El plan de Ford para coches eléctricos desde $32,000 dólares
Ford invertirá miles de millones para desarrollar una plataforma global que permita fabricar vehículos eléctricos más baratos y versátiles

Jim Farley, CEO de Ford. Crédito: Ford. Crédito: Cortesía
La industria automotriz vive una transformación sin precedentes, y Ford no quiere quedarse atrás. La compañía estadounidense, con más de un siglo de historia, ha reconocido que sus avances en el mercado de autos eléctricos han sido más lentos de lo esperado, lo que ha dado ventaja a fabricantes más jóvenes, especialmente en China.
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Para revertir esa situación, Ford ha apostado por una estrategia ambiciosa: crear una plataforma eléctrica global que sirva como base para una nueva generación de vehículos más accesibles y eficientes.
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Esta iniciativa no solo busca reducir costes de producción, sino también ofrecer un catálogo lo suficientemente amplio como para llegar a diferentes segmentos de clientes.
Menos de $32,000 dólares: el precio como arma
Uno de los puntos más llamativos del anuncio es que el primer modelo basado en esta plataforma será una camioneta eléctrica cuyo precio inicial estará por debajo de los $32,000 dólares.
Con este movimiento, Ford pretende derribar una de las barreras más importantes para la adopción masiva de autos eléctricos: el costo de entrada.
Actualmente, el modelo eléctrico más barato de la compañía en Europa es el Ford Puma Gen-E, cuyo precio base supera los $37,300 dólares. La nueva estrategia apunta a cerrar esa brecha, ofreciendo opciones más competitivas frente a rivales que ya venden autos eléctricos por debajo de los $30,000 dólares.
Una apuesta tan disruptiva como el Modelo T
Jim Farley, CEO de Ford, ha comparado el lanzamiento de esta plataforma con el impacto que tuvo el Modelo T en su momento.
Según el ejecutivo, el proyecto ha estado en desarrollo durante tres años bajo estricta confidencialidad, con un objetivo muy claro: simplificar el diseño, abaratar la producción y mejorar la eficiencia.
Farley ha confirmado que la plataforma servirá para múltiples tipos de carrocería: un compacto urbano, un SUV, una camioneta y un SUV de tres filas.
Esto permitirá que, a partir de una misma base, se puedan producir vehículos para distintos mercados y necesidades, reduciendo costos y tiempos de desarrollo.
Fabricación optimizada y menores costes
La nueva plataforma reducirá en un 20% la cantidad de piezas necesarias en comparación con un vehículo eléctrico actual. Esto significa que la línea de producción requerirá menos estaciones de trabajo y que el ensamblaje se completará un 15% más rápido.
La primera planta en fabricar estos vehículos será la de Kentucky, en Estados Unidos. “De Kentucky al mundo”, afirmó Farley durante la presentación.
Aunque no se ha confirmado, la compañía no descarta que en el futuro se produzcan también en otras regiones, con el objetivo de acercar la fabricación a los mercados de destino y disminuir los costos logísticos.
Competir con China en su propio terreno
China se ha convertido en el mayor mercado de vehículos eléctricos del planeta y, al mismo tiempo, en el competidor más difícil para las marcas tradicionales. Fabricantes locales han logrado ganar cuota de mercado ofreciendo modelos más asequibles y con tecnologías innovadoras.

Ford reconoce que, para poder competir en igualdad de condiciones, necesita no solo bajar los precios, sino también ofrecer vehículos con prestaciones y acabados atractivos para el público global. La nueva plataforma está diseñada precisamente para eso: flexibilidad, reducción de costos y escalabilidad.
Aunque gran parte de la atención se centra en el precio y la eficiencia de producción, Ford también ha subrayado que estos vehículos ofrecerán una experiencia de manejo atractiva.
La plataforma contará con un centro de gravedad bajo, entrega inmediata de potencia y una alta rigidez estructural, lo que promete un rendimiento ágil y estable.
Además, al compartir una base común, la compañía podrá invertir en mejorar aspectos como la conectividad, la asistencia avanzada a la conducción y la integración con servicios digitales, sin que eso dispare los costos.
Una inversión millonaria para un futuro eléctrico
Si bien Ford no ha revelado la cifra exacta de inversión, el proyecto implica miles de millones de dólares destinados a investigación, desarrollo y adecuación de plantas.
La compañía considera que este gasto es una apuesta a largo plazo que le permitirá reducir las pérdidas actuales en su división eléctrica y aumentar su presencia en mercados emergentes.
En este sentido, Farley ha asegurado que el costo de propiedad a cinco años de uno de estos nuevos modelos será menor que el de un Tesla Model Y usado con tres años de antigüedad. No obstante, la marca no ha detallado los cálculos que respaldan esa afirmación.
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