window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-laopinion'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

Híbridos y nuevas tecnologías, la nueva fórmula de Honda

Honda defiende una estrategia amplia para alcanzar la neutralidad de carbono, combinando vehículos híbridos, eléctricos a batería, hidrógeno y biocombustibles

Autos Honda cargándose

Autos Honda cargándose. Crédito: Honda. Crédito: Cortesía

En la conversación global sobre el futuro del automóvil, muchas marcas han tomado como bandera el vehículo eléctrico a batería (BEV) como la única vía posible hacia la descarbonización.

Lee también: Tesla enfrenta demanda por fallos en sus robotaxis

No obstante, Honda plantea una perspectiva distinta: un camino múltiple, con más de una solución tecnológica, adaptado a las necesidades reales de cada mercado.

Puedes leer: Chevrolet OnStar Pets: la tecnología que cuida a su mascota

La estrategia se construye sobre una idea clara: alcanzar la neutralidad de carbono no significa depender de una sola tecnología. En mercados como Australia, esta visión toma fuerza gracias al comportamiento del consumidor, que no siempre se inclina por los BEV, sino que sigue valorando otras opciones como los híbridos.

El peso de la preferencia del consumidor

Jay Joseph, presidente y director ejecutivo de Honda Australia, explicó que el objetivo primordial no es concentrarse exclusivamente en los eléctricos a batería. Para él, “el camino más obvio a corto y medio plazo” son los BEV, pero no el único.

Robert Thorp, director General Automotriz de Honda Australia, respaldó esta postura con cifras del mercado. Según comentó, los híbridos están liderando el crecimiento en la gama SUV y son “la opción preferida por los consumidores”. Mientras los sedanes con motores a combustión pierden espacio, “todo el crecimiento viene de la tecnología híbrida”.

Thorp precisó que los BEV tendrán su momento, pero “los híbridos serán la opción con la que los consumidores se sientan más cómodos en los próximos dos o tres años”.

La lógica detrás de esta afirmación es sencilla: respetar los hábitos de uso y transición de los conductores, evitando imponer una sola solución de manera acelerada.

Un enfoque diversificado de innovación

La apuesta de Honda no se limita a híbridos y eléctricos. La compañía impulsa de manera simultánea varias líneas de investigación y desarrollo, con el fin de adaptarse a diferentes entornos y necesidades.

Uno de los avances más destacados es el trabajo en baterías de estado sólido, que prometen una carga más rápida, mayor densidad energética, mejor vida útil y mayor seguridad.

En Japón, la marca ya inauguró una planta demostrativa equipada con tecnología de última generación para producir este tipo de baterías a escala.

Honda proyecta que, hacia finales de esta década, estas baterías puedan incorporarse a sus vehículos de manera masiva. Su meta es duplicar la autonomía de los BEV, al tiempo que reduce costos y peso, mejorando así la eficiencia y el acceso para los consumidores.

La carga de un vehículo Honda
La carga de un vehículo Honda. Crédito: Honda.
Crédito: Cortesía

Hidrógeno y biocombustibles: otras cartas en la mesa

Mientras algunos fabricantes centran su atención exclusivamente en la electrificación, Honda también destina recursos a explorar alternativas como los biocombustibles y el hidrógeno.

El hidrógeno puede emplearse tanto en pilas de combustible —que solo generan vapor de agua— como en motores adaptados. Un ejemplo concreto es el prototipo CR-V e:FCEV, que integra esta tecnología.

Aunque su comercialización en Australia no está prevista a corto plazo, sirve como demostración de las posibilidades que la marca considera viables para un futuro sostenible.

En cuanto a los biocombustibles, Honda analiza fórmulas capaces de reducir las emisiones netas a cero, aprovechando infraestructuras existentes y permitiendo una transición más flexible en mercados donde la electrificación total aún enfrenta desafíos de infraestructura.

Cifras que respaldan la estrategia

El comportamiento del mercado australiano respalda esta diversificación tecnológica. Durante el primer semestre de 2025, los híbridos representaron cerca del 15% del mercado total, mientras que los BEV se quedaron en un 7,6% y los PHEV en un 4,1%.

Más recientemente, la participación de los BEV bajó a un 6,3%, mientras que los PHEV crecieron hasta un 4,8% y los híbridos mantuvieron una presencia sólida, con un incremento notable en ventas.

De acuerdo con un estudio de la Australian Automotive Dealer Association (AADA), el 52% de los consumidores estaría dispuesto a comprar un híbrido frente al 39% que optaría por un BEV. Estos datos refuerzan la idea de que la adopción tecnológica depende en gran medida de la confianza y comodidad del usuario.

El papel de la transición tecnológica

La postura de Honda se basa en un concepto clave: la transición no debe ser abrupta. Introducir nuevas tecnologías de forma escalonada permite que la infraestructura, los costos y el conocimiento del consumidor avancen de la mano.

En este contexto, los híbridos funcionan como una solución intermedia, combinando un motor de combustión con uno eléctrico para reducir emisiones y consumo, sin depender totalmente de puntos de carga ni generar ansiedad por la autonomía.

Honda ZR-V 2026
Honda ZR-V 2026. Crédito: Honda.
Crédito: Cortesía

Los BEV, por su parte, seguirán siendo una pieza importante del portafolio, sobre todo en mercados donde la red de carga sea más extensa y eficiente. Sin embargo, para Honda, imponerlos como única solución sería ignorar realidades regionales muy diferentes.

De aquí a 2030, Honda prevé un portafolio que incluya híbridos, eléctricos a batería, modelos a hidrógeno y, posiblemente, vehículos impulsados por biocombustibles avanzados. La clave está en que todas estas tecnologías apunten a un mismo objetivo: neutralidad de carbono.

El desarrollo de baterías de estado sólido será central en esta transformación, no solo por su capacidad para ampliar la autonomía, sino por el potencial de reducir los costos de producción. Esto permitiría que los precios finales bajen y que más consumidores puedan acceder a estas opciones.

En paralelo, la investigación en hidrógeno y biocombustibles podría abrir oportunidades en sectores donde los BEV no son prácticos, como transporte pesado, zonas rurales o mercados con infraestructuras limitadas.

Seguir leyendo:

La Chevrolet Silverado EV establece nueva marca mundial
Ford rompe récord en retiros de vehículos en este 2025
Jeep da una probadita de la nueva Grand Wagoneer 2026

En esta nota

Honda
Contenido Patrocinado