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Gusano parásito intrusivo podría conducir a tratamientos del dolor sin crear dependencia

El Schistosoma mansoni suprime las neuronas de la piel, evadiendo la detección y favoreciendo su supervivencia en los huéspedes mamíferos

Gusano parásito intrusivo podría conducir a tratamientos del dolor sin crear dependencia

Investigaciones recientes sugieren que podría haber alternativas más seguras. Crédito: Shutterstock

El uso prolongado de opioides para el tratamiento del dolor presenta riesgos de dependencia y complicaciones para la salud. Investigaciones recientes sugieren que podría haber alternativas más seguras.

Los investigadores de la Escuela de Medicina de Tulane (EE.UU.) descubrieron que el gusano parásito Schistosoma mansoni suprime las neuronas de la piel, evadiendo la detección y favoreciendo su supervivencia en los huéspedes mamíferos.

Las moléculas que el gusano utiliza para bloquear la activación de la proteína TRPV1+ podrían ofrecer una nueva dirección en la creación de tratamientos que combatan el dolor sin los efectos secundarios asociados a los opioides.

¿Cómo actúa este parásito?

La esquistosomiasis, también conocida como bilharziasis, es una enfermedad parasitaria causada por gusanos planos del género Schistosoma. Se transmite a través del contacto con agua dulce contaminada por estos parásitos, especialmente al nadar o bañarse. La enfermedad puede ser aguda o crónica y, en casos graves, causar daños irreversibles en órganos como el hígado y la vejiga. 

El mismo es un tipo de gusano que sobrevive en sus huéspedes mamíferos durante muchos años.

“Si bien las bacterias a menudo causan reacciones cutáneas dolorosas, la invasión de la piel del huésped por el helminto parásito humano Schistosoma mansoni a menudo pasa desapercibida”, escribieron los investigadores en un artículo.

El Schistosoma mansoni a menudo evade la detección del sistema inmunológico, a diferencia de otras bacterias o parásitos que causan dolor, picazón o erupciones, por lo cual el equipo se propuso investigarlo.

Procedimiento del estudio

Después de realizar pruebas en ratones, los científicos hallaron que el Schistosoma mansoni genera moléculas que inhiben la función de TRPV1+, una proteína responsable de transmitir señales al cerebro que se perciben como calor, picor o dolor.

Los investigadores explicaron que TRPV1+ forma parte del mecanismo mediante el cual las neuronas sensoriales detectan el dolor y también regula las respuestas inmunitarias en diversas condiciones, como alergias, enfermedades autoinmunes, cáncer, infecciones e incluso en el crecimiento del cabello.

Es probable que el gusano parásito haya desarrollado su capacidad de bloquear TRPV1+ porque mejora su supervivencia, dijeron los investigadores, citados por Newsweek.

Importancia del hallazgo

Destacan que las moléculas que bloquean TRPV1+ también podrían desarrollarse en terapias que reduzcan la gravedad de la enfermedad en personas que padecen afecciones inflamatorias dolorosas.

“Identificar las moléculas en S. mansoni que bloquean TRPV1+ podría orientar los tratamientos preventivos para la esquistosomiasis. Prevemos un agente tópico que active TRPV1+ para prevenir la infección por agua contaminada en personas con riesgo de contraer S. mansoni”, afirmó el autor del artículo e inmunólogo, profesor De’Broski R. Herbert.

“La infección por S. mansoni redujo significativamente la sensibilidad al dolor térmico evocado por las neuronas TRPV1+. De manera consistente, las neuronas sensoriales cutáneas aisladas de ratones infectados redujeron significativamente la entrada de calcio y la liberación de neuropéptidos [mensajero químico] en respuesta al agonista de TRPV1, la capsaicina [un irritante para humanos y mamíferos], en comparación con las neuronas de controles ingenuos”, escribieron los autores del estudio.

“El uso de enfoques de ganancia y pérdida de función para probar si las neuronas TRPV1+ inician respuestas protectoras del huésped reveló que las neuronas TRPV1+ limitan la entrada 
de S. mansoni a través de la piel y la migración hacia el tracto pulmonar”.

Necesidad de investigación adicional

El estudio continúa, ya que los investigadores planean identificar los mecanismos específicos involucrados en la supresión de TRPV1+ y cómo estos podrían informarle el diseño de tratamientos preventivos para la esquistosomiasis.

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