de junio, el ICE solo había probado que alrededor de seis, tenían antecedentes criminales. 

La alcaldesa dice que el LAPD no se puede quedar cruzado de manos, cuando un manifestante causa desmanes, robos y daños a propiedades. Eso se entiende claramente, y nadie está pidiendo tolerancia hacia los vándalos.

Pero tampoco hay que olvidar, que quienes iniciaron la violencia son los agentes del ICE al lanzar a los manifestantes granadas, gases lacrimógenos y balas de gomas. Por supuesto, la  violencia no se debe responder con más violencia, y lo ideal es salir a manifestarse pacíficamente, pero resulta imposible evitar que las pasiones se desborden. Habrá gente que reaccione de una manera auténtica en defensa; habrá los fanáticos y tal vez, se cuelen personajes que quieren causar daños para hacer quedar mal a un movimiento legítimo.

Sin embargo, lo que causa mucha irritación en la comunidad, es que contrario a lo que dicen las leyes Santuario, el LAPD, que cabe decir, más del 50% está compuesto por latinos, se preste a colaborar con el ICE en sus operativos, y maltrate a la gente que sale a protestar.

Es cierto, no los ayudan a arrestar a los inmigrantes. Más faltaría, pero si les abren camino y los protegen para que se vayan con su preciada caza del día, decenas de trabajadores inmigrantes.

Así que por más que la mitad del corazón de la alcaldesa esté a favor de la comunidad inmigrante, que no solo son latinos, eso sí lo más ruidosos, el hecho de que el LAPD participe con el ICE, no la deja bien parada.

Y qué me dicen del Departamento del Sheriff de Los Ángeles, con más del 50% de sus oficiales juramentados, latinos, dando protección al ICE.

Nos ha quedado claro que más allá de razas, la solidaridad entre los cuerpos policiacos es indestructible, y por más que la alcaldesa Bass diga que no hay cooperación, la gente al verlos coludidos con el ICE, no le cree; y lo más grave, se sienten traicionados.

Años de trabajo para crear confianza entre el LAPD y la comunidad, se han ido al bote de la basura, tras su solidaridad con la Migra en sus violentas redadas migratorias.

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LAPD Redadas en Los Ángeles
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