Cuidado con las estafas en las gasolineras: así te proteges
Una estafa silenciosa en gasolineras está vaciando cuentas sin que lo notes. Descubre cómo evitar caer en esta trampa al cargar combustible

Hay gasolineras de autoservicio en los que tus tarjetas de crédito y débito corren riesgos de estafas. Crédito: Shutterstock
En Estados Unidos, llenar el tanque puede ser más riesgoso de lo que parece. Aunque muchos tratan el surtidor como una simple máquina expendedora de gasolina, la realidad es que este punto de pago es uno de los más vulnerables a fraudes electrónicos. Las estafas en gasolineras, especialmente a través de dispositivos llamados skimmers, están en aumento y afectan a miles de consumidores cada año.
Un skimmer es un dispositivo pequeño y muchas veces indetectable a simple vista. Se instala sobre el lector de tarjetas del surtidor y clona la información de tu tarjeta de crédito o débito en cuestión de segundos.
El FBI estima que estas estafas generan más de mil millones de dólares en pérdidas anuales entre consumidores y bancos. El problema es tan generalizado que en estados como Florida y California, las autoridades ahora realizan inspecciones rutinarias de los surtidores para buscar escáneres.
Lo más alarmante es que estos dispositivos no solo se encuentran en estaciones descuidadas o con mala reputación. Incluso en vecindarios tranquilos y de alto nivel socioeconómico se han detectado skimmers bien camuflados. Algunos están impresos en 3D para imitar perfectamente la apariencia del lector original.
¿Cómo detectar una estafa antes de insertar tu tarjeta? Hay señales que pueden ayudarte. Si el lector se siente flojo, se mueve al tocarlo o se ve más abultado de lo normal, podría tratarse de un dispositivo falso.
También conviene revisar los sellos de seguridad en la bomba. Si están rotos, desalineados o manipulados, es mejor no usarla. Puedes compararlo con el surtidor vecino para corroborar que son iguales o alguno está manipulado.
Otra táctica común de los estafadores es instalar teclados falsos o cámaras diminutas para grabar el PIN de las tarjetas. Presta atención a cualquier parte del surtidor que parezca fuera de lugar: residuos de pegamento, gráficos desalineados o materiales diferentes al resto del equipo.
La mejor defensa es estar alerta. Si puedes, realiza el pago dentro de la tienda. Los terminales internos están más vigilados y son menos propensos a manipulaciones.
Si decides pagar en la bomba, usa una tarjeta de crédito en lugar de una de débito. Las tarjetas de crédito ofrecen mayor protección contra fraudes y no dan acceso directo a tu cuenta bancaria.
También es recomendable utilizar métodos de pago sin contacto, como tarjetas con tap-to-pay o billeteras digitales como Apple Pay y Google Pay. Estos sistemas son más seguros porque no transmiten tu número real de tarjeta.
Elige siempre los surtidores que estén más cerca de la cabina del empleado. Los delincuentes suelen evitar esos, ya que están más expuestos.
También activa alertas de transacciones en tu banco para recibir notificaciones en tiempo real si alguien intenta usar tu tarjeta sin permiso.
Y lo más importante: confía en tu intuición. Si algo se siente raro, ya sea el aspecto del surtidor, la limpieza del lugar o el estado del equipo, es mejor buscar otra gasolinera y reportar el incidente. Las estafas con skimmers no ocurren por casualidad, sino porque alguien baja la guardia. Si tienes prisa, es más probable que caigas en la trampa.
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