McLaren prepara SUV e híbridos antes de los eléctricos
McLaren ha renovado su dirección y con ella su hoja de ruta. Su nuevo CEO, Nick Collins, ha descartado por ahora los autos eléctricos en favor de los híbridos

McLaren Elva. Crédito: McLaren. Crédito: Cortesía
El mundo del automóvil atraviesa una etapa de transformación profunda. Mientras los gobiernos de distintos países insisten en la electrificación como única vía, algunas marcas históricas del sector del lujo y el alto rendimiento se resisten a dar el paso de inmediato.
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Una de las más representativas es McLaren, que bajo el liderazgo de su nuevo CEO, Nick Collins, ha trazado un camino que se aleja de la electrificación total para centrarse en tecnologías híbridas y en el desarrollo de un SUV que podría convertirse en un hito para la compañía.
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La decisión no sorprende del todo si se observa lo que ocurre con rivales directos. Ferrari planea su primer coche eléctrico para el próximo año, pero lo hará como una prueba controlada antes de decidir si amplia la gama.
Lamborghini, por su parte, sigue sin dar una fecha concreta y se mantiene en combustión e hibridación. McLaren, ahora con Collins al mando, sigue la misma línea de cautela: electrificación sí, pero a su debido tiempo y solo en los mercados donde tenga sentido.
Nuevo liderazgo, nuevo rumbo
El relevo en la cúpula ha sido determinante. Collins, recién llegado a la dirección, tiene la misión de estabilizar las finanzas y definir un camino sostenible para McLaren.
Uno de los principales cambios de estrategia pasa por posponer cualquier lanzamiento de un deportivo eléctrico, inicialmente previsto para 2027, en favor de un enfoque en híbridos enchufables.
La llegada de capital saudí ha resultado clave. La participación de este grupo inversor ofrece a McLaren un respiro económico y capacidad de maniobra, aunque también significa que parte del futuro de la marca estará condicionado por los intereses de dichos socios.
En declaraciones al medio Car and Driver, Collins aseguró que el futuro de la compañía se apoya en la estabilidad antes que en una expansión descontrolada. Según el directivo, el objetivo inmediato es recuperar un ritmo saludable de ventas y mantener la exclusividad de la marca.
Producción más limitada para aumentar valor
Una de las primeras medidas concretas es la reducción en el volumen de fabricación. Mientras McLaren producía cerca de 3,000 unidades al año, el nuevo plan bajará esa cifra a unas 2,000. La lógica detrás de esta decisión es proteger el valor residual de cada modelo y reforzar la idea de escasez y exclusividad.
El ajuste no solo tiene un impacto económico, sino también en la percepción de la marca. En un mercado donde la sobreproducción puede depreciar los vehículos rápidamente, McLaren busca el efecto contrario: menos coches, mayor valor y una demanda sostenida a largo plazo.

Collins no solo plantea cambios en la producción. También apuesta por una evolución estética. Para ello, la marca británica ha cerrado un acuerdo con Forseven, una startup que participará en la creación de un nuevo estudio de diseño. La meta es clara: diferenciar con mayor claridad los modelos de McLaren, ya que actualmente muchos comparten demasiados rasgos.
Este viraje estético podría representar un punto de inflexión similar al que vivieron otras marcas de lujo cuando introdujeron lenguajes visuales más atrevidos para distinguirse dentro de un mercado saturado. La intención es que cada McLaren tenga una identidad inequívoca sin perder el ADN deportivo que caracteriza a la compañía.
La gran apuesta: un SUV
El paso más ambicioso, y quizá el más controvertido, es la entrada de McLaren al terreno de los SUV de lujo. Según Collins, este proyecto “nos expandirá más allá de los modelos biplaza”.
Si bien no ofreció detalles sobre su aspecto o motorización, los analistas esperan un vehículo que compita en la misma línea del Ferrari Purosangue: un SUV de cuatro plazas con prestaciones de superdeportivo.
Este movimiento responde a una realidad del mercado: los SUV dominan las ventas globales, incluso en el segmento de lujo. Bentley, Lamborghini y Rolls-Royce ya se han beneficiado de este fenómeno, y McLaren no quiere quedarse al margen. El reto, sin embargo, será lograr que el modelo conserve la filosofía de ligereza y rendimiento que define a la marca.
¿Y los eléctricos?
El gran interrogante es cuándo llegará el primer McLaren 100% eléctrico. Collins fue claro al respecto: “Los coches de combustión serán nuestra prioridad, junto a las variantes híbridas enchufables”.
Eso no significa un rechazo absoluto, sino un aplazamiento. Según explicó, la marca podría desarrollar un eléctrico, pero únicamente si el mercado lo justifica, con especial atención a regiones como China, donde la demanda por vehículos de cero emisiones es mayor.

El CEO también subrayó que la filosofía de McLaren no se puede sacrificar. Para él, la clave está en mantener la ligereza como principio rector. “Creo que así tiene que serlo. No se trata del peso por sí mismo, sino de lo que libera en cuanto al espíritu del coche. Se pueden usar trucos para disimularlo, pero nunca es tan puro como un coche que, para empezar, ya es ligero”.
Esta declaración refleja la preocupación técnica de McLaren: las baterías actuales siguen siendo pesadas, y un eléctrico deportivo que no cumpla con los estándares de agilidad y dinamismo de la marca podría ser contraproducente.
El contexto del sector
La decisión de McLaren no se da en el vacío. El mercado de automóviles eléctricos de lujo atraviesa un momento de prueba. Mientras Tesla domina el volumen, marcas como Porsche y Audi han demostrado que existe demanda por vehículos premium eléctricos.
Sin embargo, la transición no está exenta de obstáculos: los costos de las baterías, las autonomías limitadas y la infraestructura de carga todavía generan dudas en compradores exigentes.
En paralelo, las regulaciones gubernamentales en Europa y Estados Unidos empujan a los fabricantes hacia la electrificación, pero las marcas de nicho como McLaren cuentan con márgenes de maniobra más amplios debido a sus bajos volúmenes de producción.
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