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La inflación persiste: sube un 2.7% interanual en julio

La inflación en EE.UU. se mantuvo en 2.7% interanual en julio. La vivienda lideró los aumentos, mientras energía y alimentos mostraron variaciones mixtas

La inflación sube al 2.7% en julio

La inflación no muestra signos de reducción. Analistas consideran que el impacto de los aranceles aún no se refleja en los precios al consumidor. Crédito: Shutterstock

La inflación en Estados Unidos no da tregua. En julio, el Índice de Precios al Consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) registró un aumento del 2.7% interanual, según informó la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

Aunque el incremento mensual fue de solo 0.2% ajustado por estacionalidad, el dato confirma que los precios al consumidor siguen elevados, lo que continúa afectando el poder adquisitivo de las familias.

Este aumento resultó ligeramente inferior al 2.8% que anticipaban los economistas, de acuerdo con un sondeo de la firma financiera FactSet. La cifra mensual sí está justa a lo previsto por los especialistas.

El índice general del CPI refleja el comportamiento de una canasta de bienes y servicios que compran habitualmente los consumidores, como alimentos, vivienda, energía y vestimenta. A lo largo del año, la inflación se ha mantenido por debajo del 3%, lo que marca una mejora frente a los picos registrados en 2022, aunque aún lejos de ser ideal para millones de hogares.

La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía por su alta volatilidad, subió un 3.1% en comparación con julio de 2024. Este fue el mayor aumento de los últimos cinco meses y superó el pronóstico de los analistas, que esperaban un alza del 3.0%. El alza de precios en categorías como cuidado médico, transporte aéreo y muebles ha tenido un papel importante en este incremento.

En cuanto a la comida, los precios aumentaron un 2.7% anual, igualando la tasa general de inflación. Algunos productos experimentaron alzas notables: el café tostado subió más del 14.8% y la carne molida aumentó un 11.5% en el último año.

Aunque los huevos bajaron 3.4% entre junio y julio, siguen siendo 16.4% más caros que hace un año.

Comer fuera del hogar también se encareció, con un aumento del 3.9% interanual.

Por el lado energético, la gasolina se abarata. Los precios cayeron un 9.5% respecto a julio de 2024, aliviando en parte la carga para quienes dependen del automóvil en su día a día. Esta baja ayudó a compensar los incrementos en otras categorías.

A pesar de estas caídas, los expertos están monitoreando cómo las nuevas tarifas comerciales podrían empezar a impactar los precios al consumidor. Desde el 7 de agosto, bienes provenientes de más de 60 países y de la Unión Europea están sujetos a nuevas rondas de aranceles recíprocos. Aunque hasta ahora el efecto ha sido limitado, algunos economistas creen que los costos podrían trasladarse pronto al consumidor, especialmente en ropa, electrodomésticos y artículos para el hogar.

“Hay señales de que los aranceles están empezando a reflejarse en los precios al consumidor, pero por ahora no son lo suficientemente significativos como para encender las alarmas”, comentó Seema Shah, estratega global de Principal Asset Management, a CBS News.

Sin embargo, otros analistas son menos optimistas. Alan Detmeister, economista de UBS, advirtió que el verdadero impacto de las tarifas podría sentirse este mismo año o a principios del próximo.

“Es posible que estos aumentos de precios inducidos por aranceles sean un choque temporal, pero nosotros creemos que serán más duraderos”, explicó.

Frente a este panorama, los mercados ahora miran a la Reserva Federal. Aunque el índice subyacente volvió a su nivel más alto desde febrero, los analistas aseguran que eso no sería un obstáculo para un posible recorte de tasas en septiembre. Según FactSet, existe un 88% de probabilidad de que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) reduzca las tasas de interés en su próxima reunión del 16 y 17 de septiembre.

El mandato de la Fed es mantener el empleo alto y la inflación baja. Si los precios siguen subiendo y el empleo comienza a deteriorarse, el país podría enfrentar un escenario de estanflación, una situación compleja que une inflación elevada con estancamiento económico.

Este fenómeno con señales mixtas no es nada alentadora, incluso comparándola con una recesión que permite margen de maniobra. El reporte de la CPI del próximo mes podría definir el rumbo de la política monetaria por parte del banco central y el impacto real que los aranceles tengan en la economía de los hogares estadounidenses.

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