Infante de Marina visita a su padre encarcelado

Alejandro Barranco, hijo del jardinero Narciso Barranco, de 48 años, visitó el miércoles a su padre en el Centro Metropolitano de Inmigración de Los Ángeles.
“Se veía mal”, dijo Barranco. “Llevaba la misma ropa que cuando lo atraparon. Todavía tenía sangre en la camisa. Simplemente parecía asustado. Tiene los ojos rojos. Dice que le arden”.
El inmigrante arrestado el martes estaba laborando en jardinería afuera de un IHOP en la calle Ritchey y la avenida Edinger cuando fue golpeado brutalmente por agentes de la Patrulla Fronteriza.
“Esto no me hace querer menos a mi país. Lo quiero más porque veo a toda esta gente defendiendo a personas como mi papá”, dijo el joven que es parte de la Infantería de Marina de los Estados Unidos, al igual que sus dos hermanos.
A través del sitio CARE2PETITIONS, casi 13,000 personas habían firmado para solicitar el arresto y enjuiciamiento de los agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) enmascarados que golpearon al padre de los tres Infantes de Marina de Estados Unidos.
Asimismo, hasta 210,223 dólares se ha elevado la cantidad de donativos para la defensa legal de Narciso Barranco, en una cuenta de GoFundMe, en la que se describe la visita de su hijo en la cárcel, a través de una entrevista con MSNBC.

Versión oficial
“Agentes de la Patrulla Fronteriza arrestaron a un inmigrante indocumentado que intentó evadir a las fuerzas del orden”, declaró en un comunicado Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS.
“El inmigrante indocumentado huyó, se giró y apuntó con una desbrozadora [máquina de cortar pasto] directamente a la cara de un agente. Después, huyó por una intersección concurrida y volvió a apuntar con la desbrozadora al agente. El inmigrante indocumentado se negó a obedecer en todo momento: se resistió a las órdenes, se resistió a las esposas y se negó a identificarse. Los agentes tomaron las medidas pertinentes y siguieron su entrenamiento para usar la mínima fuerza necesaria para resolver la situación priorizando la seguridad del público y de nuestros oficiales. Ahora se encuentra bajo custodia de ICE”.
En el video no se observa a Narciso Barranco atacar a nadie. Incluso, un testigo del incidente le grita al agente “¡Hey! ¿Por qué le pegas?”.
Antes de ser trasladado a Los Ángeles, el ciudadano mexicano, que no fue identificado por autoridades de la Secretaria de Relaciones Exteriores de México publicaron una nota informativa titulada: “Consulado de México en California brinda asistencia integral a connacional detenido en Santa Ana”.
“Sobre el caso de un connacional detenido en las inmediaciones de un restaurante en Santa Ana, California, por parte de agentes de ICE, se informa que el Consulado General de México en Los Ángeles realizó la entrevista consular en el centro de detención de ICE en esa ciudad, y solicitó de manera formal y oficial que se le brinde la atención médica correspondiente para corroborar su estado de salud, además de que se mantendrá en comunicación con ICE para esclarecer los hechos”.
La nota añade que: “Por otra parte, personal de la Dirección General de Protección Consular y Planeación Estratégica de la Cancillería se estableció contacto con su familia para reiterar el apoyo consular y legal, así como la disposición de la Secretaría en la atención legal del caso, que será canalizando a uno de los proveedores del Programa de Asesorías Legales Externas (PALE) para determinar las acciones jurídicas correspondientes”.

Injustificada
Sergio Pérez, director ejecutivo del Centro de Derechos Humanos y Derecho Constitucional, dijo que la fuerza agresiva empleada por las autoridades federales contra Narciso Barranco es, a primera vista, injustificada.
“Es un símbolo de la continua e ilegal ofensiva de Trump contra las comunidades de refugiados e inmigrantes en Los Ángeles y el país”, añadió. “La administración Trump y su maquinaria migratoria están diseñadas para violar los derechos de nuestros seres queridos y amigos, y para sofocar la energía de nuestra comunidad mediante la represión violenta”.
Sergio Pérez reflexionó que las comunidades latinas y minoritarias de todo el país han vivido con la violencia policial a lo largo de su historia.
“El abuso de poder por parte de la policía no es nuevo; lo que sí lo es, es el empoderamiento por parte de la administración Trump a policías federales enmascaradas…, cuyo desprecio por nuestra Constitución y la ley federal es evidente en su trato diario a los residentes de Los Ángeles y otros lugares”.