El fuego invisible persigue a los afectados por los incendios
Los siniestros de enero han provocado una crisis de salud mental prolongada, cuyos efectos emocionales podrían durar varios años

Se calcula que más de 15,000 edificaciones quedaron en ruinas tras los incendios en California. Crédito: Huellla Zero | Cortesía
Los incendios de California, especialmente los de Eaton y Palisades, fueron algunos de los eventos más catastróficos de la historia en los Estados Unidos. Siete meses después, algunos afectados aún sufren las consecuencias en su salud mental.
El incendio de Eaton estuvo entre los ocho incendios forestales que comenzaron en enero de 2025 en el condado de Los Ángeles. Junto con el de Palisades, constituyen dos de los fenómenos de este tipo más destructivos en la historia de California. Ambos alcanzaron niveles sin precedentes en el sur del estado, dejaron 30 muertos y más de 15,000 edificaciones en ruinas.
Se calcula que cerca de 200,000 personas quedaron desplazadas por el desastre. Muchos sólo tuvieron minutos para escapar del fuego que se propagó sin control.
Los bajos niveles de humedad, las altas temperaturas y los vientos de Santa Ana crearon el escenario idóneo para este desastre medioambiental y desataron una crisis de incendios forestales, cuyo impacto aún es evidente en todos los ámbitos.
Las causas de los incendios de California aún están bajo investigación, pero los científicos han identificado al calentamiento global como un factor clave en estas catástrofes recurrentes.
Las temperaturas medias más altas contribuyen al aumento de la evaporación y a una mayor sequedad en la vegetación, y la convierte en yesca que es altamente inflamable. Las olas de calor prolongadas, cada vez más comunes y extremas, secan aún más el material vegetal, creando condiciones ideales para que cualquier chispa se convierta rápidamente en un infierno incontrolable.

El fuego invisible que no se ha ido
Desde el inicio de los incendios, hospitales, clínicas comunitarias y líneas de ayuda psicológica reportaron el aumento en casos de ansiedad, depresión e insomnio. Los especialistas coinciden en que las crisis emocionales podrían durar por muchos meses más, incluso años.
Marisela Viramontes pasó la noche del 7 de enero de 2025 sin dormir, rezando para que las llamas del incendio Eaton no alcanzaran su casa en el Oeste de Altadena. Ni ella, ni su esposo, ni sus dos hijos —de 27 y 10 años— imaginaban que sería la última noche en el hogar donde vivieron más de 20 años.
“Imagínate el peor sueño de tu vida, del que quieres despertar y no puedes, porque lo estás viviendo. Es tan traumático porque nunca termina. Un día estás bien, otro día… es muy emocional”, expresó Viramontes.
“Uno trabaja duro para todo lo que no tiene. Y yo sé que dicen es material lo vuelves a recuperar, pero no es así. Las primeras fotos, la primera pijama de tus hijos… ¿Cuándo vas a recuperar eso? Nunca. Perdimos mucho más que cosas materiales”, añadió.

La más reciente Encuesta de Salud de California (CHIS) de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la más grande del país, indica que 1 de cada 8 adultos en California ha experimentado incendios forestales en los últimos dos años. Además, 1 de cada 5 adultos californianos reporta problemas de salud física y 1 de cada 7 problemas de salud mental vinculados a estos desastres.
Para los niños que viven en zonas afectadas por los incendios, el trauma ha sido especialmente difícil de procesar. La Asociación de Psicología Infantil de California reportó un aumento de 65% en los casos de pesadillas recurrentes, regresión del habla y trastornos de conducta.
Además, lidiar con la pérdida de una vivienda o de seres queridos supone estrés y desencadena trastorno del sueño, aumenta la tensión nerviosa, provocan cambios de humor, ataques de pánico, depresión clínica y los efectos pueden durar años.
Los efectos en la salud del estrés postraumático
Para el doctor David Eisenman, director del Centro de Salud Pública y Desastres de UCLA, quien se dedica a estudiar el impacto del cambio climático global en la salud de las personas, este es un motivo de preocupación.
“Pienso que lo que no se está discutiendo son los efectos en la salud… Los efectos en la salud mental, lo que vamos a ver en términos de consecuencias en la salud en un año. Nadie está hablando sobre eso. Y no ha sido una prioridad para las discusiones de los políticos”.
De acuerdo con las investigaciones del Dr. Eisenman la depresión y el síndrome de estrés postraumático están entre las cicatrices invisibles más comunes tras una catástrofe climática. Añade que estas secuelas tendrán larga duración si no se les atiende.
Recomienda que si notan síntomas, las personas acudan a un profesional de la salud, incluso a su médico de cabecera. Entre los síntomas están los problemas con el sueño o con el estado de ánimo, episodios inesperados de llanto, irritabilidad o ansiedad, incluso la dificultad para concentrarse.
Este es el primer artículo de cinco realizados por parte de la Unidad de Investigación Medioambiental de Huella Zero, mismos que se estarán publicando cada semana en el diario La Opinión.