Repudian a ICE en el sur de Los Ángeles
Coaliciones de latinos y afroamericanos se solidarizan en defensa de los inmigrantes

ICE fuera del Sur Centro de Los Angeles. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia
¡ICE Out of South Central!” (¡ICE fuera del Sur centro!) fue el principal grito de batalla de decenas de residentes del sur de Los Ángeles, un área fuertemente afectada por las agresivas redadas de inmigración aplicadas por parte de agentes de ICE HSI, FBI, DEA, de la Guardia Nacional y miembros del ejército de Estados Unidos, quienes han pausado el miedo y el terror que sembraron en las comunidades de color.
“Nuestro mensaje y de la comunidad es de solidaridad, unión y de poder”, dijo Gloria Medina, directora ejecutiva de la organización comunitaria Conceptos Estratégicos en la Organización y la Educación Política SCOPE. “Como lo hemos hecho por más de 30 años, seguiremos siendo una plataforma para que las comunidades afroamericanas y latinas tengan una oportunidad de elevar su voz”.
Lo hicieron mediante una marcha desde el 1715 al oeste de la Avenida Florence hasta la intersección con la Avenida Normandie, portando carteles con mensajes de: “Not in Our City. ICE Out of California” (No en nuestra ciudad. ICE fuera de California); “Reclaim Our Streets” (Reclamamos nuestras calles)

“Continuaremos defendiendo nuestras comunidades donde ha habido caos y violencia en nuestras calles, donde nuestras comunidades viven con miedo, y aunque ha habido una pausa [en las redadas} le decimos a nuestra comunidad, no solo de Los Ángeles, sino de todo el país, es que la unión hace la fuerza y que vamos a seguir unidos entre latinos y afroamericanos para seguir protegiendo a nuestra gente”.
La pausa en las redadas se mantiene, luego de que un panel de tres jueces del Noveno Circuito de Apelaciones de los Estados Unidos en San Francisco escuchó los argumentos, pero no emitió un fallo inmediato sobre la solicitud de la administración del presidente Donald Trump de suspender una orden de restricción temporal que paró las agresivas redadas migratoria del gobierno federal en California.
El panel cuestionó la legalidad de las acciones del gobierno y el origen de una supuesta directiva de la Casa Blanca que exige a los agentes de inmigración de todo el país realizar 3,000 arrestos de inmigrantes indocumentados al día.
La apelación se deriva de una demanda presentada el 2 de julio por residentes, trabajadores y grupos de defensa del sur de California, quienes alegan que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) está implementando un programa de secuestro y desaparición de miembros de la comunidad mediante tácticas de arresto ilegales, confinando a los detenidos en condiciones ilegales y negándoles el acceso a abogados.

La demanda colectiva fue interpuesta en el tribunal federal de Los Ángeles por cinco trabajadores, tres organizaciones de afiliados y un proveedor de servicios legales, quienes alegan que el DHS ha arrestado y detenido inconstitucionalmente a personas para cumplir con las cuotas arbitrarias de arrestos establecidas por la administración Trump.
Guatemalteco encerrado más de un mes
Uno de esos detenidos fue el guatemalteco Pablo Calvac Chan, quien fue arrestado el 6 de junio en la compañía de textiles Ambiance, en el Distrito de la Moda, en el centro de Los Ángeles.
Calvac Chan fue recluido en el Centro Metropolitano de Detención de Los Ángeles, desde donde fue enviado a Adelanto, por un mes y cinco días, hasta que sus familiares pudieron realizar el pago de una fianza de $12,000.
“Como cualquier otro día de trabajo, llegué a mi turno a las 8:30 a.m. Estaba en la oficina cuando mis compañeros dijeron que algo estaba pasando afuera. Pensaba que era la policía o inmigración y no tenía miedo. No había hecho nada malo”, declaró,
“Salí a ver por mí mismo. Fue entonces cuando vi que el FBI y la seguridad nacional y la DEA ya estaba dentro de la tienda. Cuando traté de entender lo que estaba pasando, los oficiales me dijeron que meses atrás, [en febrero], ya habían venido agentes haciendo preguntas sobre los trabajadores”.
La gerencia les había dicho que no se preocuparan. Algunos quisieron renunciar, y nunca les advirtieron que autoridades migratorias los visitarían.
“Días antes del operativo vimos a personas vestidos como bomberos revisando cámaras y extinguidores. No sabíamos que estaban preparando todo para esa redada”, añadió.
Latinos y asiáticos fueron formados en distintas filas; no se les permitió contactar a sus familiares. Fueron amenazados que, si alguien usaba el celular, se lo quitarían y no lo devolverían.
“Después de liberar a unas pocas personas, la mayoría seguíamos detenidos. En un momento, el oficial a cargo se burló y dijo “Vamos a tomarnos una foto familiar. Nos formaron entre agentes de inmigración y del FBI. Tomaron la foto y se rieron por las protestas de afuera”, añadió.
“No pudieron sacarnos fácilmente. Más tarde, trajeron a la Guardia Nacional y usaron gas lacrimógeno para podernos ingresar en los vehículos. Y lo que pasó después está en las noticias”.
Afirmó que en el Centro de Detención de Adelanto solamente les daban de comer un burrito de frijoles que tenían mal sabor.
Pablo deberá presentarse ante un juez de inmigración el 12 de agosto. Por ahora lleva un grillete en un pie y aseguró que peleará para quedarse en Estados Unidos.
“No hice nada malo. Yo no sé si sea un delito trabajar”, expresó el joven guatemalteco.
Las redadas también influyeron en la vida de Blanca Lucio, una activista mexicana de Puebla, a quien el miedo la paralizó por más de un mes y no fue a trabajar en la limpieza de casa.
“Cuando todo se puso muy mal, mis hijos me decían que no saliera, porque los agentes de inmigración andaban por todos lados en el sur de Los Ángeles”, dijo. “De hecho, desde aquel 6 de junio, apenas hoy [el martes] salí a la calle”.
En la manifestación también participaron miembros de la Alianza de Californianos para el Empoderamiento Comunitario (ACCE), Coalición Comunitaria y la Red de Poder Negro.
“Cacería” agresiva: Deshumanizar a los inmigrantes
Agustín Cabrera, director de políticas del SCOPE, analizó que las redadas de ICE en el sur-centro de Los Ángeles no solamente provocaron miedo y terror en las comunidades, sino la deshumanización de los inmigrantes con las tácticas agresivas del gobierno, con la presencia del ejército y la federalización de la Guardia Nacional de California.
“Las recientes redadas de ICE han cambiado drásticamente la vida de muchos inmigrantes y familias de color”, dijo Cabrera, “Ha habido miedo y terror en nuestras calles debido a la presencia de las fuerzas armadas, la Guardia Nacional y el ICE, quienes literalmente secuestran a nuestros vecinos a plena luz del día”.
Por lo tanto, agregó que es natural que la gente sienta miedo y nervios al vivir su vida normal: ir al mercado, recoger a sus hijos de la escuela, ir a trabajar o incluso asistir a organizaciones como SCOPE, donde aprenden sobre el gobierno local y cómo impactar y cambiar la vida de los demás.
Si bien los operativos de inmigración comenzaron el 6 de junio, Cabrera indicó que no es nuevo.
“Todo el sistema de ICE y su funcionamiento buscan deshumanizar a los inmigrantes, ya sea al recogerlos, al detenerlos ilegalmente sin orden judicial, en su lugar de trabajo o al llevarlos a un centro de detención”, subrayó. “Las condiciones que hemos visto en los centros de detención, todo el proceso, son una forma de deshumanizar a las personas”.
pidió no olivar que en la crueldad del proceso hay niños detenidos y sometidos a un sistema de deshumanización.
“Son niños los que están siendo deshumanizados, así que no olvidemos que estamos hablando de familias, y lo que esta administración ha decidido hacer es deshumanizarlas”, afirmó.
“Ha cambiado drásticamente la forma en que las personas se desplazan. Pero también la gente está empezando a reclamar nuestras calles, a decir que ya no tendrán miedo”.
El activista analizó que las redadas fueron “un evento inventado y dramatizado por el gobierno federal”.
“El Gobierno Federal y los agentes de ICE están creando ese miedo, así que creo que la comunidad está lista para responder y decir: “No nos dejaremos intimidar, no viviremos con miedo, sino que continuaremos con lo que hemos estado haciendo durante décadas: organizarnos y unirnos a otras comunidades, como la comunidad afroamericana y la comunidad asiática, que también se han visto afectadas por estas redadas”.
De hecho, el zar fronterizo de Trump, Tom Homan, reaccionó a una encuesta de Fox News que indicaba que casi la mitad de los entrevistados consideraron que los esfuerzos de deportación de ICE y sus agentes enmascarados, incluyendo a los cazadores de recompensas “son demasiado agresivos” y que más de la mitad cree que solo los inmigrantes indocumentados condenados por delitos deberían ser deportados.
“Si hay algún cambio en las encuestas sobre la aplicación de la ley de ICE, es porque el 95% de los medios les están dando una falsa imagen”, declaró Homan a “Fox & Friends” el martes. “El 70% de las personas que estamos arrestando son delincuentes. ¿Quiénes son el otro 30%? Son amenazas a la seguridad nacional”.
En ese porcentaje del 20% incluyó a más de 300 ciudadanos iraníes, quienes presuntamente representan una “amenaza” para la seguridad nacional y que deben ser deportadas.
“Nosotros escuchamos de las personas afectadas, cuyos familiares o vecinos han sido secuestrados por el ICE y agentes federales, es que esta es la realidad que viven”, declaró Agustín Cabrera. “Lo vemos constantemente en redes sociales y en videos, lo que demuestra que esto está sucediendo, que se dirigen a personas sin antecedentes penales e ingresan a hogares y comunidades con una gran población inmigrante, o comunidades de color, como el sur de Los Ángeles, víctimas de discriminación racial”.
Cabrera consideró que las expectativas de la población inmigrante por los próximos tres años y medio que le restan al gobierno del presidente Trump, la comunidad debe seguir resistiendo “contra este gobierno autoritario, que no cree en pesos y contrapesos, que no cree en la coordinación con funcionarios locales y estatales”.