window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-laopinion'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

Latinos enfrentan mayores dificultades para superar secuelas de los incendios

Siete meses después, los hispanos siguen afrontando desigualdades en el acceso a recursos

Se calcula que cerca de 200,000 personas quedaron desplazadas por los incendios.

Se calcula que cerca de 200,000 personas quedaron desplazadas por los incendios. Crédito: Huella Zero | Cortesía

Los incendios ocurridos en enero en California, principalmente los de Eaton y Palisades, figuran entre los eventos más catastróficos de Estados Unidos. Siete meses después, las comunidades latinas afrontan mayores desafíos para superar las secuelas.
En todo el estado continúan los esfuerzos por contener las consecuencias y recuperarse de los incendios de California. Sin embargo, las comunidades latinas ─una de las más grandes y vulnerables─ reportaron desafíos adicionales debido a barreras sistémicas y políticas que perjudicaron su acceso a recursos y apoyo.
De acuerdo con datos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la composición demográfica de las zonas afectadas por los incendios de Eaton y Palisades tiene altos contrastes: el área del incendio Palisades está conformado en un 79% de residentes de raza blanca y en un 7% de residentes latinos. En cambio, la zona del incendio Eaton tiene grupos étnicos diversos: el 27% son latinos, el 18% son de raíces asiáticas y el 43%, blancos.
Marisela Viramontes, damnificada de Altadena, explicó que en el área afectada por Palisades ha tenido más apoyo del condado. En cambio, en otras zonas no han protegido las viviendas y han sido víctimas de vandalismo.
“Hay mucho vandalismo. Mucha gente regresó a sus casas y les habían robado… Y continúa pasando. Siento que no nos están protegiendo”, expresó Viramontes.
Los trabajadores de construcción latinos juegan un rol importante en las labores de recuperación y de reconstrucción: representan el 84% de la mano de obra y su trabajo los expone a químicos tóxicos y otros peligros en la zona de desastre.
El humo y las partículas microscópicas tóxicas de los incendios causaron efectos sobre la salud pública de gran profundidad y duración. Los vientos que avivaron el siniestro también desplazaron la contaminación. Las tareas de limpieza han traído un problema tan grave como la exposición a químicos tóxicos y hasta cancerígenos.

Marisela Viramontes denunció que el apoyo para la recuperación ha sido desigual.
Crédito: Huella Zero | Cortesía

Además, un estudio del Instituto Latino de Política Pública de UCLA indica que casi el 30% de las pequeñas empresas latinas no tenían seguro contra incendios o desastres naturales, lo que dificulta su recuperación económica.
Las comunidades históricamente desfavorecidas y predominantemente latinas, asiáticas y afroamericanas como Boyle Heights, Long Beach y Compton estuvieron entre las más afectadas por la contaminación causada por el humo y las cenizas que el viento arrastró hasta estos vecindarios, áreas que ya enfrentaban una exposición crónica a la contaminación industrial.
Las causas del fuego
El incendio de Eaton estuvo entre los ocho incendios forestales que comenzaron en enero de 2025 en el condado de Los Ángeles. Junto con el de Palisades, constituyen dos de los fenómenos de este tipo más destructivos en la historia de California. Ambos alcanzaron niveles sin precedentes en el sur del estado, dejaron 30 muertos y más de 15,000 edificaciones en ruinas.
Se calcula que cerca de 200,000 personas quedaron desplazadas por el desastre. Muchos sólo tuvieron minutos para escapar del fuego que se propagó sin control.
Los bajos niveles de humedad, las altas temperaturas y los vientos de Santa Ana crearon el escenario idóneo para este desastre medioambiental y desataron una crisis de incendios forestales, cuyo impacto todavía es evidente en todos los ámbitos meses después de haberse extinguido las llamas.
Las causas de los incendios de California aún están bajo investigación, pero los científicos han identificado al calentamiento global como un factor clave en estas catástrofes recurrentes.
Las temperaturas medias más altas contribuyen al aumento de la evaporación y a una mayor sequedad de la vegetación, y la convierte en yesca altamente inflamable.
Las olas de calor prolongadas, cada vez más comunes y extremas, secan aún más el material vegetal, creando condiciones ideales para que cualquier chispa se convierta rápidamente en un infierno incontrolable.
El calentamiento global dejó de ser una amenaza del futuro para convertirse en una realidad actual. Ya no es suficiente basarse en el pasado para anticipar lo que viene. La creciente intensidad de desastres como los incendios de maleza en el condado de Los Ángeles exige revisar con mirada crítica las decisiones que se toman tanto antes como después de estos eventos.

Este es el segundo de cinco artículos que se publicarán cada semana en La Opinión. Análisis realizado por Unidad de Investigación Medioambiental de Huella Zero.

En esta nota

Incendios Latinos
Contenido Patrocinado