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Un hombre ganó $7.4 millones en la lotería y termina sin hogar por confiar en el banco

Francisco Guerrero ganó $7.4 millones en la lotería y cambió su vida; pero no cómo lo imaginaba: la mala asesoría bancaria lo dejó sin casa y sin dinero

Ganador de lotería pierde todo por el banco

El ganador de una lotería en Tailandia perdió todo por culpa del banco. Crédito: Shutterstock

Francisco Guerrero, un obrero español que ganó $7.4 millones de dólares, terminó sin hogar tras confiar ciegamente en su banco. Lo que comenzó como el sueño de cualquier trabajador, se transformó en una pesadilla que lo dejó en la ruina dos décadas después de aquel golpe de suerte.

La historia comenzó en 2005, cuando Guerrero, residente en Tailandia y empleado en la construcción, obtuvo un premio equivalente a 240 millones de baht, la moneda tailandesa oficial.

Sin conocimientos financieros, decidió recurrir a su entidad bancaria para que lo asesoraran en la gestión del dinero. Esa decisión marcaría el inicio de su desgracia.

Según AS, medios tailandeses presentaron la historia en la que Guerrero relató que el trato en el banco fue tan amable como engañoso.

“Me llevaron a almorzar, me dieron dos copas de vino y firmé todo lo que me pusieron enfrente. Hasta hoy, no sé qué firmé exactamente“, explicó.

Sin saberlo, había aceptado un plan de inversión mal estructurado, que no solo acabó con su parte del premio, sino también con el 40% que había compartido con sus cinco hijos.

Todos los fondos fueron gestionados desde una única cuenta, lo que agravó aún más el impacto. Para 2009, tras una operación de rodilla, Francisco descubrió que prácticamente no quedaba nada de su fortuna.

Incapaz de cubrir los pagos de su hipoteca, terminó perdiendo su casa.

“Confié a ciegas, y me arruinaron la vida”, declaró.

Poner en perspectiva su pérdida resulta estremecedor: con su antiguo salario, habría necesitado 270 años para reunir el mismo monto que ganó en la lotería.

Guerrero presentó demandas contra el banco en tres ocasiones. Tras años de litigio, la justicia finalmente falló parcialmente a su favor.

El tribunal determinó que la entidad actuó con negligencia como asesora financiera. Se ordenó al banco devolverle $1.14 millones de dólares, además de $1.3 millones de dólares en compensación para sus hijos. A pesar del fallo, el daño ya estaba hecho.

Hoy, Francisco no solo vive sin dinero, sino también sin la tranquilidad que creyó haber comprado con su premio.

“Pensé que estaba haciendo lo correcto. Ahora no tengo nada, salvo la dura lección de que la suerte sin conocimiento puede convertirse en una trampa“, reflexionó.

Este caso sirve como un recordatorio contundente para quienes creen que ganar la lotería garantiza una vida libre de preocupaciones. Sin educación financiera ni asesoría independiente, incluso una fortuna puede desvanecerse con rapidez. La confianza ciega, especialmente frente a grandes instituciones, puede salir muy cara.

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